Te echo muchísimo de menos. Mucho. Hace exactamente trece días que no te veo, dieciséis días desde que me dejaste. Y me estoy muriendo. Apareces absolutamente en todos mis sueños, te presentas sin avisar en ellos, y por unos minutos, los más felices de mi día, puedo volver a tocarte, abrazarte y sentir tus labios en mi boca deshecha. Esto es horrible. Nada me llena, nada me interesa, nada llama mi atención. Todo me molesta y me agobia y cada cosa que escucho o veo me recuerda a ti. Mis manos vuelven a estar vacías sin las tuyas, mi cama está comenzando a enfriarse. Bajo mi cama, en una bolsa morada, se esconden tus recuerdos materiales, y no sé qué hacer para evitar la tentación de recogerlos y llorar en ellos. No dejo de pensar en todo aquello que hice mal, que fueron muchas cosas. No dejo de rogarle a Dios que vuelvas a mi vida, que me digas "hola", "te echo de menos" o que simplemente me vengas a ver. Te fuiste. Me iré. Me he despedido ya de ti. Y cada palabra de esa despedida ha sido como un golpe bajo y certero en mi soledad. No volverás. No volveremos. Lo precioso que teníamos se rompió. Te perdí. Por inútil e infantil te marchaste de mi lado. Me odio cada día más por haberte dejado ir. Te necesito. Siento decírtelo, y siento mandarte un mensaje cada vez que esta situación me asfixia, impidiendo que puedas dejarme atrás. Siento no saber cómo dejarte ir, siento no saber olvidarte. Siento no ser lo que tú quieres y buscas, lo que necesitas. Siento cada segundo como una punzada en el pecho desde que no estás. Odio este mundo insulso e inerte que tú ya no habitas, que yo pronto no habitaré. Me dijiste que pasaría página, que te odiaría. He intentado rellenar tu ausencia con presencias totalmente insustanciales que no me aportan nada y me he dicho que te tengo que odiar. Casi lo conseguí durante una milésima de segundo. Luego recordé tu sonrisa perfecta, tus ojos marrones y preciosos, tu olor a colonia que tanto adoré, y me puse a llorar. Porque nada de eso volverá a mi día a día, no volveré a abrazarte, tocarte o besarte. Ni siquiera a verte. Y eso me quema la piel, y me desgarra el corazón, pedazo a pedazo. Es imposible que vuelva a enamorarme, es imposible. Cumpliré la promesa que te hice aquella vez: te amaré todos y cada uno de los días que me queden. Aunque te eche siempre de menos. Aunque dejes de quererme.

De mi blog: http://cartasdeungatonegro.blogspot.com.es/

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3 Comentarios

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  Superandoloimposible

  Sin palabras :)

  21/04/14 08:04

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  Mateo

  Es difícil sentir y comprender lo que tu sientes...pues aquí en tus palabras veo....y siento mucho dolor y angustia....todo por amor..por tu amor...no sufras más....sólo tu sabes de tus secretos que albergas en tu interior...y como hiciste o viviste tu relación eso ya pasó...quizas no supiste ser de otra forma...pero ese miedo hacia ti debe desaparecer....ahora es tiempo de cambiar el pensamiento...tu pensamiento hacia ti...y aprender de lo vivido...aceptar como fue y dejar de hacerte preguntas y hacerte daño....el amor es bello y da vida....quizas también duele....y te quita vida...pero tú vales...tu eres la vida....apuesta por ti y por la esperanza....comenzar de nuevo y conseguir lo que era tuyo...de otra manera..cambiar la formula....pero siempre pensando también en ti. ..en tu salud...en tu empatía
  hacia la vida...gracias por encontrar las palabras para expresar tus emociones..tus sentimientos....tu corazón dañado y dolido volvera a ser lo que es....ese todo que alimenta tu existencia....espero y te deseo lo mejor y pronto te recuperes y vuelvas a ser tu....cuidate....siempre....

  22/04/14 12:04

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  Foryou1396

  Superandoloimposible:
  Muchas gracias por leerme y comentar! Me alegra saber que te ha gustado ^^
  
  Mateo:
  Una vez más, gracias por leer mis escritos y comentarlos de forma tan extensa y dedicada. La verdad, estoy pasando por mi pequeño "Via Crucis" personal, saliendo del infierno. Lo he pasado y lo sigo pasando muy mal, pero, tal y como dices he de dejar de hacerme preguntas y de reprocharme cosas que ya han pasado y por las que no se puede hacer nada más que aprender de ellas y no cometer los mismos errores en futuras ocasiones. Estoy poniendo todo mi empeño en salir adelante y supongo que el tiempo y la providencia se encargarán de lo demás.
  
  Un abrazo enorme, Mateo.
  
  S.

  22/04/14 08:04