TusTextos

Seis

1

Trabajo en paz entre mis gatos cuando puntea el calor
pues ellos enervan la temperatura tanto
como yo;
En ella se esparcen y revuelcan, suavizan las cosas.
Quieren vomitar,
quieren comer pasto.
¿Qué sociedad de pastores condenó a mis gatos?
¿Qué logia, qué mafia celestial,
conjuntivitis hiperespacial,
catarata de Dios?

Mis gatos trabajan esta noche en la mesa conmigo,
y lo que trabajan
es el sueño de saber, de enterarse porqué.
Porqué.

2

Estoy de vuelta en un telo, enrosacado con una serpiente.
Mis mayores sueños: donde nunca trabé
estos ojos de porquería que al fin
han de ensuciarse con cuanta cosa anhelen toquetear.

¡Eep, mansos, infelices...! Mansitos...

3

Las paredes charlan con las moscas
cuando me ven encender el cigarrillo del dos mil treinta
con un soplete de monstruo verde y brutal
y sofocar una espinilla que supura veranos molestos...
Siento poder crear el máximo...
-Desahogo-
Tomo un mate mientras oigo canciones y hago estas memorias, las hago del desahogo de ahora, cuando mi cigarrillo tecnológico se desaparece en la mano, no me quiero dormir. ¿Por qué querrí, por qué dormitar pobremente cuando puedo escribir más allá de la angustia en el mismo terrorismo de la angustia cuando los relojes invariablemente tocan la mitad del reloj, el borde del día y la noche, la espera, el descontento por el pasado? Dios, sumergirme en los abismos múltiples de Buenos Aires, en las callecitas de piedras incognoscibles y chapas, concretos que se hacen pelota según pancheros cubanos de Retiro, Laferrere, La Boca, el extraño puerto el agua y el más allá pero más bien acá...
Tanta tranquilidad hecha jazz hecha hip hop hecho yo escuchando y chupando mate como un tubo en la Matrix que tanto miré y analicé con ojos de lince.
Este ciclo tiene un fin, me emociona porque no morí y tal vez podré ver el próximo y el que le sigue, todo depende de las duraciones, de los años y sobre todo de los presagios y de como los interprete, y si lo hago incluso... El mate está ahí y mientras tanto debo, me merezco el honor y la sangre de hacer algo. Intento escribir, todo me remite a mis sueños de despierto, ellos son mi raíz, aunque vana, mía. Muy mía.
Cierto, la tierra tuvo pirámides y jardines de hombre, sombras de edificios y estatuas de dioses, grandes empresarios de la sangre en las plazas centrales, venerados como los Asirios o los griegos, con su adoración al conocimiento. La tierra tuvo puentes de madera y canciones que significaron cosas, sentimientos en corazones de poetas malcriados de principio de 1880. Todo junto en revuelta, en revuelta de revolución sin causa y de causa sin pausa y parto de mujer y ojo de perro hambriento en la noche de un barrio bonaerense... Las marcas de la civilización humana acá no pueden borrarse con nada, excepto por la misma naturaleza que nos abrazó o el fuego fatuo de un Dios Inmenso Y Celoso, verdaderamente Celoso. Peor será el tiempo que venga, pero me veo como un artífice, en vías de destruir el teclado de plástico negro desmarcado, de lavar los cerebros con ideas sujetas a parámetros sujetos a intenciones ocultas. Sujetos. Sujetos siendo sujetados. Porque quien no pueda entender esta postura enfermiza, socialmente enfermiza, no logra entenderse a si mismo en la posición de una historia humana entera fracasada que va a la caída inevitable por descreimiento e ignorancia; que cuando uno se levante ve las volutas de humo en el horizonte, que cuando se acuesta oye tiros y estampidos en el barrio, que es dos mil once y ya no hay demasiada escapatoria, pues hay conocimiento de todas las cosas, y aún hay idiotas cuestionándose la idea del zurdaje, o river o boca o la puta o el tratante... Todo es mera charla con nosotros, nadie nos culpa ni yo tampoco lo hago, pero cuánto desprecio a esa humanidad a pesar de ser ella yo también, de actuar compulsivamente como ella, a reírme con ella. Es el estilo de los demonios, ellos nos proporcionan la visión y los modos de su religión, las formas de la nueva hechicería que funciona para tantos y perjudica sucio. Nadie lo vera, Nietzche lo sabía tan bien como yo, yo tan bien como él, los dos como algunos que siempre seremos pocos pero estaremos más allá de la esperanza y su opuesto, porque directamente no pedimos la existencia, desdeñamos la existencia, no nos conforma la existencia y para colmo no tememos abandonar la existencia y eso nos mantiene. El Dios Nada.
Ah! los edificios son hermosos! Ya desearían en otros sistemas interplanetario tener astilla de nuestro coraje aún dominados, aun imperfectos, aun vástagos! Todo nuestro material y materia de vidrio y fibra con nylon se hará tan alto como en las fotos que nos vanaglorian. Yo no puedo evitar escuchar Slipknot y sentirme fuerte para con todo, libre para ya por fin guerrear voluntariamente, hundirme en la sangre del sacrificio de la circunstancia.
Más de uno está ahí afuera al borde de la muerte por el frio, yo no puedo decir ser inteligente, pero mi materia tal vez sea hablar por ellos mientras develo lo que todos ya sabemos. Pero no los digamos, ya lo sabemos todos, ¿no?
Miro a los seres inteligentes de las estrellas desde Misiones, y se me antoja que esos seres no tienen ni de regalo un paisaje donde mirar las estrellas como el de Misiones. No son inteligentes, jamás van a contestar, sea por eso, sea porque no...
Ninguno va a encontrar la respuesta, no hay una paralela, sólo la horas pasando, logrando que nos sintamos raros y hermosos, y lo horrible será reflejo de lo hermoso, como los hombres con las mujeres (y allí también). No hay planes, no hay amalgamas como bien decía el rapero, porque la vasta invención humana no encuentra ni explicación ni reparo ya. Entonces quiero hacer el amor y embriagarme porque no hay modo de que alguien ya me escuche, quiera. Es una barbaridad, siempre fuimos bárbaros. Extraño. Pero las tuberías harán aún ruiditos y las camas crujidos y las ratas roen, es inexplicable, es ver la tierra como las ruinas de la tierra y nosotros, todos los millones, como causantes y sobrevivientes del maldito desastre de proyecto de civilización. Qué barbaridad.
Todo me remite puntualmente (siempre) a la misión, el objetivo particular hacia el que me encaminaré, la sangría borracha en las arterias emborrachándome y el gatillo metálico de la pistola... Fffffffffff... Pensamiento y sus enramajes-entramajes--- todo es una promesa hecha a una mujer que no se si quiero más deseo y le miento en su cara como ella a mí.
Los niños seguirán en las plazas, pero educados por la televisión nueva era y el ausentismo, entre las zapatillas de cientos de pesos y las oportunidades de pisar cabezas. Ellos pobres de ellos, que no podrán elegir ni al mísero nivel que lo hago yo. Pobres. Y la basura, y los que se alimentan de ella y entre ella levantan casas de zinc, de miedo, entre pasillos de cocaína donde jamás se jugó al ajedrez más se práctica la teoría a mansalva, los policías haciendo sus transas con los medianos, golpeando a los bajos, ellos, ellos los que siempre actuaron por si mismos y esperan babosos su próxima dictadura. No tengo fuerzas contra esos, apenas soy dueño de mis horas, y bien es como una disculpa, porque en verdad me apenan los afectados, esos que también pretendo culpar, juzgar con toda zaña porque tan sólo añoro llenar línea tras línea, de lo que sea, pues ya no importa. En la dejadez y en las pastillas encuentro el aliento, en los chocolates y las nuevas relaciones que dan miedo. Me voy a olvidar de muchas de estas cosas, sino todas, y la vida se me pasará de hecho en hecho y recuerdo en recuerdo. Cuando me valla, espero no haber matado, espero haberme arrepentido. Pero eso será cuando piense en la muerte como algo venidero. Ahora, ignorantemente feliz y en vías de hacer desastres. Nada va a funcionar igual como lo desee ni por lejos, en siete días puedo estar fuera de mi casa, cansado, acribillado, mientras tanto, con sangre sobre el teclado, escribo interminablemente en la barrabasada más grande que hice: disfrutar el sonido del dedo contra el plástico, el rasgueo y el “clack” de la barra espaciadora. Podría hacer espacio con esa barra de invisibles eternamente pero ya, para eso tengo mi vida señores...
Bien, afuera los muros se quieren seguir cayendo a pedazos y espero que suene el celular hace varias horas, espero... Tengo la esperanza de molestar unas cuantas gentes aún.
¿Cómo apago el lazo con el mundo físico? Una trama compleja, compleja y vieja. Ninguna de las personas que vueltean afuera en la calle fría, ya pasado un día dos tres quince, ninguna me puede ayudar puntualmente. Pero todas cuadrarían en su circunstancia, en su momento específico, todas. Ninguna, todas, siempre amé la maestría de la vida para hacer nudos de hilos; es una caldera afuera y adentro, por culpa del fuego mal direccionado en esos corazones, hacia las biblias que leen vagamente, vanos en fe… Fuego abierto y en pleno uso de libertad.

4

Estados Unidos vs. cualquier país tercermundista,
¿Quién gana?
Azazel.

5

Martes.
Despierto a tientas.
Doce cigarrillos antes del mediodía.
Camino trastabillando. Un amigo, liberal a toda costa en su opinión,
prende un Marlboro.
Confundo un maldito avión
con un avistamiento o.v.n.i.
Me desanimo porque vivo la réplica del lunes,
¿pero qué voy a hacer, salirme del juego?
Caigo refugiado en los gatos, pregunta sin respuesta
que es más respuesta que pregunta.
Me inquieto,
me acuesto
y duermo
pensando
si podría acaso un otoño, sólo de fébril, durar veinticuatro horas.

Domingo.
Despierto con el augurio de que el edificio está rodeado de humo.
Café, aspirina, seis cigarrillos.
Camino, y se que mi corazón es una bomba.
Un profesor de matemáticas ancho de perspicacia se toma el momento,
y prende un Marlboro.
Camino como si buscara cerebro.
El letargo propone epílogos, por lo que confundo unas cuantas personas
con otras tantas de la montaña.
Un ave. El Domingo proponiendo estirar las agujas,
para que hasta lo inevitable se demore
¿y en eso no transitamos, devoramos todo el viaje?
Ya sin ver, esquivo mis gatos.
Me aburro
desmiento
me hago al vacío
y duermo
pensando
que el hombre comprende inútilmente al lunes.

6

Él quiere fraccionar mi pulso en mil partes decisivas.
Y yo prefiero un minuto nocturno será,
que la noche me tolera harto, demasiado comodamente.
Todas las noches se nos vienen encima belleza
e impaciente como una mosca en verano
tembloroso como lacra con frío,
espero doce horas
estallo doce horas
desmayo.

El durmiente es soñador
está más despierto,
abraza la catatonia en
puro estado de coma.
Él quiere fraccionar mi pulso
[¿cómo lo culpo, cómo lo entiendo?]
Él creó todos los jardines y yo hice a Babilonia,
el tipo me rodeó de piedras y después mandó matar a Goliat
hay nenitos que conocen la historia.

¡Quién no quisiera ser un pájaro
para que su sien sobrepase todas las sienes!
Otros añoran a los fenicios
sentencian con el griego,
reconocen por sus venas que son de Esparta.
Reconozco, por nuestras venas ha corrido lo mismo,
Imperio más, imperio menos
nos queremos olvidar
¡Y él me culpa, y pretende fraccionar mi pulso!
¡Negáme mejor la vida!
¡Nosotros inventamos el tuteo con tilde, acentuado de calor!

Espero sólo a distancia del universo déspota
espero, como un déspota a distancia del universo
y él espera sólo, distanciado de estos déspotas.
Si vivir no es un círculo
bien puede ya no ser,
no es tampoco el fue
no, y mucho menos el será.
No es entonces más que un círculo. Despójense.
Insulto porque
es tan circular como el orígen mismo de la esfera
y tal vez le encuentre el mismo significado muy
divagado, tal vez lo aprecie lo mismo en lo hondo.

¡Y ahora después que todo y antes de nada,
te aventurás a fraccionar mi pulso!
Andá, si ves que la entrada está abierta
pero comprendé:
¿qué mérito te concedo
como padre
si eres
el hijo
de sí ?
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Gentio09 de diciembre de 2011

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