Lluvia
Observo las gotas caer ansiosas por llegar a ningun lado, donde dejan de existir.
En realidad la vida es como la lluvia, desde que uno nace se tiene cierta ansia por llegar, sea donde sea, pero llegar a algun sitio.
Todo el mundo tiene problemas, pero cuando tienes la mente ocupada te cuesta más recordarlos, es por eso que cuando tienes la mente suficientemente ocupada con una persona determinada por un tiempo determinado, vas necesitando a esa persona cada día más, pero al fin y al cabo, para tapar otros problemas que ya tenías en un principio.
Cualquier día esa persona desaparece de tu vida, o la haces desaparecer pensando que ya está todo solucionado, que puedes seguir hacia adelante tú sólo... pero no, llegan más y más problemas que no encuentran por donde salir, incluso algunos que no te parecian tan importantes, ahora lo son. Tu cabeza ya no se distrae de ninguna de las maneras que puedan existir.
Como sería la vida si fueramos dos gotas, dos gotas de agua que solo se preocupan por llegar a ningún lugar en ninguna parte, que desaparecen y aparecen de nuevo... quien pudiera ser una gota de agua para recorrer tu cara, tu abrigo, tus botas... acompañarte cuando ríes y lloras de la risa, y cuando lloras, no de alegría, si no de angustia, rabia o dolor.
Mi peor enemigo sería el Sol, que aunque alumbre y te de calor, no te protegería tanto como lo haría yo...
Llamaría a mis amigos y conocidos, y si algo malo te fuera a pasar le ahogaríamos entre todos.
Que ingenuo y que irreal es pensar en la lluvia un mal día, y a la vez que divertido y que gran distracción, que pena que no llueva todos los dias, porque estaría siempre a tu lado.
