TusTextos

Temporalmente

No necesito disfraces para compartir su almohada.
Sus ojos verdes son mi semáforo de entrada a sus piernas.
Me llama de improviso,
a las tantas de la madrugada,
y yo abandono mi cama,
escondiéndome entre las calles,
y corro a la suya.
Él se sienta en el borde,
me da la hermosa visión de su espalda,
y a mí no me hace falta ningún maquillaje,
ninguna contraseña;
no necesito nada.
Bastan mi ropa interior
y mi pelo de recién levantada
para tenerlo de rodillas,
acurrucado en mi cintura.
No hay humillaciones,
no hay dramas.
Él y yo,
y la calma de su colchón,
sin ningún tipo de adorno externo.
Nos bastamos para convertir un par de sábanas en nuestro santo grial.
Sin prisas,
sin pausas,
honestamente,
sin mentiras
ni falsedad.
Nos miramos y sabemos lo que el otro piensa,
sabemos lo que hay
y las expectativas no nos nublan el horizonte.
De hecho,
no hay horizonte ni futuro alguno.
No nos importa.
Queremos disfrutarnos,
olernos,
comernos,
hoy,
ahora,
mientras estemos dispuestos a ello.
Sin ansias por vernos,
y evitando el agobio de hablarnos cada día.
Últimamente nuestras charlas se reducen al saludo y al adiós de rutina,
justo antes,
justo después,
de tener su piel en la garganta
y sus dientes en mis muslos desnudos.
Me gusta la tranquilidad que crea,
de esta relación que no tiene nombre.
Me gusta que sea la luz verde que me abre todos los caminos
temporalmente.

De mi blog: http://cartasdeungatonegro.blogspot.com.es/
Foryou139604 de septiembre de 2015

1 Recomendaciones

2 Comentarios

  • Sandor

    Muy bueno y es tan cierto lo que expresas, esa conciencia de momentos sin preguntas
    Saludos
    Carlos

    05/09/15 12:09

  • Foryou1396

    Gracias, Carlos, saludos.

    S

    05/09/15 08:09

Más de Foryou1396

Chat