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Vuelve a Casa

invitación para que, donde quiera que te encuentres, vuelvas a casa

saludos...
este es un presente, es un pergamino que se ha escrito exclusivamente para ti,
un habitante extraviado, que tiene un hogar lejos, más allá de la silueta montañosa que se recorta contra el cielo azul.
ha sido escrito y ha sido sellado... traído por el viento en uno de sus incontables viajes,
un viaje más en su larga vida, vida que se cuenta por eones, eones que no detienen su cuenta.

como puedes ver, el pergamino ha sido finamente tallado y ha sido firmado...

trae la firma de un lancero: hacía 3 días que no se tenían noticias del frente. era conocido por todos que la batalla se recrudecía, la locura de una guerra cegaba y no se vislumbraba un pronto final a la insensatez. un lancero siempre está al frente, donde arrecia la batalla. encarando y poniendo a raya a lo feroz de la caballería enemiga. pero el capitán Reggard envió algunos soldados a firmar. Conell vino todo lo rápido que pudo, acompañado de su lanza, fina, fría, afilada y altanera, pero compañera al fin. su firma es elegante y con grandes ganchos, elegante y reverente.

también firma el guerrero: hombre fuerte, barbas tupidas, rostro duro y manos ásperas. acostumbrado a cien días de viaje sobre las montañas. un soldado en toda la regla. su sello no denota elegancia alguna (igual que su presencia), son garabatos despeinados como su cabellera. pero el honor del gremio de los de espada está en juego y no puede quedar mal. con todo y sus carencias escribanas, su firma lleva el honor y el orgullo de la espada valiente.

adjunta su sello el caballero: es una firma de gran valía, ningún pergamino es un pergamino honorable sin la firma de un honorable caballero. sus atavíos son suntuosos, magníficos... ostentosos. la fineza llevada al frente de las más crudas batallas. el caballero baja de su caballo, no luce la elegante casaca del lancero, por que estropearía el brillo azul escarlata de su armadura. luce impecable, con una espada que enamora con solo mirarla, eso, mientras no seas su enemigo. miró a los presentes, retiró su guantelete y tomó la pluma con su diestra, mientras con la otra mano sostenía un rizo de cabello que caía sobre su frente. firmó despacio, lentamente, una línea por aquí y otra por allá. aparecían líneas separadas por grandes espacios y seguidamente un fuerte lazo las unía. firmaba como creando una obra de arte, hasta que al fin terminó, puso la pluma en el tintero y exhaló, por que había dejado de respirar.

pero no solo los grandes, los honorables y los valientes han firmado,
también firmó el pastorcillo. dejando caer su viejo cayado, secó rápidamente el sudor de su frente, roja y caliente aún por el sol de la tarde, y tomando la pluma con mucho cuidado, se apresuró a garabatear su nombre.
firmó el jardinero, que aún arrastraba el aroma del jardín y el carpintero lleno de aserrín. firmó el bardo, el poeta, el hacendado y su criado, la doncella libre y la desposada, el hechicero con su magia y sus pesados libros, el alquimista y su sabiduría, el herrero y la criada...

todos firman por que te quieren de vuelta al hogar lejano. seguro que has sentido deseos de volver. si alguna vez has sentido dentro de tí un pensamiento que te dice que no perteneces a aquí, es tu corazón que te llama. si alguna vez has alzado tu mirada sobre el horizonte y has sentido el deseo de volver a casa, es que estás recordando a donde perteneces. vuelve pronto a tu cabaña, a tu hogar... vuelve a tu viejo lar.
Gerardo08 de marzo de 2012

1 Comentarios

  • Gerardo

    muchas gracias, la verdad que no sé en que género encajonarlo. en todo caso, gracias a ti y a las personas que se tomaron el rato para leerlo. se agradece.

    08/03/12 09:03

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