Carta a Ruth
Querida Ruth:
Te escribo sabiendo lo ocurrido entre Jonás y tu, entiendo que ahora debes estar devastada y llena de rencor, pero bueno, ésa es la razón de mi carta, quiero que leas y analices, tal vez no te ayude en nada por ahora, pero son cosas que tienes que saber y que quizá agradezcas cuando el tiempo pase.
Se que ahora la pregunta que más taladra tu cabeza es “¿Por qué?”, déjame decir algunas cosas antes, siendo en el mundo más de seis mil millones de habitantes, ¿piensas que sólo uno podría hacerte feliz?. La respuesta es no, hay más, unos más indicados que otros, que igual llegan, sonríes a la vida a su lado un tiempo y después se van, pero aprendes, siempre aprendes. Ahora debes decir cosas como “la culpa es mía, “no debí… “, “no fui lo que él esperaba “, y mi favorita “no me volveré a enamorar “. Disculpa si crees que lo tomo a broma, sé que es un momento difícil y que las cosas que te dicen que hagas como “ya lo superaras” o “a todos les pasa no te preocupes”, suenan tan gastadas. Siempre será más fácil decir que hacer. Pero vamos, tu dignidad está allí, aplastada por tus emociones en éste momento, sácala del suelo pensando en quien eres, pensando que eres mejor que esa versión de ti. Llorar por una persona ingrata debería estar prohibido por a ley, aunque físicamente imposible, pero aunque tus emociones sean más fuertes, tu pones las reglas, no trates de olvidar tan rápido, en vez de eso, sonríe las cosas buenas que pasaron juntos, y suspira pensando en que si la pasaste bien con el equivocado, imagínate con el indicado. Una vez, hace no tanto, estaba en tu mismo escenario, más similar no se puede, y un amigo me dijo “no lobeas como algo malo” , naturalmente quise golpearlo pues estaba al borde del colapso emocional y no podía ver algo bueno dentro de toda esa basura. Pero bueno, con el tiempo capté el mensaje, “no lo veas como algo malo”. La verdad es que nace una nueva oportunidad que ya muchos no tienen, o que más bien la ignoran totalmente. Es la oportunidad de volver a enamorarte, de volver a conocer a alguien, de poco a poco ir tomando confianza, de comenzar a extrañarlo, de darte cuenta que lo quieres, que él no te es indiferente, el nerviosismo de decirle que sí, del primer beso y el resto de la historia que ya conoces. Vamos, concéntrate, y ponte reglas emocionales, propón sólo llorar una vez más, que cada vez que pienses en ello tengas que realizar una actividad como limpiar la casa o que se yo, sal del agujero. No será fácil mantenerse fuera, te lo digo desde ahora, pero tampoco será imposible, ni dejará secuelas, no estás enferma, sólo estás triste, y eso el tiempo lo cura ayudándote tú también. Sal, haz lo que hacías antes, reúnete con tus amigos, busca a los que dejaste de frecuentar, haz nuevos amigos, el sol te irá iluminando poco a poco hasta que estés radiante.
Y es todo, ojalá te llegue la carta, pensé en enviártela por e-mail pero esa basura no transmite sentimientos, lo que necesites para eso estamos, y ruego a Dios por tu bienestar. Disculpa las manchas de chocolate jeje.
Diego.
PD: Paula manda saludos y te anexa una foto de la familia.
