Pasaron a recogerme a las doce. No estaba en mi mejor momento, pero al recibir la llamada no encontré las palabras para decir que no. Habían traído el coche rojo.
Erika sabía de sobras cuánto odiaba yo el tema, que no era mi rollo, como suelen decir las generaciones modernas, y casi juraría que lo hizo a propósito, para pincharme. Aún así, acepté. No me quedó otro remedio.
Al salir a la calle me vi muy consciente de lo oscuro que estaba todo. La ciudad se había convertido apenas en una sombra salpicada de algunas luces que parpadeaban. Tuve la certeza de que, al terminar, me dolería la cabeza y el estómago. Ocurría siempre que ocurría.
Las ruedas chirriaron como un gato viejo al que le hubieran pisado la cola con un tractor. Casi parecía una ilusión. El coche rojo incandescente. Resaltaba sobre la ciudad con la facilidad de un dios pequeño. Una máquina imparable de engullir kilómetros. Se bajó la ventanilla del copiloto y Erika me miró.
–Sube –dijo.
Subí. Reconozco que era fascinante. El tacto del cuero en los asientos, la sensación de seguridad. Pero sobre todo el Poder. El Poder lo era todo allí dentro, y te imbuía. Pasabas a ser parte del Poder. Era como una sacudida eléctrica a la que quedabas enganchado y de la que no te querías despegar. Había alguien al volante. No lo conocía. Era un tipo rudo, la clase de hombre que lleva chaqueta de cuero y botas tachonadas con suela de hierro y que saluda a sus vecinos con un gruñido cuando se cruza con ellos al salir de casa. Erika le acaricio el hombro. Él gruñó, soltó el freno y pisó el acelerador.
Vi la ciudad pasar a nuestro lado, fundiéndose en una masa de pocos colores; amarillo ceniza, verde tritón, rosa sangre, todos derramándose sobre el telón negro de la noche. No había luna, ni estrellas. Sólo la llamada.
Todos estaban acudiendo. Todos los que eran llamados. Recibían la llamada y no encontraban las palabras para decir que no. Solía ser así, siempre. Todos acababan montados en coches rojos como el fuego. El coche rojo era la marca. El coche rojo representaba tu naturaleza, la propia sed, que te venía a recoger a casa. Una vez en tu puerta, una vez aceptada la llamada, era imposible eludirla.
Poco a poco la ciudad se llenó de nosotros y ya no pudo escapar.

Ittai Manero, 9 de mayo de 2009

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11 Comentarios

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  Oscura

  me encantooo!
  por q no tienes mas texto?
  a ti te tndria q conocer el mundo!
  escribs re bn!
  saluudos

  09/05/09 03:05

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  Nemo

  Muy bueno!... se siente v?rtigo al leerlo. Va uno entrando a la necesidad del protagonista.
  Saludos muchos!

  09/05/09 03:05

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  Ittai

  Gracias por los cumplidos!
  En realidad tengo relatos a montones, pero me registr? ayer en la p?gina y no quiero sobrecargar esto con cosas m?as. Al menos prefiero ir subiendo cosas poco a poco, que si no se me va a terminar la cuerda pronto lol
  Gracias por leerme!
  Un saludo

  09/05/09 04:05

• 

  Voltereta

  La avenida se encuentra plena de coches rojos que fluyen a trav?s de p?lidos cuellos hasta clavarse en los colmillos blancos del lector, viaje a las entra?as m?s profundas de los pensamientos sombr?os.
  
  Me veo reflejado en el relato como gl?bulo rojo sentado en el asiento del copiloto.
  
  Un buen comienzo de aventura nocturna.
  
  Un saludo.

  09/05/09 07:05

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  Ittai

  Me gusta tu comentario, Voltereta, haces que merezca la pena escribir estas tonter?as xD
  Mil gracias!
  Saludos

  09/05/09 07:05

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  Taber

  Vi la ciudad pasar a nuestro lado, fundi?ndose en una masa de pocos colores; amarillo ceniza, verde trit?n, rosa sangre, todos derram?ndose sobre el tel?n negro de la noche. No hab?a luna, ni estrellas. S?lo la llamada.
  
  
  Hipnotizan tus palabras igual que el poder de esa llamada, haces una descripci?n muy buena Ittai, del mundo de los vampiros, y de la llamada de la sangre.
  
  Un saludo!!
  
  

  10/05/09 01:05

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  Ittai

  Gracias, Taber :-)
  Un placer tenerte por aqui.
  Saludillos

  10/05/09 11:05

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  Danae

  Tu escrito es estremecedoramente sugerente, el s?mbolo del coche rojo y su sensaci?n de poder ... Elegante narraci?n de un bacanal de sangre a punto de comenzar, la llamada a la depredaci?n del vampiro ... Muy bueno, Ittai, me gustar? seguir ley?ndote ...

  11/05/09 12:05

• 

  Ittai

  Danae, me es todo un placer ver que os estan gustando mis relatos... as? que mil gracias, porque esto me anima a seguir escribiendo.
  Vuestros escritos y comentarios me inspiran mucho.
  Un saludo! :-)

  11/05/09 01:05

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  Abril

  Se me eriza la piel,me has hecho verme en la escena.
  '''Una vez en tu puerta, una vez aceptada la llamada, era imposible eludirla.
  Poco a poco la ciudad se llen? de nosotros y ya no pudo escapar'''
  
  Desearia que el final hubiese sido mas incierto.

  11/05/09 07:05

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  Ittai

  Hola Abril!
  Encantado de poder erizarte la piel con mis relatos ;-)
  Siento que el final no haya sido del todo como te hubiera gustado. Qui?n sabe, quiz? en el pr?ximo!
  Un saludote :-)

  12/05/09 12:05