TusTextos

Algo Nimio

>Bajo en busca del subte porque la calle es una mugre. Apenas termino de bajar la escalera: un mar de botellas y envoltorios obstaculizando. Más allá, el tipo de limpieza, tosco y barbudo, charla tranquilamente con un diariero. Lo miro, no sabe que lo miro. Paso como una tromba pateando toda la basura y claro, nota mi presencia. No dice nada, vuelve a su conversación, se caga en su trabajo tanto como yo me cago en el.

Transito por el pasillo arrastrándome casi, sin pensar en nada (pero en nada de nada) cuando de golpe pienso: Licor. Huele a licor, a coñac o algo por el estilo, un destilado fuerte. De puro instinto tiendo cabeza a la izquierda olisqueando y choco contra el molinete, dando una vuelta de ciento veinte grados cual parkour que finaliza en el suelo. Sangre en la nariz, rabia instantánea. Gateo un poco y me resuelvo a seguir, odiando y odiando más. Llega el tren y viajo con un manchón amarronado en el hocico, que no se como limpiar. Tengo la nariz como una frutilla -¿a quién se le ocurre pegar junto a la puerta del subte un espejito?-…
El gusano se empieza a sacudir y le rezo a mamá, mi diosa personal:

'ATEA DE MI ALMA que lo sacrificaste todo por nada, Colcha de mis patadas, Concha de mi existencia, Poesía en la carpeta, Novela quemada ¿dónde estás, ay? Circulás por lo vasto sin ruta real, en lo hondo de otro dios, sin rogar clemencia ya que merecés Tu Descanso, Tu Viaje Santo, Tu Paz Hasta el Fin de las Cosas- Te consumiste como las brujas, a tiempo para callar los ojos de esta creación aborrecible; Hijo, Hijo Mayúsculo me dijiste, clásico de una diosa, no rechazar lo que fue, lo que creó, lo que crió y lo que perdió despacio hasta el rechazo perpetuado. Típico de un dios, típico… ¡MADRE, MAMÁ! Tu delicia ya no existe. Qué grandioso que ya no veas esto, qué genial idea…

Bajo en Alem, aunque más bien subo. Los lúmenes son amarillos, pocos autos circulan; el reloj pulsera engaña, está cuatro horas y cuarenta y nueve minutos atrasado. Hacer el cálculo es posible, claro, pero no lo que prefiero. Se que es de noche, que para el dia falta bastante, que no hay lugar a donde ir y que sin embargo a alguna parte me dirijo, con la nariz como frutilla madura. Algunas pencas con vestido de satén y minifalda de fiesta andan despreocupadas con respecto a la inseguridad total que reina y del frio consumidor (consumador); aparentemente esa clase de mujeres de acero no sienten igual que nosotros los desarraigos,
que flotamos con las plumas y temblamos frente a la gelatina. Ni las miro, ni por impulso animal, ni por sexo; mientras se alejan entre farolas, las oigo reirse algo, probablemente de mi nariz.
Gentio01 de julio de 2013

1 Comentarios

  • Gentio

    pulsera de cadáver.

    01/07/13 08:07

Más de Gentio

Chat