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La Luciernaga y El Mapache Parte 1

La luciérnaga y el mapache.
Capitulo 1.-
En el recóndito y olvidado mundo de Menés, amanecía con un sol brillante, dándole al suelo del país de Retavis la iluminación adecuada para que el pueblo saliera a hacer sus obligaciones del día a día. Era un país tranquilo, pero con muchos problemas con los terrenos colindantes, era un oasis en el desierto, el país se localizaba en el centro de un pedazo de bosque muy extenso y éste bosque estaba rodeado por un exorbitante terreno de arena, tal vez el país más cercano se encontraba a 2 días en algún transporte aéreo. Para protegerse de los intrusos o mercenarios, Retavis estaba protegida por un domo de Metahi, una mezcla de materiales extraídos y muy bien aprovechados de allí, fusionándose formando una sustancia cien veces más resistente que el acero, por decirlo así el Metahi era indestructible. Aparte del domo, Retavis estaba fuertemente vigilada por los agentes de seguridad que merodeaban siempre las orillas del domo para verificar que no hubiese peligro, más aparte cuidaban la seguridad del pueblo. El país era muy grande y se dividía en 2 estados, Retavis Norte y Retavis Sur, aunque las dos comunidades podrían entrar y salir a la otra, sólo servía para hacer más pequeña la labor de seguridad y tener un poco mas de control sobre la dirección de las familias, era enserio un país muy grande. Eran ya tiempos con tecnología avanzada, pero aun así parecían épocas cualquieras, había escuelas, alumnos, padres, animales, etc. Pero la historia va más allá de tan sólo un relato normal de una vida común como cualquier otra. Adam, un joven de 20 años criado por la red de justicia del país, quien su padre habría usado hasta su último aliento para poder llegar a Retavis, acabando con su vida pocas horas después de que los descubrieran a pocos kilómetros del domo. Adam tenía alrededor de 5 años y estaba también muy cerca de morir, pero gracias a todos los esfuerzos de los médicos de Retavis pudieron salvarlo, aunque nunca se adaptó del todo al país. La actitud de Adam siempre fue de un joven malcriado, no tenía ningún tipo de respeto por nadie y jamás pudieron hacer que cambiara su actitud, pero más allá de eso, él venía de alguna secta donde le enseñaron algunas técnicas de combate, a los 18 decidió salir de las fuerzas de seguridad de Retavis del Norte, y los siguientes dos años consiguió al parecer la fama que él quería, el de un ladrón peligroso, o de un rebelde sin causa, su captura jamás ha sido satisfactoria, nunca lo han atrapado aun cuando no tiene escapatoria. Sus movimientos son rápidos, y el entrenamiento de las fuerzas de seguridad le enseñaron a combatir con nuevas técnicas, aun cuando las que él ya sabía eran totalmente letales. Siempre se le tuvo algo de miedo, no le gustaba hacer amigos. Sus habilidades fueron descubiertas desde el principio, pocas veces fue molestado, ni siquiera tenía respeto por el oficial al mando que se encargaba de la disciplina dentro del cuartel, le había dado una paliza muchas veces a lo largo de los años por no estar de acuerdo con sus cosas. Podían detenerlo y encerrarlo en confinamiento solitario, pero primero debían de ser más de 20 personas para atraparlo, y aun así tendrían problemas, y muchos golpes en el cuerpo. Sus movimientos se fueron forjando aun mas, sus piernas eran armas muy poderosas, sus brazos muy bien trabajados era lo que más usaba al momento de detener a alguien en Retavis del norte, su problema era que siempre se pasaba de la raya con los que perturbaban la paz, tenía una fuerza salvaje y poco mas de unas diez veces estuvo a punto de lesionar a una persona permanentemente, aun cuando éstas no oponían algún tipo de resistencia pues estaban acabadas. Los últimos dos años de vivir su vida de rebeldía pasaba los días en diferentes lugares, tenía su guarida pero ya lo habían descubierto, así que solo iba de vez en cuando, dormía donde podía, y comía lo que quería, era imparable. Era bueno con las armas pero mucho mejor con su cuerpo. Le estaba prohibido pasar la frontera hacia Retavis del sur, fue cuando la seguridad se puso más estricta al momento de que la gente pasara de un lado a otro, había revisión facial e incluso se implementó una identificación con la que se podía demostrar lo que fuese necesario demostrar. Tanta fue la seguridad que se construyó una pared de Metahi que dividía las dos comunidades, dando paso a las personas por un par de puertas que se encontraban en ella. La pared ya estaba construida desde hace tiempo, pero no la habían usado pues no había una razón, pero la razón sin querer fue Adam. Las personas del pueblo le decían el mapache, puesto que sus actitudes y movimientos les parecían similares, cuando él se entero de esto le desagrado demasiado, su misión era que la gente le temiera por las cosas que él podía hacer, pero al contrario, la gente lo tomaba con algo de humor. Persona que escuchara que se refiriera a él como mapache, terminaría en el hospital con fuertes heridas en el cuerpo. La policía y sus armas no podían alcanzarlo, el tenía la habilidad de pensar muy rápido, aunque claro él era humano, las balas lo han herido algunas veces, pero heridas leves que en el centro de capacitación de seguridad aprendió a curar. En el peligro, él prefería pelear con el grupo con menos personas, y tomarlos por sorpresa para pelear y terminarlos rápido, desalmarlos primero para evitar accidentes para luego noquearlos con pocos movimientos, él era veloz. La única defensa que tenia Retavis aparte de la seguridad que era inútil ante él, era un plan que se les ocurrió a los altos mandos de seguridad para deshacerse de Adam, ellos pensaron que él se aburriría de hacer lo mismo todos los días, si su mente era la de pensar en grande, en algún momento él dejaría Retavis, así que con ese pensamiento, el General Roset, que podría decirse era el Presidente de todo Retavis, ordenó abrir algunas compuertas del domo por donde Adam pudiera salir. El plan fue puesto en marcha 1 año después de que Adam dejara las fuerzas, pero siguió igual el año siguiente. Pero el general tenía razón, a Adam empezaban a aburrirle los días en los que a la gente ya no le importaba si él entraba y robaba algo de la tienda, o si entraba a la casa de alguna familia, la policía ya no parecía importarle, ya no lo perseguían y no lo tomaban ya como un peligro. Incluso aunque él pudiera ser muy peligroso, jamás mató a nadie, y las pérdidas que el provocaba por sus robos eran minúsculos. Adam se dio cuenta de eso, y tenía que tomar una decisión muy importante. Seguir con su vida sin ningún tipo de peligro y poco respeto, salir por alguna de las aberturas que el general mandó abrir y así poder explorar los alrededores, o la más perturbadora, empezar una ola de asesinatos con los cuales, obtenga la descripción que él quiere, un rebelde asesino al que la gente le tiene respeto. Aunque los pensamientos de Adam iban más allá del solo ser reconocido, de casarse y vivir una vida normal a lado de una mujer, las personas jamás lo consideraron un asesino. Pero sin duda los movimientos que él conocía desde los 5 años, parecían ser diseñados para eso, las patadas no iban solo a partes blandas, si no a zonas especificas donde el cuerpo puede sufrir daños irreversibles, al cuello, a la columna, al pecho. Esa opción de la ola de homicidios estaba totalmente descartada por Retavis del Norte, pero, eso era lo que le pondría más terror al asunto, y las personas ahora sí temerían, temerían como Adam siempre quiso. Fue una semana de pensamiento intensivo en el que Adam quería saber lo que seguiría para él, hasta ahora sus planes desde niño los había cumplido, y ahora era el momento de llegar a una nueva y larga meta, donde su edad, 20 años, encajara. Por fin, después de pensarlo tanto, un día se levantó, y estaba muy seguro de lo que había pensado y decidido.

Capitulo 2.-
Lo primero que hizo esa mañana, entró a una tienda de ropa y buscó algún atuendo que pensó sería adecuado a la nueva actitud que había adquirido por tanto pensar, encontró una playera de algodón negra, pantalón negro, y unos tenis cómodos negros, por último, se cubrió la cara de la boca para abajo también con un paño negro, obvio solo tomó la ropa y salió. Su aspecto le daba la impresión de un bandido. Descansó todo el día durmiendo y comiendo bien, haciendo una parada en la estación de electricidad para recoger algunas cosas, la gente lo observaba algo sorprendida, a él jamás le había importado que la gente le viera la cara, a él le gustaba que la gente supiera quién es el que lo estaba molestando. Pero ahora ni siquiera le importaba que la gente estuviera con algo de miedo, que es lo que siempre ha querido, estaba demasiado concentrado en el nuevo plan que había creado. Cayó la noche y él se encontraba pensando en la cima de un edificio, en la espalda llevaba una ballesta, y dos armas cortas, una a cada lado de la cintura, todo el armamento de color negro, después de unos minutos de estar viendo el horizonte, se paró y se colocó la ballesta en posición de ataque, apuntó y disparó la ballesta que contenía una flecha con una cuerda, la flecha iba dirigida al edificio de justicia, impactó en una zona del edificio y se clavo perfectamente, amarró la cuerda y probó que tenia la resistencia suficiente, después con una especia de boomerang se deslizó hasta el edificio de justicia. En la azotea del edificio, abrió la puerta de una patada pues estaba con llave. Bajó las escaleras con cuidado, él conocía a la perfección las instalaciones del edificio, pues estuvo entrando y saliendo de allí hasta los 18, había zonas incluso que él no debería conocer, pero su curiosidad siempre estuvo antes que su seguridad. Aun así él sabía que podían haber cambiado algunas cosas en estos 2 años, se cuidaba de las cámaras y las tapaba con un tapón. El edificio constaba de 12 pisos, en el piso 12 sólo estaban las escaleras que estaba bajando para llegar al 11, en ese piso tapó unas 5 cámaras. Tenía cosas que hacer rápidamente, en el piso 11 se encontraba toda la vigilancia del edificio, y tenía que deshacerse de los guardias antes de que se dieran cuenta de la ausencia de imagen de las cámaras. Bajó rápidamente el piso hasta llegar al 11, era un piso con muchas cosas electrónicas, no había oficinas , todo el lugar era un cuarto de control, Adam sabía que las cámaras daban la señal de su mal funcionamiento a los 3 minutos de perder la imagen, él se movía rápidamente por las sombras que proporcionaban los enormes aparatos electrónicos, los guardias se encontraban platicando frente a la computadora central que era muy vistosa por tener una pantalla enorme por donde salían datos que eran intangibles para Adam, las cámaras se encargaban de verlo todo y si algo malo pasaba era cuestión de revisar el video, los guardias sólo se aseguraban de la seguridad el edificio. El plan de Adam, si quería que saliera como él lo tenía planeado, habían algunas cosas que tenían que pasar tarde o temprano, pero podía elegir si empezar ya, o después.
Adam se levantó, y salió de las sombras, haciendo el ruido necesario para que los 4 vigilantes voltearan a verlo. -El mapache-, dice uno de los vigilantes, -¿Qué haces aquí?-, -Esta noche es el comienzo de una nueva era en Retavis, sean bienvenidos y afortunados en ser los primeros tributos relacionados con mi plan-, les responde Adam, los vigilantes se quedaron con una cara de des concertación pues no sabían que es a lo que Adam se refería. Adam se llevó la mano a la cintura, los vigilantes dieron un paso atrás, pues vieron las armas. Pero Adam jaló algo de su cinto, y pronto mostró que era un cuchillo. Los vigilantes sacaron sus armas y estaban a punto de abrir fuego pero Adam fue más rápido, los asesinó uno por uno, dando un paso rápido al frente y encajándole el arma al vigilante que estaba más al medio, directo a la yugular, desalmando a patadas a los que estaban alrededor, de rodillazos a los más cercanos, sacándoles el aire a todos primeramente para dejarlos fuera de combate un momento, pero Adam no les dio tiempo para recuperar su segundo aliento, les cortó el cuello mientras intentaban recuperar el aire. La alarma de las cámaras llegó a la computadora, donde sólo tuvo que desactivarla para que no volviese a aparecer. Tenía pocas horas y tenía mucho que hacer. Bajó al piso 10, era un piso muy importante pues aquí guardaban las armas, a diferencia del piso 11, éste constaba de muchos cuartos, hechos del famoso Metahi, éstos cuartos no necesitaban quien los vigilara pues sólo se abrían con códigos y credenciales pertinentes. Las cuales Adam no tenia, o sí las tenia, pero la seguridad de la comunidad sabía de eso y canceló los derechos de Adam sobre el edificio. Él no era un genio en las computadoras y tenía muy en mente que el Metahi era indestructible, los vigilantes no tenían ese nivel de jurisdicción sobre las armas y no sería suficiente secuestrar a uno pues no tienen el permiso. El plan de Adam estaba muy bien estructurado, por la tarde, pasó por la central eléctrica de Retavis del Norte, dejando una pequeña bomba manual, que se accionaria a su señal. La bomba solo debería de destruir un circuito que daba la energía a toda la comunidad, el cuál a toda falla, accionaria un nuevo circuito que siempre está en alerta por si el otro se quema. En ese tiempo en el que el primer circuito se quema, Adam tendría 3 segundos para ejecutar el siguiente paso de este plan antes de que la electricidad regresara, Adam sacó una larga barra de Metahi, que al parecer era un dispositivo pues presionó algunos botones, la barra tomó forma puntiaguda de un extremo y él la clavó en la parte debajo de la puerta de uno de los cuartos, al parecer era donde estaba lo que estaba buscando. Con todo eso listo, Adam sacó una pequeña caja de su bolsillo, dejó la barra clavada y se alejó un poco, abrió la caja y en ella había un botón rojo y otro negro, miró poco tiempo la caja y se acercó a la barra de nuevo, presionó un botón que se encontraba en la barra y ésta empezó a temblar, después presionó el botón rojo. Todo se apagó dentro del cuarto, solo se escuchó que algo se rompía, así duró lo que debía durar, 3 segundos, cuando de nuevo se iluminó, la puerta estaba abierta, la barra se había estirado hacia arriba, haciendo que el Metahi se contrajera un poco hacia arriba. El Metahi solo podía combatirse con Metahi, y como los minerales para hacerlo eran exclusivos de todo Retavis, era tonto pensar que alguien podría alguna vez violar la seguridad. Tanta era la confianza que dentro no se instaló otro tipo de seguridad como lásers que activaran alguna alarma, había una cámara, pero en esos momentos no servían de nada. Sólo se pudo hacer una abertura algo estrecha pero suficiente para que Adam pudiese entrar, dentro del cuarto se encontraban muchas repisas de vidrio, éstas repisas guardaban la seguridad de cubos pequeños, Adam empezó a observar todas las repisas, y en una de ellas encontró un cubo de color negro, lo tomó y lo guardó en su bolsillo derecho de ese pantalón negro. Salió de allí y salió por la puerta hacia las escaleras para seguir bajando, el edificio estaba vacío, faltaba algo de tiempo para que el sol saliera de nuevo, y Adam tenia aun algunas cosas importantes que hacer, bajó saltándose pisos, llegó hasta el cuarto piso, donde se metió, al parecer era el cuarto donde se guardaban los vehículos, la mayoría eran las patrullas normales que usan los de seguridad cuando están trabajando, otros muy poco vistos, que sólo salen cuando hay una celebración o algún desfile festejando algo, como aviones o helicópteros. Pero Adam estaba en busca de algo que no se encontraba cerca de estos vehículos. Entró a una especie de garaje donde estaban dos vehículos terminados y extraños, uno era una especie de taladro gigante con ruedas, que lo más probable era que estuviese hecho de Metahi, y el otro era un submarino, algo desconcertante pues en todo Retavis no había mar, sino sólo un lago no muy profundo que es donde se suministra a la gente de todo el país. Adam se acercó al taladro, y subió a la cabina, sacó el cubo que había conseguido, y lo introdujo en lo que parecía la cerradura donde se accionaba o prendía el vehículo. El taladro prendió al poco tiempo que escaneó al cubo, no daba vueltas aun pero el motor estaba prendido, Adam empezó a familiarizarse con él, empezó a avanzar, salió del garaje y se dispuso a jugar con él para poder saber cómo manejarlo a la perfección, chocaba con los demás vehículos pues el taladro era grande, ya cuando Adam supo lo básico como avanzar, detenerse, dar vueltas y reversa, se dispuso a encontrar la forma de prender el taladro y dar el siguiente paso de su plan, empezó a accionar los botones del tablero al azar, hasta que se dio cuenta que arriba en el techo de la cabina se encontraba una palanca, estaba en posición de apagado, tenía dos velocidades el taladro, y podía también dar vueltas hacia el lado izquierdo. Puso la palanca en nivel 1, y el taladro empezó a dar vueltas, de poco en poco, hasta llegar a una velocidad en la que ya podía destruir concreto. Ahora se encargaba de encontrar cómo hacer para que el taladro destruya el suelo, ya que en esa posición sólo podría destruir las paredes, de nuevo empezó a pulsar botones al azar y en eso, presionó uno que hizo que todo el vehículo diera un pequeño salto, entonces su cerebro le dio la idea, presionó de nuevo ese botón y buscó otro botón o palanca que hiciera el taladro hacia abajo para empezar a taladrar el suelo, le quedaba poco tiempo pues la mañana no estaba muy lejos y los de seguridad iban a llegar, hizo varios intentos saltando y probando botones, hasta que por fin y casi sin oportunidad de saber cómo, el taladro rápidamente se fue hacia abajo, penetró y rompió rápidamente todo el suelo del piso cuatro y cayendo de golpe en el 3 rompiéndolo como si fuese de cartón, igual con el 2 y el 1, hasta penetrar el suelo y llegar a la tierra, y fue en el subsuelo donde empezó a maniobrar enserio al taladro, pues ni siquiera había puesto la cápsula que lo protegía de lo que pudiese encontrarse en la tierra, cuando al azar la activó, el tablero cambió y salió un volante del medio, así como palancas a los lados que controlaban la velocidad del taladro, por fin Adam tuvo el control absoluto del taladro y empezó a ejecutar el próximo paso de su plan, y condujo por debajo de Retavis del Norte, para llegar a Retavis del Sur.
Capitulo 3.-
En sus años como seguridad del pueblo, Adam visitaba Retavis del sur como cualquier otro ciudadano, pero ahora tenía 2 años ya sin cruzar la línea, cuando se den cuenta de cómo lo hizo pensaran que estaba muy ansioso de volver a pisar esa comunidad. Adam no sabía en qué parte de Retavis del sur se encontraba, y no quería que lo descubrieran entrando y haciendo un agujero por alguna avenida principal, así que trató de calcular más o menos por donde estaba la orilla, y así entrar a la ciudad desapercibido. Cuando pensó que era suficiente, levanto al taladro haciéndolo ascender con velocidad, él no sabía donde aparecería, tal vez en alguna casa, o en algún terreno baldío, no lo podía adivinar. Cuando estaba a punto de llegar a la superficie, Adam bajó la velocidad del taladro, y subió a la superficie lentamente, el taladro iba saliendo a la superficie cada vez más lento, cuando ya todo estaba afuera, se dio cuenta que estaba a unos 5 metros del domo, en un terreno deshabitado, parecido a aquel lugar donde él tenia su guarida. Ha como pudo apagó el vehículo y sacó el cubo, al sol le faltaban máximo 30 minutos para aparecer por completo, y ya se estaba aclarando la ciudad, salió del taladro y se puso en marcha, corrió hacia un poste y lo uso para apoyarse en él y elevarse hacia el techo de una casa de un piso, y siguió con su trayecto por encima de los techos, ingeniándoselas para no llegar a tocar el suelo, saltando por casas de más de 2 pisos, lo hacía rápido, como queriendo que el sol no lo encontrara. Para esas horas era probable que en Retavis del norte se dieran cuenta del desastre en el edificio de seguridad y no faltaba mucho para que los altos mandos pensaran en algo más grande de lo que habían hecho a lo largo de esos dos años. Aunque fuese muy difícil atraparlo en esos días que pasaron a ser normales para Retavis del norte, no tenían esa gran importancia de tenerlo atado, no usaban armas tan fuertes y planes tan estructurados, pero ahora la cosa era diferente, él se había metido completamente con el pueblo, e incluso matado personas inocentes. Siguió corriendo por las azoteas de las casas, estuvo a punto de caer repetidas veces, parecía que enserio le urgía llegar antes de que el sol estuviera en lo alto. Hasta que paró, su objetivo era llegar a la cárcel de Retavis del sur, era un edificio que estaba un poco más aislado de los demás, lo vio un momento desde la azotea del último edificio al que saltó, la única forma de llegar desde allí era por aire o bajando y llegando a pie. Pero Adam había dejado la ballesta en aquel edificio donde empezó a ejecutar su plan, dejó de mirar y llevó su mano al bolsillo, sacó el cubo, lo tomó con las dos manos, y lo giró, al instante lo extendió como metro y medio y lo sacudió, de un extremo salieron dos alas, una en cada cara opuesta, y del otro extremo jaló lo que parecía la aleta de un pez, se puso ese artefacto en la espalda tomándolo por unas manijas que tenían las alas detrás y se dejó caer al vacío, elevándose una vez que tenía la suficiente distancia del suelo para poder elevarse con rapidez. Voló un instante muy rápido y como bala llegó a la azotea de la cárcel. Una vez en el techo volvió a armar el cubo de la misma forma que lo había deformado y de nuevo lo metió en su bolsa derecha. La cárcel era un lugar muy vigilado, más cámaras y alarmas que en el edificio de seguridad de Retavis del norte, incluso en la azotea estaba alerta de ver alguna cámara, y claro que la había, pero él había aterrizado en un lugar donde él sabía que era punto muerto para la cámara. Como ésta apuntaba a la puerta por donde Adam quería escabullirse, optó por entrar por los conductos de aire acondicionado y evitarse estar presionado por los 3 minutos que tardan las cámaras en mandar la señal de fallo. Quitó una de las tapas que estaban en la pared donde se escondía, y se metió por ella, empezó a arrastrarse por el conducto, él conocía muy bien esa cárcel, al igual que la de Retavis del norte, pues fueron muchos años de estar al servicio y encerraba ladrones a cada momento. Empezó a descender los pisos, teniendo mucho cuidado de no caer por los conductos verticales, se tomaba su tiempo en bajar lentamente, usando su cuerpo para hacer presión entre su espalda y sus piernas, y así bajar cuidadosamente. Era un edificio con un gran tamaño, constaba de 22 pisos, la mañana se le iba en bajar los pisos lentamente, gracias a las ventanillas por las que sale el aire se enteró de que Retavis del norte estaba en alerta roja, escuchando hablar a algunos de la seguridad, no le importaba mucho saberlo. Fue en el piso 10 donde al parecer había llegado a su destino, encontró la ventanilla, y se sentó a pensar su próximo movimiento, el lugar estaba plagado de cámaras que podían identificarlo fácilmente, ya Retavis del sur estaba enterada de lo que había sucedido y era cuestión de tiempo para que el país se pusiera a trabajar para poder deshacerse de Adam. Terminó de pensar y sacó la tapa de la ventanilla, sacó algo de su pantalón, era una especia de pelota pequeña, se levantó lo más que pudo dentro del conducto y aventó la pelota con todas sus fuerzas hacia la abertura de la ventanilla haciendo rebotarla por las paredes del piso 10, cuando la pelota terminó de rebotar, explotó causando una pequeña explosión casi inaudible, creando humo y activando las alarmas contra incendio, haciendo que las paredes arrojaran agentes extintores haciendo difícil la visión a las cámaras, a los 5 segundos de esto, Adam bajó y corrió ocultándose gracias al agente extintor, él sabía a dónde ir, recorrió todo el pasillo recorriendo todas las celdas a su alrededor, buscaba una en especial y él sabía que estaba por allí, hasta que recorriendo todos los pasillos del piso, dio con la que buscaba, era la celda 777, el agente extintor ya se disipaba y podría causarle graves problemas si las cámaras lo captaban, la cárcel contaba con un gran dispositivo tecnológico de seguridad, si lo ven, cierran completamente el edificio sin posibilidad alguna de salir, y ni siquiera sería asesinado por alguna persona, si no por alguna arma biológica que esté integrada en el edificio sólo por seguridad. Sacó el cubo del bolsillo derecho de su pantalón y le hizo algunas cosas con las manos, algunas vueltas por aquí y pulsando lo que parecían botones, al final lo clavó en el panel donde se introducía la tarjeta para poder dar permiso de que la celda se abriera, rápidamente sacó la barra de Metahi que había utilizado en el edificio de seguridad, la alargó y la clavó igual en la parte de abajo de la puerta, se hizo a un lado concentrándose en el cubo, dándole un buen golpe con el puño cerrado al cubo para que se accionara, haciendo que el edificio colapsara de nuevo con la luz, al volver, la puerta estaba abierta, rápidamente se agachó y vio dentro el pie de alguien que al parecer quería saber lo que estaba pasando, él metió la mano y lo jaló, haciendo que la persona dentro de la celda callera, y sólo lo arrastro hacia afuera, el susodicho puso resistencia pero Adam rápido lo mando a dormir con un golpe en la nuca. El agente extintor estaba ya en un nivel de disipación elevado, las cámaras ya podían captar lo que estaba pasando dentro del piso diez. Adam estaba en serio peligro, con un hombre en un hombro y con la posibilidad alta de que las cámaras lo capten y el edificio se clausure automáticamente, se quedó allí parado pensando, cuando salió de su trance, corrió lo mas que pudo sin importarle las cámaras, incluso cuando vio una cámara cerca, dio la cara que seguía cubierta con el trapo negro que robó y brincó brindándole un puñetazo haciendo que ésta volara por los aires, llego a una pared, sacó el cubo rápidamente y le daba instrucciones con sus manos con esos movimientos que el cubo parecía incapaz de hacer, al final, lo alargó, de un extremo él lo sostenía, y del otro extremo el cubo estirado empezaba a ponerse rojo, poco a poco empezaba a calentarse y convertirse en una especie de espada, el edificio empezó a soltar la señal de que algo no andaba bien, las luces de la sala empezaron a parpadear de un rojo intenso, haciéndole saber a Adam que la clausura estaba a punto de ser accionada, la fase final del cubo fue crear un aura roja alrededor de donde había empezado a ponerse caliente, Adam tomó impulso y rajó la pared en forma de circulo, con la pierna izquierda empujó e hizo que la parte cortada callera hacia el vacío, quedando la salida libre, pero a 10 pisos, rápidamente desactivó esa función de espada y volvió a hacer los movimientos que le permiten utilizar el cubo para volar, lo hizo pero ahora era más difícil la colocación y el buen manejo de aquello, puesto que él iba con un acompañante aun inconsciente, a como pudo acomodarse rápidamente a su prisionero, tomó el cubo transformado y se aventó como la primera vez, cayendo y cerciorándose de que era suficiente para elevarse por los aires, al parecer su plan era volver a donde estaba el taladro, pero en pleno vuelo, aquella transformación del cubo empezó a fallar, al parecer empezó a hacer corto circuito pues salían chispas de la parte larga, las alas ya no estaban firmes, era Adam quien las tenía que estirar bien o si no se cerraban, pero la cola de pescado que estaba en la parte trasera si se cerró, haciendo que Adam perdiera el control de aquello y obligándolo a aterrizar en la azotea más próxima que encontrara, entonces así fue, descendió con mucha ayuda pues el cubo ya no respondía, fue una caída algo aparatosa, perdió al convicto en la caída, haciendo que él se llevara algunos golpes.
Capitulo 4.
Se levantó rápido del suelo y fue por la persona que había secuestrado que había caído a unos 4 metros de él, de nuevo lo puso en un hombro y corrió hacia la puerta de la azotea que conectaba con las escaleras, allí, sólo descansó, se sentó en uno de los escalones y se recargó en la pared, poniendo al prisionero escaleras más abajo para tenerlo en observación, tenia algunos rasguños pero nada grave, revisó el cubo que se transformó sin necesidad de que Adam lo volviera a la normalidad, y notó que estaba quemado, tirando chispas y ya muy negro de algunas partes, podría decirse que el cubo tenía un límite de utilizaciones, y Adam ya las había excedido. No había dormido desde hace ya un tiempo, y decidió tomar una siesta allí, recargado en la pared. Horas después fue despertado por un helicóptero que merodeaba los cielos, el prisionero seguía acostado, con las heridas ya con la sangre seca. Adam sentado y ya descansado se puso a pensar, fue rápido y lo primero que hizo fue despertar a aquel misterioso señor, duró unos minutos poder hacer que aquella persona se despertara, al parecer tenía un sueño muy largo y profundo, cuando por fin logró abrir los ojos y caer en cuenta de que ya no estaba en su celda, se levantó aterrorizado, -Siéntate y no trates de escapar porque te alcanzaré y tal vez te dañe el cuerpo permanentemente-. Le dijo Adam con una seriedad, aquella persona mostró aun mas pánico del que tenía, pero tragó saliva y se sentó poco a poco recargándose en la pared, quedó de frente a Adam pero medio piso más abajo, los dos se miraban a los ojos, y al parecer, los dos se conocían. -¿Qué es lo que te pasa?-. Preguntó aquella persona con una edad que oscilaba entre los 30 y 40 años,-¿Por qué me sacas de mi confinamiento? , fuiste tú el que me atrapó y me hizo pasar por todo esto-. Le dijo el señor a Adam verdaderamente muy confundido. –Un día me desperté harto de lo poco que soy y lo mucho que podría ser, y decidí tomar un camino diferente que los demás días, ése camino me llevó a saber lo que realmente debo ser, y no lo que soy sólo porque mi vida dio un giro inesperado, y a lo largo de ese camino he venido haciendo lo que me plazca, dándome cuenta que debo encontrar una meta, y hoy, he venido decidido a culminar un plan maestro que desarrollé con demasiados márgenes de error, pero sin duda con lo necesario para que todo salga a como yo lo pienso, y tú, formas gran parte de la acción para poder que mis planes salgan perfectos, aun cuando te digo, que éste plan tiene demasiados márgenes de error.- El señor se quedó desconcertado, con más preguntas que respuestas, pero se limitó a decir, -¿Qué gano yo con ayudarte?-. La cara de Adam mostró unos segundos algo de sorpresa, al parecer esperaba que él mostrara algo más de resistencia al escucharlo. –Para empezar estas libre de ese infierno de la cárcel, deberías agradecérmelo, lo demás lo sabrás con el tiempo, ahora es momento de irnos, pero te adelantaré que si éste plan culmina satisfactoriamente, valdrá lo mismo para ti y para mi, nadie gana más, ganamos lo mismo, y eso mismo es algo más grande de lo que te imaginas, ahora vámonos.- Adam se paró y empezó a estirarse un poco, bajó lentamente las escaleras mientras observaba la cara de su nuevo colega, aun con la mirada perdida, sin saber qué hacer. Su colega volvió en si cuando vio que Adam ya estaba enfrente de él, Adam le estiró la mano para ayudarlo a levantarse, y él accedió. –Creo que no tengo otra opción de todos modos, y la forma en la que me sacaste de allí me impresiona y me hace ver que esto va enserio y va grande, con muchas dudas, cuenta conmigo.- Le dijo a Adam, -No te arrepentirás, siempre y cuando al final todo salga bien, Row, es hora de irnos.- Listos y dispuestos, Row estaba en cierta parte obligado a seguir las órdenes de Adam, éste empezó a subir las escaleras de nuevo, abriendo la puerta con cautela viendo si no había algún helicóptero o alguna señal de él. Lo vio. Estaba estacionado en la azotea de la cárcel, se miraba muy borroso puesto que ya estaban algo alejados de allí, pero se podía observar el contorno de personas que al parecer hablaban. El plan de Adam y sus márgenes de errores no estaban sobrevalorados, ya que el plan era volver al taladro, pero aun volviendo, la llave que era el cubo se había quemado y no podrían encenderlo. Ése cubo era especial según parece. Con la puerta entreabierta empezó a pensar, con la mirada fija en el horizonte, ésta vez sí duró más tiempo, Row estaba detrás, esperando alguna señal, seguía con cansancio y se notó las heridas en el cuerpo, pero tan sólo se limitó a tratar de limpiárselas con saliva, Adam seguía con una parte de su cabeza fuera del edificio, usando la puerta para taparse y no lo vieran, muy pegada a él. Cuando por fin terminó, cerró la puerta y dio media vuelta.
–Sígueme.-, le dijo a Row, empezaron a descender por la escaleras, se encontraban en lo que parecía un apartamento, unos 5 pisos. Adam paró en el segundo piso, y se dirigió hacia las habitaciones, pasaba por un lado de ellas jalando las perillas, para ver que habitación estaba abierta, sólo una estaba abierta, cuando jaló la perilla y se dio cuenta, volteó hacia Row asintiendo con la cabeza y sacándose una pistola de la cintura, entró con rapidez y se encontró con una familia que estaba comiendo, él con pistola en mano los asustó, pero con la otra les decía que silencio, -Sólo queremos algo de ropa, eso es todo.-, dijo Adam, Row apenas entraba como si nada y cerró la puerta.- La familia formó su grupo y estaban acorralados, o su postura así lo parecía. –Allí está la recámara-. Dijo el que parecía ser el papa apuntando a una de las puertas, Adam volteó hacia la puerta, la abrió y entró a buscar algo que ya no encajara con la descripción que podían obtener de los videos de la cárcel, escogió lo que pensó le sería más conveniente, al igual que tomó ropa para Row, pues cargaba el atuendo de los presos, se cambió dentro del cuarto sin perder nada de tiempo y salió, le aventó la ropa que había escogido a Row y le dijo que se metiera a cambiarse. Adam se sentó en una silla, sirviéndose algo de jugo que estaba en la mesa, la familia estaba aterrorizada, los padres tenían a sus hijos abrazados, no los dejaban ver la escena. –Tú nunca fuiste bueno, pero tampoco eras un monstruo-. Se escuchó la voz de la mujer, el silencio se hizo escuchar algunos segundos, Adam terminaba de beber y dejo el vaso en la mesa. –Tal vez es un monstruo en lo que me quiero convertir.- Le respondió. Row salió del cuarto con su nueva vestimenta. –Vámonos, y si en verdad quieren tanto a sus hijos, absténganse de hacer algún tipo de estupidez como denunciar éste tipo de incidente, o volveremos a quitarles algo más que sólo ropa.- Les advirtió Adam a aquella familia, después se dirigió a la salida siendo seguido por Row. Se encontraban bajando de nuevo las escaleras, cuando llegaron al primer piso, Adam fue muy cauteloso al revisar que la seguridad no estuviese haciendo rondines o revisiones de las posibles zonas donde pudieron haber caído, aunque fuese difícil de que alguien se diera cuenta, era muy temprano. –Estamos muy lejos del lugar al que quiero llegar, y nos veríamos muy sospechosos que estuviéramos los dos juntos, me vas a seguir a una distancia de unos 15 metros para evitar intromisiones.- Le explicó Adam a Row, él entendió y emprendieron su objetivo, salieron de los apartamentos, primero Adam, alejándose a un paso que no presentaría sospechas, cuando Row pensó que ya eran los 15 metros, salió del edificio. Adam evitaba las posibles calles donde hubiese retenes, o si veía patrullas lejanas prefería rodearlas y tomar un camino más largo, la mañana acababa de irse y el sol era abrazador, las calles ya estaban invadidas por vehículos y había muchas personas por las calles, entre la multitud sería difícil que los detectaran, además siempre hubiesen pensado que si los atraparían, estarían juntos, y con este pequeño detalle de Adam se vuelve aun más confuso. Paraban de vez en cuando para recargar energía, comprar algo de comer y beber, y así Adam aprovechaba para pensar en el siguiente paso. Fue hasta ya tarde, cuando el sol ya había bajando la intensidad, que llegaron sanos y salvos hacia una casa que se encontraba casi a la orilla del domo, en un barrio que no estaba deshabitado pero la gente no era de importarles mucho quienes entraban y quienes salían a su colonia, estaba muy retirada y olvidada. La casa la había conocido Adam en una de las tantas intromisiones de la policía en intentar cortar el crimen, estaba clausurada aun, pero pudieron entrar tumbando algunas tablas de la puerta trasera, la casa estaba tremendamente sucia, limpiarla por completo llevaría días. Pero era más importante guardar el paradero.
Capitulo 5.
Se limitaron a limpiar una mesa, y poder sentarse, -Bueno creo que es el momento oportuno para contarte mi plan.-, Row al escuchar esto dejó sus pensamientos para otro momento y puso mucha atención a la voz de Adam. –Básicamente quiero lograr una meta personal, y aunque ésta sea por decirlo así, mi sueño, sé que te interesará, para no darte un discurso tan lleno de cosas que no tienen que ver con mi plan, mi intención general es adueñarme de todo Retavis.- Adam observó cómo Row alzó las cejas en señal de total de desconcierto y duda. – Lo haré de la siguiente forma, buscaré y asesinaré al General Roseti, eso dará un miedo enorme a todo el país, sabiendo que el único héroe que tienen ha muerto, el miedo que hasta ahora me tienen se expandirá a niveles que no me imagino, hasta allí, culminaría la mitad de mi plan, tú entras en esta mitad, tú mejor que nadie sabes la capacidad que tienes para todo lo electrónico o computacional, te saqué por eso, tú cerebro es la llave que abrirá la puerta que quiero atravesar, para llegar y tomar el puesto de Presidentes de Retavis, es un proceso muy arduo, pero con recompensas inimaginables.
-Simplemente es una locura, pero no lo pensaré, si lo pienso me arrepentiré por que se que es algo que jamás se me hubiera ocurrido por el nivel de dificultad que esto representa, ahora entiendo lo que trataste de decirme con esos márgenes de error, y por supuesto que deben de ser miles, pero bueno, tu plan me convence, sólo explícame que es exactamente lo que tengo que hacer.- Dijo Row tratando de tomar las cosas con calma y no impacientarse o volverse loco. –En Retavis del norte, existe un laboratorio secreto escondido a las orillas del domo por la parte este de la ciudad, y sé que lo conoces.- Adam miró fijamente a los ojos de Row, y él puso su cara de nerviosismo. –Sí, sé de que hablas, en ese lugar experimentan o crean nuevos artefactos, trabajé algunos años antes de que me despidieran.- Le contestó a Adam quien dejó de mirarlo. –Así es, y si yo conozco ese lugar, y lo que hacen, entonces tú conoces más de lo que quiero saber.- Dijo Adam con un tono que confundió a Row.
-¿Qué es lo que tienes en mente exactamente?- Preguntó Row para que Adam le dijera el plan completo. –Tengo muy bien entendido que allí trabajan con artefactos que funcionan con tan sólo usar la mente, fuerte armamento que jamás es utilizado y sólo se crea con el fin de extender el conocimiento de los científicos y ver que tan lejos pueden llegar. Lo que yo quiero es tener todo ese armamento, todos esos robots a mí favor, o más bien, a nuestra disposición en cualquier momento.- Los dos se vieron a la cara un momento, Row tuvo que pararse y empezar a caminar para asimilar la información, él había sido atrapado por Adam hace ya varios años, y al parecer era un genio en la computación siendo pieza indispensable para que el plan se llevara a cabo. –Es un plan un poco tomado a la ligera, pero llegaste muy lejos y no hay marcha atrás, creo que mientras tengas bien en mente lo que tenemos que hacer, el plan se logrará, lo más difícil será entrar a ese bunker-. Dijo Row tomando un tono muy serio. –Lo sé, sólo una vez pude entrar, pero fui detenido muchas veces tratando cuando era policía.- Contestó Adam, parecía que aun pensaba sentado en la silla. La tarde-noche se hizo presente, y los helicópteros se escuchaban a lo lejos, hubiese sido fácil escapar en el taladro pero la llave que era el cubo se había dañado, y si volvían a él, la ruta que llevaba de Retavis del norte a Retavis del sur que Adam había hecho con él, era seguro que ya les había dado el paradero del taladro. Ya no sólo se escuchaban los helicópteros si no vehículos terrestres pesados recorriendo las calles, ellos estaban muy lejos de lo que es el centro de la comunidad, pero aun así el silencio alrededor de esa colonia hacia audible aquel armamento. Adam se quedó sentado en la silla hasta que la noche se hizo totalmente presente, Row había salido a tomar aire y a aclarar las ideas. Adam se levantó y salió a buscar a Row, su semblante cada vez que pensaba era más sombrío. -Es hora de irnos, rápido-. Row aunque tenía un aspecto atlético, no era tan joven como Adam. Empezaron a caminar por la cera de la colonia, observando los alrededores con mucha cautela. Los sonidos de los vehículos se escuchaban poco pues seguían muy lejos del centro, por la noche era común aun ver gente haciendo alguna actividad fuera de sus casas, todo parecía indicar que la ciudad estaba bien informada de lo que aconteció por la noche del pasado día.
Caminaban por las zonas más desoladas posibles, buscaban la obscuridad total, pero era casi imposible pues la iluminación nocturna era muy importante en todo el país, si notaban alguna anomalía era cuestión de avisar para que la repararan. Adam encontró una escalera en el costado de un edificio, empezó a subir y Row lo siguió, para Adam tratar de llegar a su destino hubiese sido más fácil pues sus habilidades le permiten moverse rápido aun con obstáculos peligrosos, pero ahora cargaba con compañía que no tenía sus mismos dones, tal vez también le ayudaba ir lento, y no precipitarse. Al parecer el haber encontrado ese edificio no era casualidad, él lo buscaba, al llegar a la azotea Adam abrió la puerta de salida de una patada, el edificio era de 4 pisos, cada piso era un hangar de diferentes tipos vehículos, la mayoría muy lujosos, bajaron hasta el primer piso y Adam encontró una motocicleta, al parecer le agradó mucho pues la miró un poco más que el tiempo necesario, a su alrededor había muchas más, pero esa era la que le había llamado la atención, se dirigieron a una caja que estaba puesta en la pared, sacó una de sus armas cortas que permanecían a los costados de su cadera, y disparó contra el candado que las aprisionaba, había muchas llaves pero todas tenían el número correspondiente al de la motocicleta. -Toma la que te guste, rápido-. Le dijo Adam a Row, él empezó a ver a sus alrededores buscando una de su agradado, mientras Adam ya se dirigía a encender la motocicleta, la encendió y ésta parecía ser muy sofisticada, tenía un motor muy silencioso y en verdad parecía muy veloz con un diseño muy conveniente para explotar toda su capacidad, empezó a dar vueltas sobre su propio eje acelerando y teniendo el freno accionado, parecía muy concentrado hasta que lo interrumpió la motocicleta de Row, pues ya la había encendido y se estaba familiarizando con ella, haciendo parecer que no sabía cómo andar en motocicleta. –Estos años preso me hicieron olvidar muchas cosas, pero es cuestión de salir-. -Eso espero, depende de mucho que éste nuevo objetivo salga bien, tienes que seguirme a cualquier velocidad que valla, si ellos te atrapan, me será muy difícil volver a sacarte de donde estés-. –Esperemos que no- contestó Row, Adam avanzó hacia los botones que controlaban el accionar de las puertas para poder salir, las puertas se abrieron a la señal del botón, y Row salió, Adam volvió a cerrarlas, y tuvo que ir a una velocidad considerable para que las puertas no lo atraparan al momento de salir, pudo salir sin problemas, Row lo esperaba cerca y sólo se vieron las caras un momento, como sabiendo ya lo que uno pensaba del otro, Adam giró el acelerador del manubrio algunas veces sosteniendo el freno, cuando por fin soltó el freno salió a toda velocidad por la calle, Row lo seguía también a toda velocidad, las calles estaban desoladas y tenían el tiempo contado para que los encontraran, Adam recorría calles no importantes, esquivando los bou levares donde seguro podía haber retenes esperando alguna maniobra de parte de ellos, iban muy rápido y silenciosos, de repente Row vio que Adam disminuía su velocidad y se puso paralelo a él para ver qué pasaba, -Nos dirigimos al Edificio presidencial, ahora me seguirás de una forma más acorde conmigo.- Le dijo Adam parando la motocicleta cuando terminó de hablar. –Acciona este botón para que no tengas dificultades, y no pienses en nada más que en seguirme, andando.- Terminó Adam de hablar empezando de nuevo su recorrido a máxima velocidad, Row vio el botón que Adam le señaló y empezó también a seguirlo a toda velocidad, Row estaba muy atento pues las palabras de Adam no son para menos, así que él no se podía distraer para no perder ningún detalle. El edificio presidencial era sin duda el lugar más vigilado en todo el país, fue el primer edificio que se levantó en todo Retavis, solo había uno en todo el país, y por casualidad había quedado en Retavis del sur, y aparte de todo, también era el edificio más grande de todos con un total de 57 pisos, empezó siendo de tan solo 7, pero se fueron observando y ejecutando los planes para enfrentar las necesidades de Retavis, y se necesitaba un punto de control que estuviera cerca de los demás departamentos para lo que fuera necesario, vigilancia, reportes de amenazas exteriores, nuevos planes en todo el país como nuevas infraestructuras o remodelaciones, incluso Adam y su antigua y por supuesto nueva faceta han pasado por el departamento de juntas de los altos mandos que se encargan de la seguridad del país, y claro, de allí viene la orden para que lo que estaba pasando en ese momento con los helicópteros y demás cosas de la policía se llevara a cabo, lo que Adam había logrado hasta ese momento era lo más grande que alguna vez hubiera pasado en Retavis, incluso superaba los ataques de enemigos exteriores que querían invadir el país destruyendo el domo, puesto
que, en todo el país jamás nadie había sido asesinado por alguna fuerza de seguridad, o por algún civil que encontrara razones para asesinar
a un conocido o desconocido, y ahora, Adam había asesinado a
algunos inocentes, y la policía sin duda tenía el permiso para buscarlo exhaustivamente y lo asesinarlo, no había porque pensar que Adam se
entregaría , puesto que su actitud solo empeoraba, así que era muerto
o muerto.
Capitulo 6.-
Adam ya había recorrido un buen tramo en la motocicleta, hasta que sin ninguna señal aparente, aceleró con todo lo que la motocicleta podía dar, se dirigía a un edificio, iba tan rápido que iba a hacer imposible parar en un momento dado, Row desaceleró para observar lo que parecía un suicidio, pero nunca dejó de mirar a Adam, hasta que la distancia ya era mínima, vio como Adam dio un salto con la motocicleta y empezó a subir por la pared del edificio, el botón que le señaló era para eso, las llantas contaban con un mecanismo usado para escalar materiales verticales y sólidos, como el de un edificio, así que Row volvió hacia atrás para tomar vuelo, Adam ya había escalado el edificio y lo miraba desde arriba, Row tomó el suficiente espacio como para hacerlo, tomando en cuenta también que tenía que saltar junto con la motocicleta para conseguir un ascenso igual de seguro y satisfactorio que el de Adam, así que giro varias veces el acelerador hasta que decidió salir despedido a toda velocidad, la motocicleta estaba diseñada para eso, correr a toda velocidad y alcanzar velocidades exageradas en tramos no tan largos, así que Row aceleró todo lo que pudo y cuando estaba a punto de llegar a la parte sólida del edificio accionó el botón de las llantas y levantó la motocicleta utilizando todo su cuerpo para poder levantarse correctamente, cuando menos lo imaginó ya estaba en posición vertical, perdió el miedo rápido y aceleró para llegar lo más rápido posible a la azotea, cuando llegó la adrenalina lo hizo sentirse muy vivo, con ganas de hacerlo de nuevo –¡Se siente bien esto, con razón tu vida no es tan mierda aun en este momento!.- Mientras la adrenalina bajaba de su cuerpo, Adam lo miró a los ojos, lo que hizo que Row se calmará por completo. –El edificio está allí.- Adam apuntó al edificio presidencial, era difícil no verlo, era enorme. Al igual que la cárcel de Retavis del sur, el edificio se encontraba lejos, aislado de los demás, protegidos por rejas que podrían estar electrizadas, se encontraban viendo la situación y el peligro que corrían al tratar de infiltrarse, cuando fueron obligados a dejar sus pensamientos debido al sonido de un helicóptero que se acercaba, llevaron las motocicletas dentro del edificio donde se encontraban, volviendo a romper la puerta de una patada, pudieron escabullirse a tiempo, justo cuando el helicóptero ascendía muy alto, para aterrizar en aquel helipuerto que se encontraba en la azotea del edificio presidencial, Adam pudo observar un poco por la puerta quebrada que el helicóptero era enorme, era sin duda el helicóptero donde se transportan los altos mandos del país, o más bien, donde se transportaba uno de los blancos principales de la operación, el General Roset. El General era una persona muy querida en el país, fue uno de los sobrevivientes y héroes de una de las peores catástrofes de Retavis, actualmente tiene 64 años, pero gracias a la medicina avanzada parece de 40, y cómo es demasiado aclamado en Retavis, el pueblo nunca lo dejaría morir. Su leyenda se forjó cuando tenía apenas 30 años, Retavis ya había sufrido diversos ataques de diferentes organizaciones bélicas en el pasado, que sólo se desempeñaban cómo una especie de piratas, donde su objetivo era apoderarse de países semejantes a Retavis, donde podrían adaptarse un tiempo hasta acabar con sus recursos y su gente, así se ganaban la vida los piratas. Ésa historia donde se cuenta su gran hazaña, fue el peor intento de tomar Retavis por parte de fuerzas externas al país. Se hacían llamar 'los escarabajos', y con mucha razón el nombre les quedaba muy bien, el domo aun no estaba terminado por completo, pero sí una buena parte de él, la parte de arriba que encerraba por completo era lo que faltaba para finalizar el domo, pero el Metahi es una mezcla que se produce muy lento y no siempre los minerales se encontraban con facilidad, éstos se producían también solos en la tierra gracias a la naturaleza, sin ningún tipo de proceso humano, era una de las cosas sorprendentes de la ubicación de Retavis, sólo allí se encontraba lo necesario para su elaboración. Los escarabajos llegaron de la nada, reclamando a Retavis como su propiedad, exigiendo que les abriéramos la puerta, obviamente a los encargados en ese tiempo de la seguridad les pareció absurdo y no tomaron cartas en el asunto en ese momento, puesto que ya habían tenido sucesos similares anteriormente, así que los escarabajos se alejaron sin poder hacer más, Retavis pensó que jamás volverían a verlos de nuevo, pero tan sólo habían acampado en el bosque para planear la estrategia para poder entrar y tomar Retavis. Horas después, alguien de seguridad observó a un ejército de personas que por lo ocurrido horas antes los identificó como los escarabajos, accionó la alarma para que los altos mandos se dieran cuenta y actuaran conforme la situación lo ameritaba, los escarabajos llegaron hasta el domo, iniciando un ascenso por sus paredes circulares gracias a una especie de guantes que les permitían escalar sin dificultad alguna, eran alrededor de unos mil piratas, que demostraban el por qué del nombre de su clan escarabajos, pues eran inteligentes y escurridizos, sin olvidar lo asqueroso que lucían. Cuando el domo se vio cubierto por piratas queriendo acceder por la parte del domo que aun estaba en construcción, el General Vermont, que era el general actual en esa época, convocó rápidamente a una junta, se tomaron algunas ideas y otras se desecharon, en treinta minutos que duró la junta se vieron obligados a tomar una decisión rápida y aun criticada por altos mandos actuales como muy precipitada, aunque era una ocasión especial y de alta prioridad así que aunque haya personas que crean que pudieron haber pensado en algo mejor, la mayoría coincide en que fue lo correcto. El plan consistía en usar los tanques de guerra y empezar a disparar por la abertura, y así no dejar entrar a ningún intruso, y así fue, empezaron a salir los tanques del campo militar que actualmente se encuentra en Retavis del norte, y tomaron una posición en fila, apuntando hacia el objetivo que era básicamente la orilla de la abertura, para que el misil ahuyentara o en el caso más esperado, matara a los que trataran de al menos asomarse y así poder causar miedo y consecuentemente el declive de su plan y objetivo principal. Había muchos piratas arriba del domo, alejados de la abertura para no ser dañados, recibiendo ordenes de su campamento en el bosque, cuando los altos mandos pensaron que estaban allí sin saber qué hacer, de repente se ve como muchos de ellos se avientan desde arriba con una soga amarrada a su cintura cayendo mal pero sobreviviendo en alguna azotea de un edificio, los tanques reaccionan pero es demasiado tarde, los piratas notan que al momento de disparar, los tanques se toman un tiempo para volver a hacerlo, así que aprovechan el disparo y así se avientan más, alrededor de 30 piratas por el espacio de tiempo entre misil y misil, incluso observaron lo suficiente y se dieron cuenta de la medida aproximada que debe tener la soga para tener una caída sin riesgos, y así lo hicieron y fueron bajando, los cañones fueron haciéndose más repetitivos pero ya era demasiado tarde, ya había infiltrados en Retavis y civiles en peligro los cuales eran en ese momento la mayor preocupación.
Capitulo 7.-
Desgraciadamente era muy tarde para hacer planes, los piratas empezaban a invadir las casas asesinando a los que se encontraban dentro, mientras poco a poco los escarabajos se apoderaban de Retavis, en ese entonces el capitán Roset, sin ninguna orden de sus superiores, le ordenó a su escuadrón que se prepararan para contrarrestar el ataque y eliminar a los intrusos, subieron a sus respectivas patrullas y comenzaron el camino hacia lo que se volvería el campo de batalla, Roset ordenó a algunos de sus integrantes del escuadrón que subieran al edificio presidencial y empezaran las labores con snipers. Cuando faltaba poco para llegar a la zona de batalla, las 5 patrullas que eran ocupadas por 5 integrantes cada una, bajaron para llegar a su destino a pie. Roset les ordenó dispersarse y empezar una búsqueda silenciosa, contaban con armas largas con silenciador, podría servirles de algo si querían hacer esto sigilosamente. Trotaban de un lugar a otro, donde Roset les dijera, usando las paredes como escudos. Pronto se encontraron con un grupo de escarabajos que corría a toda velocidad, querían extender su presencia en Retavis, el capitán los vio pasar y les dio la señal a parte de su pelotón que lo siguiera, los demás que eran unos 15, debían seguir y encontrar más intrusos a los cuales debían eliminar. Roset empezó a correr tras de ellos siendo seguido por parte de su pelotón, los piratas habían llegado a un boulevard y habían parado, al parecer para pensar para donde ir, acto seguido se escuchó el disparo de un sniper, y pronto el ruido de un cuerpo cayendo desde lo alto del domo, los snipers habían empezado a cobrar vidas y se trataba de los que intentaban bajar por las cuerdas como lo habían hecho todos los intrusos, el cuerpo cayendo desde lo alto hizo que todos los escarabajos se distrajeran, Roset dio la señal de fuego, y empezaron a disparar hacia ese grupo de gente que se encontraba distraída y para nada segura, pues estaban en medio de una calle principal, algo tarde para correr o esconderse, terminaron a todos. Cesó el fuego y Roset ordenó la rápida unión con el otro pelotón, los disparos de los Snipers se hacían sonar con más frecuencia, no siempre eran para los que aun intentaban bajar por las cuerdas, parecía también que tenían visión terrestre y podían eliminar a algunos. Como fue una salida precipitada, no hubo tiempo de equiparse con el equipo completo, como los radios que hubieran servido para comunicarse con los snipers y así les informaran sobre lo que estaba pasando. Se escucharon disparos mientras corrían, y se apresuraron a llegar de donde provenían. Encontraron al pelotón restante peleando fuego con fuego, vieron rápido el panorama y encontraron lugares que servían para devolver el fuego, los piratas se habían apoderado de una zona de alrededor de 700 metros, todos esos 700 metros a la redonda era de ellos. No se podía saber cuántos de ellos había, pero por mientras en el edificio presidencial se planeaba una nueva estrategia, se habían contabilizado alrededor de 200 piratas que habían podido entrar al domo, el General Vermont optó por entrar a la zona de los 700 metros y acabar con todos utilizando todo lo que tenían, los de seguridad y militares, con todo el armamento con el que contaban para tener el mínimo de bajas posibles. Mientras las órdenes estaban siendo aclaradas, el pelotón de Roset aun contendía por sus vidas, pudieron acabar con algunos de ellos, pero la mayoría estaban muy bien escondidos, dándoles un Angulo de disparo muy conveniente, estaban dentro de las casas del vecindario y muy bien armados. Ahora puede pensarse que los escarabajos pensaron que esto del señuelo era tan solo una trampa, pues si ellos hubieran salido hubieran podido asesinarlos sin problema, eran tan sólo 25 policías, contra 200 piratas. Al pelotón se les empezaban a acabar las municiones, y lo más sensato era anunciar la retirada a sus compañeros para no tener ninguna baja. Pero aun sabiendo eso siguieron allí, luchando con lo que les quedaba, pero el agotamiento de las municiones era inminente, y en un momento estarían sin ningún tipo de escudo para protegerse, los snipers se escuchaban, podía verse algunas veces que impactaban sobre las ventanas de las casas y daban en el blanco. En el instante donde el capitán Roset les daría la orden de retirada, un helicóptero paso por la zona, era militar, descendió lo suficientemente como para poder bajar personas, pero lo que hizo fue empezar a disparar a las casas de los alrededores, el helicóptero empezó a dar la vuelta sobre su propio eje para no dejar ninguna casa sin balas, los altos mandos no sabían que el pelotón había tomado ese riesgo de ir solos al lugar, así que los militares tan solo disparaban sin saber que había gente de su lado, las balas eran enormes así que el pelotón corrió lo más lejos que pudo para no ser alcanzado por alguna de esas balas , cuando terminó el helicóptero de dar la vuelta e impactar en todas las casas cercanas, la puerta se abrió y empezaron a bajar soldados, sin ningún tipo de demora empezaron a invadir las casas a sus alrededores, eran unos 50 soldados, y se metían de 5 en 5 en cada casa. Se escuchaban disparos y gritos. El pelotón se encontraba ya a unos 40 metros de la zona, a salvo de cualquier peligro, estaban sentados descansando cuando vieron a lo lejos que se acercaban tanques, eran muchos, cuando estuvieron lo suficientemente cerca, el tanque que iba de punta se paró a un lado de ellos.- ¿Qué hacen aquí policías?, es un asunto militar- dijo el copiloto del tanque. –Es un asunto del pueblo, y decidí participar dado a que los altos cargos no dan planes precisos y rápidos-. Contestó el capitán Roset. –Les recomiendo que se alejen lo más que puedan, esto puede ponerse más feo de lo que pensamos.- Dijo el copiloto y le dio la señal al conductor para que siguiera por la calle que lleva al ojo de la batalla, y así pasaron todos los tanques detrás de él. Roset estaba satisfecho con lo que había hecho su equipo, pero aun así no daba por terminada la misión. Decidió encontrarse con su equipo sniper y así observar con atención lo que sucedía, se levantó y ordenó al grupo que subieran a sus patrullas, comenzando un nuevo camino hacia el edificio presidencial. Cuando llegaron y entraron, no había nadie en los primeros pisos, estaban todos sumamente ocupados con la operación que sólo los responsables del plan estaban, en el último piso, viendo todo por las cámaras que los soldados llevan en sus cascos. El pelotón tomó los elevadores sin ninguna persona que les preguntara de donde venían o porque estaban allí vestidos en modo de combate, si no se les había autorizado ninguna participación en el plan que se llevaba a cabo. Llegaron a la azotea, y allí se encontraban sus compañeros aun en posición de ataque, pero más bien parecía que observaban lo que sucedía, sus municiones también ya se habían agotado. – ¿Cuantas bajas enemigas?- preguntó el capitán Roset.
-Alrededor de 50 entre los 5 señor.- contestó el cabo Sosa.- El capitán asintió con aprobación y sacó unos binoculares para tratar de ver lo que sucedía en el campo de batalla. Al parecer el helicóptero militar ya no se encontraba allí, pero los tanques permanecían parados, no sabían si ya habían sido utilizados, pero al parecer no, puesto que las casas se encontraban aun en pie. Empezaron a circular helicópteros cerca de la abertura del domo, disparándole a los que aun se encontraban allí. Eso le dio una idea al capitán, -Observen la batalla y si pasa algo que deba saber me buscan, iré a hablar con el General Vermont-. Los 29 integrantes del escuadrón se tumbaron en el piso a descansar, sin quitar la vista del campo de batalla. Roset tenía un nuevo plan que desencadenaría muchas dudas en la sala de juntas, se metió al elevador y llegó muy rápido al piso puesto que la sala estaba debajo de la azotea, cuando la puerta abrió, vio a una multitud contenta pues las cámaras de los soldados reflejaban la victoria y total eliminación de intrusos, el plan había sido un éxito, pero Roset tenía en mente algo grande. Buscó entre la gente al General, y lo encontró justo cuando se sentó aliviado por el éxito de la operación.
-General, tengo una propuesta que podrá aliviar por completo el problema que tenemos con estos piratas.- Le dijo Roset al general, aun cuando él no lo había notado en la sala, el general volteó y lo vio. –Te escucho Roset.- Fue cuando el General se acercó a la mesa de juntas y le dijo a los demás que también lo hicieran, dándole a Roset también un lugar en ella. .-Empezaré felicitándolo por el aparente éxito del plan para acabar con los intrusos pero...- Roset fue interrumpido por un fuerte estruendo que sacudió todo el edificio, todos volvieron a ver las cámaras de los soldados y todas estaban sin señal. -¿Qué diablos pasó?- Dijo el capitán Vermont al no comprender que había sido esa aparente explosión. Roset se levantó rumbo al elevador para ver con sus ojos lo que había sucedido desde la azotea, el General y algunas personas importantes como el ministro de seguridad y el comandante de brigada militar también lo hicieron, al salir por la puerta pudieron observar una gran nube de humo que salía por la zona de batalla, -¿Qué pasó muchachos?.- Preguntó el capitán Roset algo alterado. –Fue una bomba señor, fue tirada desde la abertura del domo.- contestó el cabo Sosa muy impresionado, lo había visto todo desde el sniper. La bomba sumergió a los altos mandos en muchas dudas y sobre todo en mucho miedo.
-General, lo que le iba a decir en la sala de juntas es que me permitiese salir del domo para incurrir a un acto como éste, dejarles caer una bomba en el bosque para eliminarlos a todos y ahorrarnos problemas.- Le explicó Roset al General, el general estaba aun en shock, pero entendió lo que Roset demandaba. –Me parece buena idea, pero ¿por qué quieres ir tú?, tu plan lo puede hacer algún otro militar en algún helicóptero que le proporcionemos junto con la bomba. Hubo un silencio de algunos segundos, donde Roset y el General se miraban a los ojos. –Son varias razones, la primera es que los piratas deben de saber que nosotros también podemos tener bombas y acabarlos, tal vez éste solo fue un anzuelo para poder contraatacar cuando nosotros nos movamos nuestra siguiente pieza, puede ser también algo personal por la forma en la que irrumpieron esa comunidad y asesinaron a las familias que se encontraban allí, y por ultimo señor, fue mi idea.- El silencio volvió, el General se limitó a asentir muy despacio. –Dale su bomba y su helicóptero, ojalá que todo salga como en tu mente está planeado Roset.- Le dijo el General al ministro de seguridad pues era el encargado del armamento y el transporte militar. –Yo también lo espero, papá.-
Capitulo 8.-
Todos siguieron observando por unos minutos más la gran nube de humo que ya salía por la abertura del domo, era probable que más piratas se hubieran infiltrado al domo pues era difícil observar con el humo.
-¿Llevaras acompañantes contigo o iras solo?- preguntó el ministro de seguridad. El capitán volteó a verlos –Cualquiera que quiera acompañarme será bien recibido-. Todos se levantaron dándole a entende
Jaquez16 de septiembre de 2012

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