TusTextos

Nada Nuevo

No quedaban libros que escribir. Ya había hablado tanto de amor y aún más de desamor, tanto de guerra y paz, tanto de magia y misterios, tanto de aventuras en el fin del mundo, tanto de todo, que ya no le quedaba nada que contar. Se sentó en el alféizar de la ventana y miró hacia el mar. Antes siempre le había inspirado aquel azul intenso, de él habían surgido historias sobre piratas y pescadores, amores de verano, batallas navales que acababan en tierra y hasta aquel cuento sobre escaleras aunque nada tuviera que ver con el mar. Pero ahora las musas le habían abandonado a su suerte y no era capaz de escribir ni una línea con sentido. Ni sin él. Se preguntaba si es que el talento se acaba, si sólo dura un par de meses o de años o de décadas y luego se esfuma, como lo hacen el brillo en los ojos de los enamorados, el horizonte cuando vuelves a casa después de un viaje de los de placer de verdad, el verano y sus destellos. Volvió a sentarse frente al teclado y tecleó hasta que le dolieron las yemas de los dedos casi tanto como el corazón. “Vuelve, vuelve, vuelve, vuelve…”, escribía sin parar. Y se metió en la cama sabiendo que ella, como su inspiración, nunca volvería.
Iris24 de enero de 2011

2 Comentarios

  • Autorfran

    Bueno, podía pensar en escribir del dolor, de la injusticia, de lo que pasa en el mundo... o podía escribir a las cosas bellas... a la inspiración hay que ayudarla...
    saludos.

    24/01/11 08:01

  • Whenshesmile

    lindo .. ve aver tmis texttth'zzx.!


    xoo..!


    25/01/11 01:01

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