Temo, temo en el ilustre palco
donde tu imagen parece el motivo
de las bocas que escupen fuego
entre las gradas, donde al parecer tu madre;
escribió sus andanzas cual testamento sin decoro

– ¿o sino por qué te la recuerdan a ratos,
con furia, por alguna falta, o un mal vistazo,
desde la luneta, o junto y a coro con el vendedor de cerveza?
digo, no creo que sea por insensibles y malos,
porque el cliente siempre tiene la razón pues para mí;
eres una prostituta que alquila su cuerpo para torturas,
hecha con insolencia por los adultos con la gordura absurda
de bebedores con panza pulquera,
de esos que sufren desplantes de brillantes directores técnicos,
como si fuese tan fácil, presumiendo que ellos
harían ganar a México el mundial,
como si fuésemos Brasil ¡qué va! pero
¿has entender a un ebrio con infinitas copas de más?

Hasta el niño más lindo en los asientos V.I.P;
te la mienta,
te la escupe
te la maldice,
cuando su héroe goleador
que no es nada más que otra diva dream team
que por su falta de tacto
o por su engreída forma de actuar
es amonestado por tu mano,
que ante los ojos de la afición
siempre estarán manchadas de sangre.

Amigo;
temo por ti,
por tu ventosa movilidad
con la que esquivas todo
botellas,
pedradas,
miradas
y odios.

Peno por ti,
por la dolorosa humildad con que aceptas la muerte
víctima de los bárbaros de tu coliseo de césped
qué decadencia que a ti te envenenen
y que al torero;
de flores lo colmen.

Amigo;
eres el mediador
al que flagela la balanza
postrada en el aro central
que divide a las dos fuerzas
justo antes del saque inicial,
donde el azar de una moneda
decide la cancha o la esfera

y también simula la eterna lucha
que entrelaza al bien contra el mal

dicha justa que recae sobre tus manos,
¡sobre tu humanidad!
y el único respaldo que tienes;
son tus pétalos de cartón
porque eres el cálido monje
con medias y cronómetro
que sella la maldad con la energía amarilla y su color del amor
pero también puedes ser el frío verdugo
que exorciza y exilia a los espíritus
de la grilla con el pétalo rojo.

Amigo;
das el pitazo inicial
y ruedan mis lágrimas más alto que la pelota
pero quizá no tanto como rodará tu cabeza
por un silbido de más

¿qué tan doliente es tu esencia en la vida?

que de seguro te han de culpar
hasta de los muertos de cáncer
hijo del Caín Codesal vestido de luto,
con la guadaña en los tacos
eres el féretro que traga las esperanzas
de la porra del visitante y la patria del local.

¿Cómo es posible que puedan ignorarte
si de ti depende el yin yang?

De tus vientos, del soplido de tus labios
se canta la alegría o se grazna el tormento
de ti se sostienen la gloria o el apocalipsis
el honor de dos pueblos batidos en pelea
aunque para ellos no existan tus sentimientos,
ni tu piel, en una de esas jugadas dudosas
donde tú tienes que fungir más como profeta

–para esa estúpida y fría
parvada de buitres aficionados–

que como un juez que deje fuera su mortalidad,
porque para mí tú y yo amigo,
si por algo lo seremos,
eres como el poeta
no somos tan distintos,
porque para mí más que técnica
más que escuela,
más que gusto
más que musas,
más que sensibilidad
más que un juego,
más que un uniforme
un escudo
y más que objetividad para escribir y pitar;

¡¡se necesitan huevos!!

Lástima querido amigo,
que nadie entienda el riesgo
y que crean que solo corres y corres sin razón
pero para mí tu viacrucis de noventa minutos
es más doloroso y eterno que tres caídas.

–sobre todo si hay tiempos extra.

Dime amigo
si pereces en la horca;

¿Mínimo nos llegarán flores?
¿Qué nos mandarán si tú mueres?

¿La U.E.FA. condolencias y flamenco
más un pase para tirar tus cenizas en Venecia?

¿La CONMEBOL el sentido pésame
permitiéndote un tango de Piazzola
dando un concierto gratis en el entierro?

¿La Confederación Asiática
nos mandará geishas o a María Osawa?

–porqué si me mandan a María, a su pornstar,
con ella nada más, detengo aquí el poema
y avalo otras tres, seis o mil muertes, ¿qué más da?
estando con ella y su kimono
con unas copitas de sake supero en un fin de semana
tu ausencia y la mía–

¿La Confederación Africana nos mandará a un brujo vudú
que busque tu resurrección
y quite el mal yuyu con el dios Oyundum?

En la de Oceanía no vive nadie y odio a los pingüinos
y de la CONCACAF no espero nada,
levantaran muro en la frontera
cuando queramos pedir limosna,
y nada más porque somos latinos.

Dime si por lo menos el papa Joseph Blatter
estará presente en el velorio
dime que no perteneces a la federación mexicana
para que la FIFA lo patrocine todo
y no me tengas mendigando frijoles
al pueblo que nos cobija,
porque con esta gente,
así como es de egoísta,
es malo pedirles calaverita para ti
porque la mayoría son Chivas
y tú eres Americanista,
y eso es ser puto aquí y en china.

Amigo;
entiendo tu tristeza y tu alma guerrera
el color y la pasión de la gente es simple
comparada a la tuya es nada, tú,
tú traes tatuada en la piel
la camiseta… de la camisa de fuerza
y su blanca locura donde anidan tus pecados.

¿Quién sabe cuántos de esos muertos que cargas
son los que dan la primer cucharada a tu plato de comida fría?

aquellos espectros a los que les causaste una muerte penal
autorizándoles una bala directo al arco del corazón
porque la bala siempre anhelará ser flecha

¿será el guardameta muerto de hace tantos ayeres
quien sorbe la sopa primero, antes que tú?

¿le marcaste un penalti o una ejecución?

porque para gritar; ¡¡fuego!! de esa forma
parecía más que estabas en guerra que jugando fútbol.

Tienes el poder del caos
según lo que con tus ojos a marcar llegases
ya que puedes ser un Moisés
liberando esclavos por el desierto
o Ramsés capturando arameos para sus pirámides.

Amigo;
a veces pienso que te encanta este trabajo suicida
este morbo te llevará a algo trágico,
el fair play no es más que llevar los uniformes
recién salidos de la lavandería
cuando lo entiendas eso te llenará de melancolía
y terminarás en terribles olvidos,
en olvidos trágicos

¡Ay amigo mío!
¿pero cómo convencerte… si te encanta chupar pitos?

–pero no se ofenda señor lector,
es que mi amigo es árbitro… pita partidos de fútbol.



[Hoz Léudnadez]

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1 Comentarios

• 

  Voltereta

  Has ido desgranando de manera sumamente irónica y ácida, tu oda al hombre de negro, que es como la dama negra a la vida, pero él al balón, todos le temen y todos le odian y sin embargo tú le dedicas una Oda entera al chupapitos de las dos tarjetas, que por cierto, una de ella empezó siendo blanca y de tanto tiempo pasado, se ha ajado en amarilla.
  
  Es cierto, tanto para escribir esto, como para arbitrar se necesitan huevos y ambos los teneis.
  
  Se precisa de maestría e imaginación para escribir algo así, es evidente que te sobran ambas cosas.
  
  Un saludo, Hoz.

  30/09/15 08:09