Suicida En El Cuarto 46
Bajo la luz de un cielo eterno y fuera de cualquier concepcion, vuelco la vista hacia el interior de esta habitacion de hotel corroido por el tiempo k de tiempos lejanos y gloriosos a pasado, atras quedaron los dias en los cuales sus corredores eran pisados por hombres llenos de lujos y potestades de poder y gran autoridad al menos moral no muchas veces monetaria.
Aquellos dias en los cuales estas habitaciones eran cuna de romances tal vez de una noche y donde las ventanas mas de una vez debelaron un amanecer los cuales mas de uno pudo admirar, esos tiempos ya ha pasado la esperanza de este hotel se han ido sus cuartos solo guardan amarguras y sufrimiento, y asi en este mi cuarto de hotel en el cual guardo mis ultimas gotas de razon y cordura, alli entre una luz medio venida a menos, en mi catre frio y duro.
escucho un estruendo venir de fuera de esta habitacion en el corredor color carmesi similar al color de la sangre cuando se seca, y de la cual muchas veces e rehuido ver, pues su aspecto mas que cualquier cosa me recueda a los tiempos en donde gansters y policias se mataban por el hecho de tener poder y algo llamado gloria y fama, conceptos tan perdidos como los mismos llamados agentes del orden los cuales con oprecion solo desvocan en caos y rebeldia.
Y levantandome de mi catre como si de una tumba se tratase camino unos cuantos pasos para llegar a la puerta y al girar la perilla y abrir su desvocada puerta a la realidad del mundo veo en frente de mi puerta en el cuarto del frente un cuerpo bañado en sangre con un arma a su lado, pobre infeliz quitarse la vida, ¿que razon pudo llevar a este sujeto a quitar de su propia mano su vida?, algo tan valioso que no se repite y de lo cual no dan segundas dosis, puede que la vida sea dificil, incluso agobiante y desesperante en algunos puntos pero aun asi es valiosa e increible, cuantos desearian volver a ver una puesta de sol cuando esta entona en rojo y naranja, como las frutas al caer de sus padres llamados arboles listos para germinar al tocar los labios de un ser vivo y mostrar sus facinantes sabores, cuantos desearian estar un minuto o mas junto a quienes mas amaron , y este hombre cuyo cuerpo yace en frente de mi puerta lejano de toda realidad, cuyo pasado me es desconocido y el cual no quiero conocer por desvanias y variantes alegres y tristes que este tenga, cubierto en una cobija de su propia sangre entonando con el color de este hotel y sus pasillos de color carmesi, sin razones para llorar su partida y parido al otro mundo de la misma forma que llego a este cubierto de un agobiante dolor y sangre me despido de este sujeto del cual no se su nombre solo el numero de su habitacion 46, mientras camino recordando al suicida del cuarto 46 recorriendo el corredor de malos recuerdos y pisos de madera corroida por los años que no permiten olvidar que su existencia deja huella, bajando las escaleras al mundo real, y mirando en su finalizar al hombre que guarda este hotel, llamado matias riendo mientras me acerco a el con plena sapienza de lo ocurrido en el cuarto 46, llevando agua y un trapiador, justamente para dejar atras la huella del suicida que tal vez quiso dejar huella en este lugar pero ahora el guarda de este hotel llamado matias iba borrar.
Caminando a la puerta donde el mundo real y la realidad de este hotel se separan y a su vez se juntan, cruzando sus puertas oliendo la realidad de esta ciudad mirando hacia las ventanas de este hotel llamado muerte y desosiego, viendo a un cuarto donde la luz aun no se extingue como en el cuarto 46 y su vecino el cual marcha hacia la realidad.
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Halkonkain
gracias por ese comentario
lo tendre en cuenta
04/05/11 03:05
