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El Ancla de Noe-

Esa canción le había dado nombre al ensayo, 'el ancla de Noé', nunca lo dije y es que ni pretendí tener que explicar nada ni me importaba que la referencia fuera personal. Yo siempre fui un tipo personal, por decirlo asi al aire, y su título tuvo algo de amargo pero bien intencionado. Terminarlo me llevó varias noches, eso fue en abril, hace un año. Ya diciembre revienta las calzadas de presión y hace bullir las flores en su lamentación subtropical de fin de año. Eso fue en abril, hace un año.

En junio empezaron los levantamientos anarquistas, asi les dijeron más tarde, no era sino en principio una quema masiva de automóviles en las calles y cosas por el estilo. Un diario le llamó 'La semana de la chispa', no importa si bien o mal
sonaba bien. Yo por ese tiempo (es decir, no hace mucho) me encontraba en una época de amor propio extraño, individualista se diría: no me interesaba nada básicamente aparte de yo y yo; recuerdo la picazón que me produjo ver una larga fila de autos desgarrados en palermo por la gasolina encendida una noche. A la repercusión de estos hechos siguió una línea de propaganda vía internet, una muy pesada, entre la que se hallaban también cantidad de virus informáticos y armas de sabotaje simples pero efectivas, de la misma forma que con los autos supongo. Los medios no quisieron tenerlo en cuenta, yo lo supe sólo por estar conectado desde mi lugar, lo cierto es que en el fondo le tuve fe a esta rara tentativa, buena fe o de la venenosa. Mucha gente jóven y no tanto, en desacuerdo con muchas cosas, sin coordinación ni pausa: sonaba como anarquismo.

Bien, lo que me me estrelló en mi asiento fue la televisada toma en retiro donde entre incendios y disparos cayeron 26 policías a causa de unas tardanzas inusitadas del servicio. Se dice que tenía que ver con el precio del aceite, no es seguro. La toma resistió algunas hora que milagrosamente fueron catorce días: en apariencia, sea-quien-fuere se asustó un poco. En agosto era cosa de tener focos de incendios nocturnos en muchos puntos, yo en ese momento me sitiaba en una zona bastante barrial pero la noche se volvía veloz un filoso silencio del cual era necesario escapar a toda costa. No se sale mucho últimamente, en el centro hay mucha violencia de género, los dueños de las locaciones abusan, abusan en todo sentido.
Las deficiencias gubernamentales se hacían visibles a sólo 16 meses de las elecciones, ya desde antes del miedo en las noches, pero no quiero ahondar en esta mierda. Sino en el shock que me produjo ver como propaganda mi mal llamado ensayo 'El arca de Noe' (era ancla, ancla imbéciles) haciendo énfasis en lo metódico del pseudo manual.
Ah, malgastan mucho y nadie pregunta nada, pero vamos desde aquella vuelta supe que podía resultar mal, solo que ni le di bola a la idea ni nada, estaba distraído, sumamente distraído en los métodos de propaganda pacifistas y la creación de máscaras de gas caseras o el peso numérico que haría la diferencia, tanto que no pude evitarlo. Por años no hallaba una paz tan sana al escribir ¡ni siquiera estudiaba señores! Solo quería escribir hondo y largo, mucho. Entonces toqué terrible, desalineadamente subjetivo mis razones y las que me ofrecía la historia para diseñar esta suerte de cuento o manual cuyo mensaje no era otro sino una rebelión dada vuelta, dónde el fuego se veía bello a través de quemas purificadoras. Lo copiarían en blanco y negro hasta hartarse, luego mierda ¡Panfletos con mi cara en grotescos escenarios bombardeados! Dios, era yo... Tuve que irme, y estuvo bien porque siempre soñé con irme, siempre. Mi yo 'personal' me llamó siempre al egoísmo; volé, aún sin amenazas ni crédito ni culpa, solamente temí por los pobres muchachos que no se qué hacían pintando telas, quemando plata y disparando con sus cruces colgadas al cuello desde edificaciones bonaerenses aisladas, en vez de disfrutar de una vez la vida.
Yo tenía cierta culpa, me da igual la verdad. A la economía no le queda demasiado, el problema había empezado por los aceites y hospitales; por suerte la información que me llega es poca, no me decido a salir por mucho tiempo y defenestraría los diarios de hoy. Nunca fui anarquista, pero quise especializarme en tantas cosas la verdad que...
Como sea, no se por qué razón terminé en españa donde pasé mejor por anarquista. Por decima vez, pasando por anarquista, ahh... Cuál sería la razón por la que se esparcen las ideas? no lo se, sólo se que me envolvían sin pedir permiso... volví rápido y me quedé en san telmo, en la casa de la nana, una vecina fallecida hace tiempo cuyas llaves tenía porque simplemente la vieja confiaba en mi.
Recuerdo, cuando perdí el manuscrito en la facultad yendo a buscarla por décima vez como siempre en esos meses de rutina amorosa, el recodo (¡al lado del baño!) el recodo de los sindicalistas rojos con su oportuna mesa vacía. Recuerdo, pienso de nuevo: pude perder mi manuscrito ensayístico de más de una manera, pero no se por qué mierda había también una foto, qué idiota. Que descargo. Otra vez están haciendo explotar las cajas de luz en noche, tengo que evitar el caminar descalzo. Ja, 'el ancla de Noe'...
Gentio14 de mayo de 2012

2 Comentarios

  • Libelle

    Muy buen texto yo mas que abarqyosta me considero republicana pero las,etiquetas a veces nos confunden un abrazo amigo

    14/05/12 07:05

  • Libelle

    Anarquista odio mi,movil siiiii

    14/05/12 07:05

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