La existencia es un laberinto que tiende a ser un fractal. Esquinas del pasado que repiten, matemáticamente, una serie de experiencias en un ahora perturbador. Ícaro representa el impulso de la huída. Su falsa libertad tan sólo era algo refencial, pero jamás vivido. Comenzamos a existir en un laberinto masivo, amplificado por las psicologías de masas, por la necesidad de negarnos, por la incorporación al muro que sostiene el laberinto. La existencia, la dimensión analógica de su definición, se coloca en estratos y creamos una acumulación de experiencias. Vivir es una experiencia biológica; existir es un calculado posicionamiento en puntos diferentes del laberinto. Ícaro basa su proyecto en determinar su propio punto en el exterior. Se eleva y, desconociendo que no es una existencia voladora, agoniza en su desequilibrio. El acto en sí tiene muy poco de racional y denota una clara pulsión de muerte. Con su caída murieron los sueños. La existencia, que vigilaba las razones de un océano pavoroso, contempló su última marea. Ícaro no lucha, no establece un dilema, no tiene creencias sólo se alimenta del progreso del laberinto y de sus sueños. ¿ Hacia dónde caminamos en esta existencia controlada ? Creo que nos posicionamos en ángulos diferentes. Vemos el laberinto desde perspectivas contrarias y creemos que con cada cambio algo sucede. Pertenecemos a una cultura clásica y mitológica. Razonar es una cuestión de geometría, o un deleitarse en el énfasis del discurso. Discurrimos cerca de las orillas de la Laguna Estigia y poseemos la oportunidad de "Icarizar nuestra existencia". ¡Quedémonos solos frente a l oscuridad ! El silencio se escucha. Las arterias marcan un acompasado ritmo y convertimos las sensaciones en pura estructura orgánica. La riqueza de este ejercicio no es otra que corroborar nuestra identidad estomacal, nuestra corporeidad delectante, nuestro ser y nuestra nada.

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4 Comentarios

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  Serge

  Grekosay:
  Amigo estoy realmente asombrado con tu filosofía y todo tu bagaje cultural, hablar de la existencia es un tema tan complejo e inextricable, la vida en si no se puede escrutar y comprender pero tenemos que vvirla como es.
  Es un placer leerte y un honor tenerte en el foro.
  
  Sergio.

  03/06/10 06:06

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  Retales

  Esa Laguna que nos absorve por nuestros designios, somo fieras sguidoras de ese icarismo intermitente. Despedirnos de todo lo material haciendo una incursión en el mundo de la meditación, del nirvana, del poder abrir nuestros chakras...todo ello nos llevaría a conocer mejor nuestro interior, vivir sin necesitar lo superfluo..lo innecesario.Conseguir elevar nuestra Alma.
  Un abrazo gran filósofo.

  03/06/10 10:06

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  Deox

  Realmente... intrigante...
  
  Es totalmente indesifrable la manera en que suceden las cosas...
  
  pero tu escrito da una perspectiva bastante creativa y buena...
  
  realmente un gusto profundizar en tus textos...
  
  un abrazo y mucha suerte para ti

  04/06/10 03:06

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  Aroint

  El ser humano es un gran arquitecto de sueños. Es paradójico que le demos más peso a las "realidades" que nuestra mente fabula que a las que nos rodean. Somos artífices de grandes creaciones destinadas a satisfacer lo que creemos que hara cumplir nuestros anhelos. Como siempre, olvidamos escuchar la sencillez del corazón frente la grandilocuencia de la mente. Ícaro esperaba ver cumplidas todas sus expectativas alcanzando el sol, necesitaba sentirse alguien, necesitaba sentirse superior. Tendría que haber buscado ese sol en la plenitud de quienes le amaban, en el amor por si mísmo, pues cada persona tiene algo especial ya que todos somos únicos.
  
  Nuestra cultura esta cimentada por el gran el error de Descartes. Pienso, luego existo... nada más lejos de la realidad, pues la consciencia de existir tan solo se puede hayar en el sentir...
  
  Siempre es un gusto leerte.

  04/06/10 10:06