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11 Historias Capitulo 09: a Los 29 Años (parte 1)

A los 29
1 – La Feria
Una noche como muchas otras luego de la escuela Fernando y sus 2 inseparables amigos Joanna y Eduardo deciden salir a divertirse a la ciudad, la noticia de una feria que acaba de llegar a al ciudad les hace suponer una divertida noche de juegos, regalos y mucha diversión, al saber que pronto acabara el último año de escuela se han propuesto tratar de divertirse lo más que puedan juntos, ya que cada uno al finalizar el año tomaran caminos diferentes, aunque ninguno de ellos lo desea en realidad.
La de la idea de ir a la feria fue Johanna, la más divertida del grupo, pero la más madura a la vez, ella recibió un volante un día antes y decidió que sería muy divertido ir con sus 2 mejores amigos, los cuales sin dudarlo aceptaron, para variar un poco ir a una feria sería mejor que lo de siempre; ir a bailar, comer, y a pasear por la plaza o ir de compras, y últimamente solo ir al edificio Harrison y subir a la azotea a ver las estrellas y conversar acerca del futuro.
— ¿Qué dicen? La feria solo estará un par de días, deberíamos aprovechar e ir a pasearnos en los juegos y divertirnos un rato, esta feria se pasea por todo el continente, no la veremos en al menos unos 5 años, debemos ir…— propuso a la hora de salida Johanna, mientras caminaban por el parque tras la escuela.
— no es una mala idea, creo que para variar podríamos ir a la feria, — secundó Fernando harto quizás ya de lo mismo, es el mayor de todos, repitió un año en segundo grado y gracias a eso conoció a sus 2 mejores amigos— será mejor que ir al cine, las películas de hoy están para el tacho.
— pero habíamos quedado en ir al cine, yo si quería ir a ver la película — impreca Eduardo un aficionado al cine y amante de la actuación — he estado esperando ese estreno desde hace 2 años…
— Vamos — dice Johanna, — seguramente no la sacaran después del estreno, pero la feria si se irá mañana… debemos ir hoy o no iremos hasta en 5 años…— se acerca a él y lo trata de convencer con abrazos y cariño amigable e insistencia.
— ok, ok… vamos, pero esa película es de verdad muy importante…
— Eduardo, ya la veremos mañana, hoy hagamos algo diferente, vayamos a una feria, será como cuando éramos niño,— Dice Fernando — ¿recuerdan? Las ferias era lo máximo… no se pro que al crecer ésas cosas simples nos dejan de atraer tanto, yo moría por ellas, recuerdo.
Esa noche los 3 se dirigieron la feria, una enorme y muy luminosa feria, quizás la más grande que hayan visto en sus vidas, la simple presencia de tan imponente lugar les llenaba el corazón de muchos sentimientos y recuerdos de la niñez, la música, el sonido de las personas, las luces que oscilaban, el sonido de los juegos mecánicos, el olor a dulces y frituras eran pases a recuerdos y a la felicidad que les hacía recordar.
— ¡vamos, subamos a los juegos! — decía Johanna muy emocionada.
— no, mejor comamos algo, — decía Eduardo dirigiéndose a un puesto de churros dulces.
Fernando solo disfrutaba de ver a sus amigos discutir por que hacer primero, comer o jugar, el disfrutaba mucho de estar con ellos, le encantaba esos momentos juntos, al ser hijo único pues sus compañeros equivalían a sus hermanos y esos 2 locos eran los más queridos y mejores que encontró en su vida.
Luego de algunas discusiones divertidas, paseos, compras, comer y jugar se habían gastado todo lo que habían llevado, solo tenían unas cuantas monedas para el autobús, pero la habían pasado de verdad muy bien, se habían tomado muchísimas fotografías, habían grabado sus paseos, había sido una de las noches, quizá, más divertidas que habían pasado juntos.
Al dirigirse a la salida algo llama la atención de Johanna.
— muchachos... vean, es una bruja…— dice y lee el cartel frente al quiosco adornado con motivos de esoterismo y brujería, poco iluminado y con un ambiente que se prestaba para lo que quería vender al público. — Madame Shakira, experta en lectura de cartas, manos, y brujerías. — lee en el cartel. — ¿Qué dicen muchachos, entramos a ver que nos depara el futuro? — propone sonriente y acercándose.
— No lo sé — comenta Fernando yendo tras ella, — estamos con las justas para regresar a casa… no hay que gastar en esto, es solo un truco, ya saben…
— Pero ahí dice que es gratis — dice Eduardo leyendo un cartel en la parte ingferior que decir “sin costo alguno, vea su futuro” — … yo si quiero saber si finalmente sere un gran actor, o productor de películas o teatro… me apunto — va rápidamente tras Johanna quien se mete al quiosco.
— ¡¡¡vamos, Fernando, no seas aguafiestas!!! — le grita Johanna a su amigo desde la entrada al puesto de la bruja.
— Ok… que más da… todo esto es solo un juego…— no muy convencido se dirige tras sus compañeros.
Al entrar Fernando cruza algunas cortinas negras, el ambiente iluminado solo por unas lámparas amarillentas le daban al puesto un ambiente propicio y tétrico , no había forma de perderse, era un solo y amplio camino el cual seguir, luego de unos cuantos metros llegó hasta el centro, donde estaba en una meza con una bola de cristal y rodeada por anaqueles con muchos artículos variados, entre ellos botellas con liquidos de colores, patas de conejos, cabezas reducidas, cosas que no se pueden describir, y un espeso humo saliendo de un mechero de color exgtraño, todo eso bajo unas cortinas que colgaban de la lámpara que colgaba del techo e iluminaba a duras penas el quiosco de la bruja.
Eduardo fue el primero, estaba ya sentado frente a la bruja, esta barajeaba sus cartas de una forma muy ágil, su mirada era lo único visible de su rostro, los ojos azules, como el mar, unas sombras negras dibujaban y resaltaban su mirada, un velo cubría su rostro, un velo negro, sobre otro, una capucha o caperuza la cubría, también negro, lo único que no era negro en su traje aparentemente largo era una bufanda de color morado que parecía cubrirla.
— Pensé que no vendrías—le dice Johanna a Fernando en voz baja.
— ¿cómo no entrar..? No me iba a quedar solo afuera, y no los dejaría aquí solitos…
— Si, si… — sonríe.
Finalmente la bruja deja las cartas sobre la meza. Con voz tétrica pronuncia unas palabras.
— parte en 3 la baraja. — dice lentamente y mirando fijamente a Eduardo quien le ocultaba la mirada, a pesar de solo verle los azules ojos, la mirada de esa mujer era penetrante y muy profunda.
Eduardo la parte en 3 la baraja.
— elije una de las 3 que partiste… — le dice nuevamente.
— e… esta…. — Eduardo elije la del centro.
— hazme una pregunta… ¿que deseas saber acerca de tu futuro…? Se lo mas claro posible, muchacho.
— he… pues… — gira a ver a sus amigos… luego regresa la mirada a la meza. — he… mmm… no lo se, hay tantas cosas… mi familia, yo… mis amigos… déjeme ver…
— solo tienes 3 preguntas que me puedes hacer… 3 preguntas, son suficientes, salud, dinero, amor… tu decides, pregúntame lo que quieras, las cartas te contestaran…
— ok, ok… he… yo quiero ser actor o.. o al menos estar relacionado a la actuación al teatro… dígame… ¿lo lograre? Voy a ser un actor o un productor… yo… yo quiero saber eso… es quizás lo más importante de mi vida… — pregunta muy entusiasmado.
— antes que nada debes saber que yo te voy a mostrar un futuro que no cambiaras, lo que salgan ene stas cartas, es lo que será, y será… no podrás cambiarlo, hagas lo que hagas, se dice que el futuro esta sujeto a cambios, pero no es verdad, estamos destinados tan desde que nacemos, y estas cartas te lo muestran… — le dice con seriedad en la voz que los 3 amigos no pueden evitar intercambiar mitradas serias también y hacer un gesto de no saber que comentar solo levantan las sejas y los hombros levemente y regresan la vista a la bruja.
— ok, … ¿que dicen esas cartas…? — pregunta Eduardo.
La bruja se queda en silencio y comienza lentamente a colocar las cartas en la meza una al lado de otras en una fila de 4 por 4, su mirada estaba centrada en ellas, las cartas no le decían nada a los 3 muchachos ahí en el quiosco, peor la bruja parecía estar leyéndolas como un libro abierto su mirada estaba concentrada, nada la distraía, entonces comenzó a asentir y a decir:
— si, tu vida esta de algún modo ligado a la actuación y al arte, no es claro aun que… o en que te desempeñaras, no se con claridad, pero sin duda te veo en un ambiente de las artes, el cine, el teatro, incluso la música.. — mientras decía esto Eduardo sonrieia y asentia muy feliz, convencido y crédulo d elo que le decía aquella misteriosa mujer, en cambio Fernando no creía absolutamente nada y miraba con una cara de increudlidad.
para el, un joven centrado y con pocas ganas de estar ahí todo era un juego, no creía en el destino, era el típico chaval que pensaba que el destinoe s un libro abierto que vamos escribiendo cada dia, y si alguien sabia de escribir era el.
La brujo continuaba.
— aquí veo que serás un triunfador, te veo vanagloriado, no se específicamente cuando… no fuiste claro a la hora de pensar tu consulta, pero… de que triunfaras en las tablas lo harás, estar sobre un escenario, siendo aplaudido pro un gran público… — levanta la mirada y ve a Fernando y a Johanna — ustedes, los veo, parece que estarán ahí, con su amigo… en su mejor momento…
Intercambian mirada los 3 y sonríen.
— vaya, parece que seremos amigos por siempre… ¿estoy gorda? — comenta Johanna sonriendo y muy entusiasmada.
— ya tendras oportunidad de preguntar, ahora es mi turno… — dice Eduardo. — bueno, ¡que más ve? — pregunta.
— tu pregunta fue clara, acerca de este tema, — le dice la bruja recolectándolas y separándolas. — te quedan 2, tu decides las preguntas, se claro.
En cuanto a las otras, Eduardo preguntó primero acerca del amor, a lo cual la bruja le respondio que abrían muchos altibajos, pero que estará bien, que encontraría en un momento de su vida aquella persona especial y que seria muy feliz hasta el ultimo dia de sus días. Lo ultimo fue acerca de la fortuna, el dinero, a lo cual la bruja le dijo que su vida seria acomodada, no vio problemas algunos, desde donde se viera la vida de Eduardo seria muy buena.
Si bien haya sido solo un truco, solo algún juego o una ilucion lo que la bruja le dijo, el quedó ttranquilo y contento, con muchas ganas de seguir adelante, darle la oportunidad a sus sueño, se sintió muy estimulado a seguir su sueño de ser actor.
— es mi turno,— dijo muy emocionada Johanna quien levantó a jalones del asiento a Eduardo y se colocó ella.
Luego del mismo proceso de barajeo, la brujo le dijo que separe en 3 partes, y que seleccionara uno, y que hiciera las preguntas correctas.
— ¿algún día encontrare el verdadero amor? — fue su primera pregunta.
la bruja luego de colocar las cartas y leerlas contestó con seriedad:
— tu vida estará llena de fracasos amorosos, — le dijo mirándola fijamente y borrando la sonrisa que ella traía en el rostro — será una vida llena de traiciones y de miedos, donde cada una de tus relaciones será peor que las otras… no te esfuerces, ya que simplemente ese amor soñado de cuentos… no esta destinado para ti…
— no me diga eso, yo… yo…
— las cartas son claras, sufrirás por amor… sufrirás mucho…y lo peor es que solo una persona de verdad te va a amar de verdad, y tu jamas lo sabras, llegaras a una edad en la que decididras que lo que importa no es el amor, si no una pareja con quien envejecer y tomaras una mala decisión… te aconsejaría que abras bien los ojos… pero el destino es incambiable, no podras contra el…
— dios mio… esto es horrible, pero…
— aunque aquí veo que después de todo seras relativamente feliz, pues… siempre sentiras que pudiste ser mas feliz… — reúne las cartas y le pregunta por la siguiente pregunta que desea hacer.
No muy animada se levanta y decide no hacer más preguntas, que con eso seria más que suficiente.
— ¿te animas a saber algo acerca de tu futuro, muchacho? — pregunta la bruja a Fernando quien estaba ahí parado, obserando todo.
— he… pues no estoy seguro, la verdad no se si quiera saber que pasara en el futuro, soy de los que piensa que el destino lo hacemos todos dia a dia.
La bruja increpa.
— es mentira, hasta lo que me haz dicho estaba destinado a ser dicho por ti… todo, si decides sentarte aquí a preguntarme o te vas como si nada está destinado, no hay nada que peudas hacer… solo crees que decides….—parece dibujar una sonria bajo el velo.
— puede que tenga razón, pero le demostrare que no es así. — se sienta a la meza. — juguemos, madame, le demostrare que el futuro se peude cambiar, y que no se esta destinado a nada.
La bruja barajea y le da las cartas, las parte en 3 y selecciona uno de los grupos.
— pregunta…
— mmm…— Fernando piensa. — me gustaría saber si alguna vez lograre publicar algún libro, yo soy escritor, o pretendo serlo, quiero saber si dentro de 10 años, … a los 26 años… ya he publicado algo…
La bruja coloca las cartas y comienza a leerlas lentamente.
— No, a los 26 años no has publicado nada, aunque has escrito mucho, de verdad que sí, pero no logras publicar absolutamente nada — su respuesta fue directa como la pregunta hecha.
Luego de unas miradas entre los amigos, este toma un segundo grupo de cartas y vuelve a preguntar.
— A ver, a los 30 años… mínimo ya debo haber publicado algo… dime, ¿Qué vez?
La bruja toma el segundo juego de cartas que había separado Fernando y comienza a leerlas, esta vez, su mirada refleja algo diferente, como que algo no andaba bien, se detiene y mira fijamente a Fernando.
— ¿tampoco vez nada? Es imposible, a esa edad ya debo haber publicado algo… — le dice sonriendo y algo consternado.
— no es eso, muchacho… — le dice con voz serias y con la mirada fija en Fernando quien no puede evitar sentir algo extraño, no era miedo, pero si una incomodidad, y la sensación de que algo no iba bien.
— ¿Qué ocurre? — pregunta.
— no te puedo ver a los 30 años…
Nuevamente los 3 chocan miradas llenas de extrañes.
— No entiendo…— dice Fernando con una expresión de consternación, dudas y confusión, esto acompañado de una sonrisa forzada. — ¿Qué quiere decir? — pregunta.
— simplemente las cartas no me pueden mostrar que será de ti a los 30 años, es como si no estuvieras en este mundo a los 30, por eso no pueden mostrarme algo sobre ti mis cartas… simplemente no se te puede ver, no estas entre nosotros… — las ajunta y separa, quedaba un grupo más.
Nuevamente intercambian miradas, estaban algo confundidos, no podían evitar también sentir algo de miedo por lo que escuchaban, aunque trataban de no demostrarlo.
— Esto es gracioso — dice Fernando sonriendo — ¿quiere decir que me voy a morir antes de los 30 años? — pregunta.
— no lo se, pregúntaselo a las cartas, te queda un grupo que separaste… — le dice la bruja señalando a las cartas.
Fernando las ve y luego de unos segundos se levanta de la meza rápidamente.
— ¡bah! Son tonterías, solo palabrerías, claro que llegare a los 30 y publicare muchas historias, — ve a sus amigos — lo que esta bruja haya dicho es solo supociociones, les ha dicho lo que quieren oir o lo que no quieren oir, no hay que hacerle mucho caso, ya vámonos… — dice y sale del quiosco, sus amigos van rápidamente tras el.
La bruja los detiene levantandoce rápidamente y hablándoles.
— ¡todo lo que les he dicho es cierto, estas cartas no mienten… nada de lo que puedan hacer cambiara el futuro que les depara… ¡ ¡yo solo se los he mostrado, estén preparados! — parece dibujar una sonrisa bajo el velo.
Johanna y Eduardo quienes se habían detenido al escucharla solo la ven extrañados y van tras Fernando.
Ya fuera del quiosco los 3 se juntan en la slaida dodne ya estaba Fernando.
— vaya que locura lo de ahí dentro, ¿no? — dice Johanna sonriendo.
Fernando no estaba muy alegre que digamos, su expresión denotava algo de intranquilidad, era muy incrédulo, pero lo que la bruja le había dicho sin duda le había afectado un poco.
— Solo son tonterías, fue una mala idea entrar ahí… — dice Fernando.
— si, solo es por diversión, — agrega Eduardo — yo no necsitaba que esa bruja me diga que ser un triunfador, voy a trinfar por que soy muy talentoso. — dice sonriendo y ahceindo sonreir a sus amigos.
— si, y yo se que encontrare el verdadero amor, ya verán… no terminare siendo una amargada que se casa por el simple hecho de casarse… — sonríe — además tengo un plan B si no conozco a mi príncipe ideal me caso con alguno de ustedes. — sonríen mientras caminan hacia la calle.
— si, solo son boberías… — secunda Eduardo.
— ya verán que antes de los 30 ya me he convertido en un gran escritor… — dice Fernando — , esa bruja torpe no sabe lo que lee en esas cartita, debería leer alguna de mis historias, no esas viejas cartas… — dice conseriedad.
— bueno, ya olvidemos eso… tenemos que regersar, ya se hace tarde, — Johanna se toma de los brazos de sus amigos y los 3 comeinzan a caminar en dirección al paradero.
2 – Caminos separados.
Finalmente llegó el fin del año escolar, una etapa triste para todos los que cursan el último año, ese último día fue bastante triste para los 3, despedirse de los maestros, de los compañeros, del colegio, del salón, y aunque se verían nuevamente en la fiesta de promoción, no era lo mismo.
Eduardo, Fernando y Johanna se seguían viendo luego de es ultimo dia, compartiendo las tardes, saliendo a divertirse, aprovechando cada minuto que tenían juntos antes de la fiesta de promoción, ya que luego de esa fiesta, Johanna partiría al día siguiente a argentina, donde vivía su madre y donde estudiaría la universidad, así que esa noche de la fiesta también sería la despedida de Johanna, Eduardo también partiría, aunque no tan lejos, el viajaría solo a otra ciudad, su padre aceptó un empleo meses atrás y sería trasladado, había decidido ingresar a la escuela de arte dramático y tratar de hacer realidad sus sueños, por su parte Fernando había decidido estudiar literatura en la universidad de la ciudad, había aprobado meses antes el examen y estaba su puesto ya separado, en unos 3 meses comenzaría a estudiar, tenían todos una gran mezcla de sentimientos, verse era divertido y a la vez muy triste, nadie hablaba de sus planes ya no, antes si, ya que los veían lejanos, pero ahora que están a pocos meses, semanas quizá, la cosa es muy distinta, hablar de eso les afecta un poco y los agobia.
Era una lástima que no podrían si quiera pasar el verano juntos, faltaría Johanna, y no sería igual pensaban los 2 chicos, nada sería igual sin ella, nada sería igual y aunque estaban alegres porque de algún modo comenzarían una nueva etapa en sus vidas se iban a extrañar muchísimo.
Finalmente el día de la fiesta de promoción llegó, todo estaba preparado y listo, los trajes, las flores, el local. Los 3 habían quedado en reunirse en casa de Eduardo, ahí se cambiarían y se irían juntos, sus familias se adelantarían.
— se ven muy guapos, chicos. — les dice Johanna arreglándole a sus amigos las corbatas.
— tu estas despampanante, Johanna — dice Eduardo — se te ve hermosa, sin duda serás la envidia de todas. — sonríen.
— Ya son las 6:30 PM — dice Fernando mirando su reloj, — debemos estar ahí a las 7:00PM démonos prisa, amigos — avanza a la puerta de la salida de casa de Eduardo.
— Chicos… — dice Johanna deteniéndolos en su camino a la salida —… es el último día que estaremos los 3,… —dice sonriendo, o al menos tratando de dibujar una sonrisa. —… no se ustedes, pero… como que no tengo muchas ganas de ir a la fiesta de promoción…
Fernando y Eduardo intercambian miradas y se acercan a Johanna unos pasos.
— Yo tampoco quiero estar ahí… — dice Fernando sonriendo.
— ¿Qué? Yo solo no voy a ir… — dice Eduardo sonriendo también. — Qué les parece si vamos a un mejor lugar… solo los 3… — les sonríe.
— me parece bien… creo que sé a dónde podemos ir. — dice Johanna.
Esa tarde los 3 se dirigieron al último piso del edificio Harrison donde se quedaron contemplando el paisaje y mirando las estrellas el resto de la noche, sin importarles nada más que estar juntos, no les importó el problema en que se meterían, solo se quedaron ahí en la azotea, acostados en el piso con las cabezas juntas, observando el cielo de la noche riendo, llorando, sonriendo al recordar sus aventuras, sus problemas, pensando en el futuro, sus metas, sus sueños; pensando y prometiendo que algún día se volverían a reunir y que pase lo que pase no perderán contacto tan lejos como estén.
Lamentablemente el estudio, la distancia y las cosas de la vida alejan a los mejores amigos, y si bien los primeros meses y casi durante el primer año y medio se contactaban por teléfono y por internet casia diariamente poco a poco comenzaron a contactarse menos y menos.
Johanna comenzó a estudiar en argentina a conocer nuevos amigos y amigas, comenzó a acoplarse al estilo de vida de un país diferente, al comenzar a estudiar ingeniería no tuvo mucho tiempo para sus viejos amigos, se dedicó íntegramente a su profesión, sabía que era por ahora lo más importante.
De la misma forma Eduardo logró ingresar a la escuela de arte dramático y a estudiar actuación, su pasión, lo que le abrió una puerta a conocer nuevas personas, con ideas similares, amantes del cine, la música y la actuación, el teatro le fascinaba y es donde centró toda su pasión y sus esfuerzos, poco a poco se hizo de nuevos amigos, de amigas, su talento sobresalió fácilmente, era un pez en el agua entre esas personas. Poco a poco su tiempo fue volcándose a sus estudios y a sus nuevos amigos.
Fernando ingresó la universidad, y comenzó a estudiar literatura, pronto se rodeó de personas con sus mismos intereses, comenzó a trabajar muy duro a escribir mejor a ver sus sueños cada vez más posibles, se enamoró rápidamente de una compañera de su clase con la cual compartía muchas cosas en común, no fue difícil que se enamoraran. De la misma forma su tiempo se fue dirigiendo a sus nuevos amigos, su novia y a sus estudios.
La vida continuó, los 3 parecían haber iniciado sus vidas como lo habían pensado, si bien no se hablaban mucho y solo algunas veces se escribían y la mayoría de veces ni se respondían, aun se recordaban con mucho cariño.
3 – 10 años después.
Fernando ahora de 26 años ya ha terminado la carrera de literatura y dicta clases en una escuela , no es el reconocido escritor que esperaba ser, pero su trabajo le gusta y lo hace muy bien, vive ahora en un departamento a unos 30 minutos de la escuela, no es la gran cosa, pero es cómodo, tiene una linda novia que al igual que él es maestra llevan más de 3 años juntos, son felices por donde s ele vea, ha escrito mucho, su pasión no la ha olvidado, aunque por más esfuerzo que ha hecho no ha logrado que alguna editorial publique sus novelas, peor no se rinde.
Una tarde al regresar del trabajo recibe una llamada a su celular que lo sorprende gratamente.
— ¿hola? — dice algo confundido al contestar el número desconocido que aparecía en el móvil. — ¿Quién habla? — pregunta mientras deja su portafolios en el mueble de la sala.
— seguramente ya ni te acuerdas de mí, amigo. — le dice esa voz para el hasta ahora desconocida y extraña.
— la verdad no lo recuerdo, no se quien es…— dice extrañado, tratando de reconocer la voz en el teléfono.
— soy yo, Fernando, tu viejo amigo Eduardo. — le dice sorprendiéndolo y riendo.
— ¡no me jodas! — dice sorprendido y riendo alegremente. — ¡no te creo, vaya que ha pasado mucho tiempo, amigo! ¡Que grata sorpresa! — dice sentándose en el mueble.
— 10 años, más o menos desde que nos vimos por última vez, me alegra escucharte, no sabe slo difícil que fue encontrarte, no estás en la guía, gracias al cielo encontré el anuario donde estaba tu número de casa, llame a tu madre y me dio tu numero…
— si, es que me robaron el celular y perdí el número y todo… pero es bueno escucharte, amigo… pero cuéntame, ¿Cómo estás? ¿Qué ha sido de tu vida? — pregunta emocionado.
Eduardo ríe por el teléfono.
— vaya, sería una larga historia de contar, amigo, he tenido una vida digna de alguna película u obra teatral… no podría contártela por teléfono… — le dice.
— Bueno, será pretexto para reunirnos e ir por unas heladas, ya sabes… — sugiere sonriendo. — ¿sigues en la ciudad?
— acabo de llegar hace 2 días, y estoy como loco, he, ¿de verdad quieres verme? — le pregunta.
— ¿Qué pregunta es esa, hermano? Muero por darte un jodido abrazo…
— pues te voy a mandar un par de entradas para el teatro, ahí me veras, tengo una obra que se estrena este fin de semana, solo regrese para ese estreno — le dice dejando a Fernando sorprendido.
— entonces…
— Si, amigo… estas hablando con un muy reconocido actor dramático… bueno, no reconocido aquí en mi país, pero en europa me adoran, tio. — le dice orgulloso.
— vaya, es fabuloso, no dire que me sorpende, era cuestión de tiempo, vaya, es fantástico… tengo tantas cosas que hablar contiogo, que contarte, yo… estoy muy alegre, hermano.
— igual yo, quiero saber muchas cosas de ti, ¿ya publicaste algo? ¿Te haz casado? ¿Eres papá? — pregunta.
— jejeje… de esas cosas no he podido hacer ninguna, hermano, pero termine la carrera de literatura, soy maestro en una escuela, me va bien, y no me rindo, estoy saliendo con una linda chica, es el amor de mi vida, de verdad que si, es maestra de primaria, y ella me apolla mucho, me da muchos animos para seguir adelante, la adoro, a veces solo por ella sigo intentando publicar, aunque ya sasbes que es difícil aquí en este país… justamente espero respuesta de 2 editoriales, espero d everdad que les haya gustado y que me publiquen, eso me haría muy feliz.
— ten fe. Sé que recibirás buenas noticias. — le dice animándolo — he, las entradas al teatro te las enviaré a tu apartamento, enviaré 2, para ti y tu novia, el estreno es este fin de semana, necesito tu dirección exacta.
— muchas gracias, Eduardo, estare ahí sin falta y después de la obra podremos conversar, amigo.
— sin duda, después del estreno siempre celebramos, ya nos veremos ahí, hermano… ah y una cosa más, también me comuniqué con Johanna… — le dice.
— ¿Johanna? Pensé que estaba en argentina… — dice sorprendido — dime; ¿acaso ella también…?
— así es, confirmó que vendría especialmente para ver mi estreno aquí y para nuestro reencuentro, así que ese día después del estreno estaremos los 3 juntos como en los viejos tiempos, hermano.
— será algo fantástico, hace mucho que tampoco se de ella…¿Qué te contó? ¿Cómo le va? — pregunta acercándose a la ventana del apartamento y corriendo unas cortinas.
— pues me dijo que está muy bien, no me dijo más; me aseguró que vendría para el estreno, y conociéndola y escuchándola, estaba muy animada, estoy seguro que estará ahí…
— ya veo, si, ella no se perdería esta reunión con nosotros…. Si que tenemos mucho de que hablar, viejo, son 10 años, 10 largos años… de verdad no me perderé ese estreno por nada de este mundo.
— lo sé, ya tengo separados los asientos para ustedes, menos mal guardé 2 extras, así que tu novia tendrá su propio lugar al lado tuyo…,
Hablaron unos minutos más, aunque guardándose lo mejor para la gran reunión.

continuara...
Franckpalaciosgrimaldo19 de enero de 2012

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