Un día, mientras me miraba al espejo, noté que no me gustaba lo que veía, sentia verguenza de la imagen que pretendía proyectar y no podía, y me fui perdiendo en mares de autoreproches, envidiando a quienes considero inferiores y sin embargo consiguen lo que yo no puedo y tanto sueño.
He acumulado rabia contra todo, la vida, las personas y sobre todo contra mí mismo, dejando a un lado cosas obvias, perdiendo el norte, perdiendo amigos y hasta mi propia identidad por el camino.
Confieso que soy culpable de olvidar todo lo bueno que siempre he llevado dentro, olvidé que nadie conoce mejor que yo como soy y en lugar de informar sobre mis acciones, dejé que otros opinaran como si fuera un debate...
Empezaré mi penitencia mirando esa imagen que tanto he detestado y desechando el rechazo, solo disfrutando de cada minuto que avance hacia adelante, y no avergonzándome de los pasos atras, olvidé que nadie puede juzgarme pues nadie sabe como llegué ni donde quiero ir.
Olvidé todo, y lo pagué caro, asi que escribiré estas lineas por si vuelvo a olvidar, me ayuden a recordar.
Me encanto!!!... es verdad a veces olvidamos estas cosas y coincido en que nadie nos conoce mejor que nosotros mismos y si alguna vez nos condenamos somos nosotros kienes tendriamos q absolvernos sin esperar la aprovación o no de nadie... Buenisimo