TusTextos

Conversacion Gordo y Chica Random Parte 2

-“¿Qué estás haciendo?”

-“Soy como McGyver: con un papelito y un poco de hierbas estoy armando una nave espacial para irme bien a la mierda.”

-“¿Puedo subirme?”

-“Es que estoy la esperando a que Vero para fumarlo.”

-“¿A dónde fue?”

-“A hablar con el Saltamontes.”

-“Tonces tiene para rato.”

-“¿Por?”

-“Y por lo que veo, vos tenés para armar mil novecientos porros. Fumemos este y hacemos otro después.”

-“¿Por qué decís que tiene para rato?”

-“Al Saltamontes le encanta monologuear.”

-“No tenés idea por qué la llamó para hablar después de tanto tiempo, ¿no?”

-“Depende.”

-“¿De?”

-“De si me convidás un cachito de esa nave espacial o no.”

-“Uy, pelotudo. Tomá, tomá.”

-“Relajate un toque, che. Sos 70% nervios y 30% persona y eso que te vi fumando un porro antes.”

-“¿Por qué la llamó el Saltamontes después de tanto tiempo?”

-“Uh, muy bien. Flores.”

-“No voy a meterme en los pulmones una mierda que mea un indocumentado. ¿Para qué la llamó?”

-“Calculo que para decirle lo mismo que a todos nosotros.”

-“¿Qué cosa?”

-“Y… lo típico que dice el Saltamontes. 50% utopías y 50% frustraciones. ¿A vos no te llamó?”

-“No soy del grupo. Vine a hacerle la segunda a Vero.”

-“No sé si te creo.”

-“¿Qué?”

-“Creo que Vero piensa eso. Vero piensa que viniste a acompañarla. Pero vos viniste acá por otra cosa.”

-“Uy, te pegó para el orto, pelotudo.”

-“Así es como te voy a pagar.”

-“¿Qué? ¿Me podés contestar? ¿Por qué la llamó?”

-“Gordo infradotado.”

-“¿Qué?”

-“Siempre todos me dijeron así. Me siguen diciendo. Gordo infradotado.”

-“No sabía.”

-“Cómo pegan estas flores, che.”

-“¿Viste? Están buenas.”

-“¿No querés un poco? Después de todo, son tuyas.”

-“Es que ya fumé con Vero y estoy medio ida y quiero mantenerme atenta.”

-“Estás con los hombros por las orejas. Dale una seca.”

-“Bueno, una.”

-“¿En qué estábamos?”

-“En que te dicen gordo infradotado.”

-“Cierto.”

-“Perdón.”

-“Ta todo bien. Hoy lo habré escuchado, fácil, diez veces. El 30% me lo dice en la cara. El 70%, no. Gordo infradotado. Soy el único del grupo que está cobrando bien, que compró un depto, que tiene un auto, esposa, hijo. Tengo un trabajo que amo. Estoy aprendiendo inglés. Voy a unas clases de carpintería que dan a la vuelta de casa porque me encanta el aserrín. Hago lo que se me cante las pelotas. Estoy contento, estoy contento con mi vida. Pleno es la palabra. Y todos acá están con que no quieren laburar más de lo que hacen, que no se bancan a su pareja o que, no sé, Facu y Fede recién estaban con que se quieren ir en una camionetita por toda América cogiendo pendejas. Están todos tan infelices. Y yo soy el gordo infradotado. ¿Sabés por qué me dicen así?”

-“Y, pelotudo. Sos gordo.”

-“Estaba pesando setenta kilos cuando me lo empezaron a decir.”

-“Jodeme.”

-“Ahora estoy en ciento veinte.”

-“Pelotudo, te fuiste a la recontra mierda.”

-“Fue en Bariloche. Quedé desmayado de la noche anterior y me pusieron en pelotas en la nieve. Me sacaron mil novecientas fotos. Y por cómo estaba tirado en la nieve parecía, parecía, que tenía algo, algo, de panza. Y obviamente hacía frío y se me achicó la pija.”

-“No quería tener esa imagen en mi cabeza, pelotudo.”

-“Ahí fue cuando arrancaron con lo de gordo infradotado. Todo el tiempo me decían gordo infradotado. Todo el tiempo. No moría más el apodo. Me lo decían tanto que me lo empecé a creer. Empecé a morfar como un hijo de puta. Y hará, no sé, siete, ocho años, me vi en pelotas en el espejo y me odié. Pero me odié jodido. Y ahí empecé a romperme el culo. Pude laburar de lo que me amo, ganar bien. Encontré a mi media naranja, tuvimos un hijo. Y a veces siento que estoy tratando de impresionar a una manga de hijos de puta que me sacaron la ropa cuando estaba desmayado en la nieve y sacaron fotos. Aparte en esa época no había cámaras digitales, ¿entendés? Las tuvieron que revelar.”

-“Uy.”

-“Alguien laburando en una tienda de fotos las vio. Me vio en pelotas en la nieve. Vio mil novecientas fotos mías en pelotas en la nieve.”

-“Perdón, pelotudo. Perdón que me ría. Es muy gracioso. O sea, es triste. Pero no puedo-- No puedo parar de reír. Perdón. Perdón. Ahí está. Ah, qué hijo de puta que sos. Estoy llorando.”

-“Y no pude bajar de peso.”

-“Qué hijo de puta. Vos contando algo tristísimo y yo llorando de la risa. Ah, perdón. Estas flores están muy buenas. Ah. Ahí está. Ah.”

-“Y por más que tenga depto propio y esposa y un hijo y un auto y el laburo que amo y mis clases de carpintería y todo lo que se te ocurra, si me tropiezo delante de ellos soy el gordo infradotado.”

-“Qué hijo de puta. Es rarísimo cómo algo puede ser tristísimo y comiquísimo a la vez.”

-“Si estornudo raro soy el gordo infradotado.”

-“Qué garrón, pelotudo.”

-“Aunque no haga nada. Por ahí estamos charlando y hay una última porción de pizza y nadie la come y me estoy cagando de hambre. Pero no la voy a comer. Porque no quiero quedar como el gordo infradotado. Lo tengo en la cabeza, ¿entendés?”

-“Te re entiendo. Me encantaría decirte algo más fuerte que ´Te re entiendo´ pero… las palabras… me cuesta… estoy…”

-“¿Querés que te vaya a buscar un vaso de agua? ¿Coca? ¿Algo?”

-“Encima re bueno el gordo infradotado.”

-“Tomá, comete esta empanada así bajás algo.”

-“¿De quién es?”

-“No sé pero nadie la mordió.”

-“Esta noche es un caos, pelotudo. Mhm. Qué buena que está. Pero vos… ¿por qué me estabas contando todo esto?”

-“Cierto, me olvidé. Gracias. Porque me diste un cachito de tu nave espacial y te quería pagar con algo.”

-“¿Con una historia tristísima? Perdón pero es tristísima tu historia, pelotudo.”

-“No. Con un consejo te quería pagar. Decís que viniste a acompañarla a Vero.”

-“Sí.”

-“No te creo.”

-“…No me creas, pelotudo.”

-“¿Ves? Se te hizo un nudo enorme en la garganta. Creo que 20% estás acompañándola y 80% estás controlando.”

-“Nada que ver, pelotudo.”

-“Mirá qué loco. No me preguntaste qué creo que estás controlando. Enseguida negaste estar controlando.”

-“Te pegó para el culo, pelotudo.”

-“Usás mucho la palabra pelotudo. Es una manera muy torpe de alejar a la gente.”

-“Mirá, todo bien pero no te conozco. Venís, fumás mi porro, me contás una historia tristísima y encima ahora me bardeás. Todo bien pero se acabó el viaje en la nave espacial.”

-“No tiene sentido que disfraces que estás enamorada de ella.”

-“…”

-“Porque lo estás.”

-“…”

-“Todo este tiempo no dejaste de mirarla de reojo. Está bien con el Saltamontes. No le va a pasar nada. Le va a hablar de cambiar al mundo o de irse a Malasia. Pero la estás mirando todo el tiempo con la mandíbula tensa porqué estás controlando. Estás controlando que no pase lo que no querés ver. Estás controlando que ella no lo mire enamorada, que no se besen de repente y se pongan a coger en la vereda.”

-“Bajá un poco la voz. Siento que nos están escuchando todos.”

-“Estás paranoica por el porro.”

-“Igual.”

-“Bueno, bajo la voz.”

-“¿Es tan evidente que estoy… así?”

-“La gente que alguna vez miró incorrespondidamente a alguien reconoce a gente que mira igual de incorrespondidamente a alguien.”

-“¿Pensás que Vero no me…? ¿Que ella no podría…?”

-“Vero es una hoja en el viento. Ahora es incorrespondido únicamente porque lo más seguro es que ella ni pensó la posibilidad y vos estás hasta los ovarios de amor por la mina.”

-“¿Se nota tanto?”

-“Te sonríe el alma cuando decís su nombre.”

-“Sos re buen tipo, gordo infradotado.”

-“A eso quería llegar, ¿ves? Ahora, cuando ella vuelva de hablar con el Saltamontes, vos le vas a decir lo que sentís.”

-“No.”

-“Le vas a decir que la amás.”

-“Ni en pedo.”

-“Se lo vas a decir.”

-“No, pelotudo. No. No quiero arruinar nuestra amistad.”

-“Así es como te voy a pagar. Si te vas de este bar sin decirle a Vero lo que sentís por ella te juro que cuando te estés yendo te voy a agarrar y te voy a bautizar.”

-“¿De qué mierda estás hablando?”

-“Te voy a bautizar con tu apodo. Un apodo que elegí para vos. Y de la misma forma que me pusieron gordo infradotado por una pelotudez en la nieve hace, no sé, ¿quince años?, y ese apodo me agarró al alma por los huevos y no me deja ir hasta el día de hoy, de la misma forma te va a agarrar a vos. Te va a agarrar en cada momento de tu vida, incluso cuando no haya nadie mirando. Vas a ser 100% apodo y 0% vos.”

-“Uy, rajá. Vero está viniendo para acá.”

-“Decíselo o te bautizo con tu apodo.”

-“¿Puedo al menos saber cuál sería mi apodo?”

-“Sí.”

-“¿Y? ¿Cuál sería?”

-“Cagona.”
Harduwich03 de enero de 2016

Más de Harduwich

Chat