Me gusta reir mientras lloro, cantar mal, y bailar sin ritmo. Odio la comida china y el queso. Me gustan los días soleados, pero mucho más las tormentas y siempre he creido que la coca-cola envenena, solo hay que ver lo que hace con las salchichas. Me encanta mirar el mar y oir las olas pero detesto la playa y el sol. Adoro a las Ramlis, creo que son de las mejores cosas que me ha pasado en la vida. Me dan miedo los perros y los fuegos artificiales. Me gusta jugar al parchís, pero solo en verano. Puedo matar a cualquier persona que me despierte por la mañana menos a mi padre y soy capaz de dormirme incluso escuchando a Cecilia. Adoro San Senbastian y los neoprenos desde que fui con ellas. Siento un cosquilleo en el estómago cuando escucho mi canción favorita con la música alta y me encanta que me lleven en moto desde agosto del 2009. Tengo claro que no me gusta el francés, si no los franceses. Voy a misa los domingos y siempre como espaguetis los sábados. Me enamoran las sonrisas de lado y hago apuestas por la simple diversión de perder y hacer la prueba. Llevo toda la vida imaginando historias imposibles por la noches para poder dormir, y tengo vagas esperanzas en que se cumplan. Siempre tendré una hermana pequeña que se llama Teresa y puede que, desgraciadamente, hace mucho tiempo que no pienso que quiero a alguien más a mi misma. Y dicho esto, no se quién soy.
