Manuel no terminó de aprenderse el poema que recitaría en la parroquia. Lo repetía sin cesar en cualquier parte, pero no lograba aprendérselo. Cuando llegó el día de su primera comunión se olvidó de todo. Lloró amargamente sobre su almohada y su madre trató de consolarle. Llegó la hora y su traje blanco no le gustaba. Tampoco sabía a dónde iba y por qué. Su madre le decía que Dios vendría a verle. Pero su miedo era mayor: ni Dios ni poema, y encima los pantalones no eran vaqueros.

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4 Comentarios

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  Serge

  Grekosay
  Amigo siempre me sorprendes al leerte porque cada vez te apareces con algo distinto, contigo ya no se a que atenerme pero me encanta esa versatilidad que hay en ti.
  Es un honor para mi leerte.
  Mi teclado se ha desconfigurado, no encuentro los dos puntos, las comillas, todo se ha mezclado.
  
  Saludos.
  
  Sergio.
  

  27/05/10 11:05

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  Retales

  Pobre Manuel, mejor que no la haga ya que ni Dios vendrá ni el poema recitará. Y esos "pantanes"... seguro que con los vaqueros iría pero solo si en lugar del poema recita un rap.
  Un abrazo y gracias por tu bellisimo comentario en mi pequeño "retal"

  27/05/10 11:05

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  Abyssos

  Que tragedia... sobre todo por los pantalones... ;)
  
  Es un mini-relato bastante singular.
  
  Un saludo.

  28/05/10 12:05

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  Gabrielfalconi

  jajja pobre manuel me hizo acordar a mi nene de 10 años
  a veces lo llevo a lugares y cosas que en realidad no se si le interesan
  a la comunion no..... porsupuesto.
  saludos

  28/05/10 04:05