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Momentos de la Vida

La cabeza empezaba a vislumbrarse entre los entreabiertos labios de la mujer. Ella empujaba y empujaba con desesperación y alivio, ante los gritos de la matrona que esperaba impaciente la venida del nuevo ser. Pero aquello no parecía progresar. La enorme cabeza se detuvo ente el primer y segundo plano, es decir entre los bordes del pubis (para los profanos) y el corazón de la criatura comenzaba a sentir el esfuerzo por llegar a la vida extrauterina. Ella empezaba a agotarse y el sudor le corría por la cara y la espalda - ¡no puedo más! Gritaba con desesperación. La comadrona hizo un gesto a la auxiliar que se encontraba a su lado y ésta salió precipitadamente del paritorio para avisar al médico de guardia. Descolgó el teléfono con precipitación marcó los cuatro dígitos clave y al otro lado del aparato rápidamente contestó el médico que ese día estaba de guardia en maternidad.

- En seguida voy - dijo con precipitación.

Subió rápidamente las escaleras y cuando entró en la sala de partos, con la mascarilla perfectamente colocada hizo una rápida evaluación de la situación ante la atenta y preocupada mirada de la madre. Cuando aparece el médico, es que hay problemas, pensó atemorizada. Él se percató de la situación de la mujer nada más verle la cara y la tranquilizó diciendo:

- Tranquila señora el bebé está bien. Simplemente que la cabeza no parece avanzar como debiera. No se preocupe que todo irá a pedir de boca-

Se colocó unos guantes e introdujo la mano en la vulva hasta contactar las yemas de sus dedos con la cabeza del feto. Giró la cabeza e hizo un leve gesto a la auxiliar que rápidamente extrajo de la cesta del material, un fórceps que depositó en la mesa estéril del paritorio. Con mucha parsimonia típica del ritual de estos casos, cogió las ramas del instrumento y suavemente las introduzco en la vagina de la mujer envolviendo con ellas la cabeza del niño. Una vez colocado el temeroso instrumento, comenzó a tirar con fuerza pero a la vez con delicadeza. La cabeza fetal comenzó a desplazarse entre las paredes vaginales buscando la salida natural. Al mismo tiempo animaba a la mujer para que hiciera el último esfuerzo presionando su musculatura abdominal para que el niño fuera avanzando por el canal del parto.

Él se encontraba totalmente agachado en el suelo empujando desde allí para que la cabeza se asomara a través de la vulva distendida por la enorme presión que el feto ejercía sobre ella. Para evitar esto y futuras complicaciones derivadas de desgarros inadecuados, cogió las tijeras y efectuó un ligero corte en el ángulo de la vagina. La cabeza salió rápidamente y en escasos segundos el bebé se encontraba llorando en los brazos del médico sin apenas haberle cortado el cordón umbilical.

En ese momento se respiraba en el ambiente caliente del paritorio una sensación de felicidad generalizada . Todo había salido bien.
Igruher01 de septiembre de 2008

3 Comentarios

  • Dama

    He leido el texto con mucha atenci?n , se lo que es parir ya que tengo tres hijos , pero lo he seguido con inter?s por el hecho de que a finales de este mes una de mis hijas va a ser madre ...Un abrazo

    01/09/08 07:09

  • Igruher

    Gracias por tu comentario DAMA. No se si habr?s adivinado que soy Ginec?logo. Quiero desde aqu? transmitirte un rayo de esperanza y felicidad previo al nacimiento de tu nieto o tu nieta. Estoy seguro que todo ir? perfectamente. Un saludo muy fuerte.

    04/09/08 01:09

  • Dama

    Pues la verdad no sab?a que eras Ginec?logo, ahora entiendo el porqu? relatabas tan bien el parto de la muje. Gracias y un saludo

    04/09/08 09:09

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