Tocaya
Nacida de independencia
tus ojos no vinieron de rosas,
sino de laureles.
Tu libertad se escondía
al cruzar un charco
lejos de tu luna amada.
A ella regresarías,
en cadenas rotas
pero lazos formados.
Vos, que nos diste hermanos
sentada seguiste dando pasos,
sobreviviendo.