Día a Día
Hoy me he levantado con un único pensamiento, con una única persona en mi mente. Hoy me he levantado pensando en ti, contando los días para volverte a ver. Imaginando de mil formas diferentes el momento del reencuentro.
Un beso corto y un gran abrazo, o un apasionado beso mientras te rodeo con mis brazos y tu te pierdes entre ellos, quien sabe. Son miles o tal vez infinitas las imaginaciones, pero con un mismo sentimiento. El mismo que siento cada vez que te veo. Es simplemente felicidad.
Aguardo impaciente y me acuesto por la noche imaginándote, apoyada en mi pecho, tranquilizada por el suave recorrer de mis dedos por tu frente y que, cariñosamente, descienden por tu mejilla. Visualizo tus ojos clavados en los míos y escucho el silencio del momento. Sobran las palabras para describir los sentimientos. Tan solo el tenue sonido de un te quiero y un beso bastan para que te vuelvas a acurrucar y, una vez más, hagas que me sienta la persona más afortunada del mundo.
Hoy, como cada día, recorres todos mis sentidos. Puede que sea desde la distancia, pero te aseguro que no hay distancia que cambie lo que siento por ti.
Hoy y siempre, te quiero.
