¿Y qué si soy tonto? ¿Y qué si no pienso las cosas antes de hacerlas? ¿Y qué si tardo demasiado en ver que ya no funciona? Pero ahora ya da igual. Ahora ya nada importa de aquello. Ahora tocan días de tristeza. Días de pensar que hubiera pasado si todavía continuara aquello que un día fue bonito. Ahora tocan días de sonreír a la gente aunque en verdad quiera llorar. Tocan días de poner buena cara y callar. Quiero meterme en la cama y no salir nunca. Quiero descargar toda mi tristeza y mi ira contra la almohada a base de puñetazos. Quiero estar solo, con mis penas y fantasmas. Quiero olvidar todos los momentos que pasé contigo, pero son demasiados y tú ya los olvidaste. Sólo quiero una cosa. Esa cosa eres TÚ.
