Las aristas de esta historia
se han marcado día tras día,
gracias a la suavidad de su vocablo,
sus palabras justas, oportunas, indelebles.
Habla en el momento esperado y
calla cuando debe hacerlo.

Sonríe y me regala su caligrafía.
Y yo armo garabatos en mis hojas,
remarco oraciones inconclusas,
temo escribirle quizás, con frivolidad.

Y llega el momento de leerlo,
cada palabra parece imperfecta,
los signos de puntuación incorrectos.

Me rindo, me gana la indecisión,
rompo la hoja, me siento intranquila.
Releo su carta nuevamente, veo la fecha,
ha pasado tanto tiempo ya de aquel día
y yo, con sus palabras aún presentes,
y el, quizás, pensando que lo he olvidado.

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5 Comentarios

• 

  Mejorana

  Seg?n una de las leyes de la memoria, todo lo que entra una vez en nuestra mente, permanece para siempre en ella.
  Como si acabara de ocurrir.
  Irina, qu? maravilla de que est?s aqu? de nuevo. Pens? que nunca volver?as.
  Estoy con ucha alegr?a.
  Te adoro escritora m?a.
  Un abrazo con siete soles.

  08/02/09 11:02

• 

  Fede

  Me gusto Irina, que suerte que te decidiste a escribir!

  14/02/09 07:02

• 

  Mejorana

  Te repito lo mismo preciosa.
  Estoy muy contenta.
  

  14/02/09 09:02

• 

  Irina

  ooh fede, :) coraz?n! te extra?o mucho sabes? a ver cuando hablamos un rato por el mic...
  
  Gracias a los dos! :)

  14/02/09 10:02

• 

  Exequiel

  me gusto mucho este poema. misterioso hasta el final.y tierno.

  19/04/09 11:04