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Un Montón de Cosas.

Suave, el aire pega agradable recostado en un sofá recién colocado en la azotea, las aves parecen gozar mi gozo pues las noto felices yendo y viniendo, jugando a atraparse, formado líneas imaginarias que me resultan ingeniosas. Qué más se puede pedir estando en tan buen momento. Pareciese que es un buen día para estar feliz, un pequeño esfuerzo con el brazo y la hielera al alcance, unas cuantas cervezas para hacer completo el festejo, y con un esfuerzo menor manipulo la música, un poco de los Stones para incrementar el paraíso, suena ››Stupid girl‹‹ que no me recuerda nada, raro en la música que escucho, me gusta combinar el momento con una buena canción, irónicamente a veces buenas canciones me recuerdan malos momentos, pero en este instante le tocaba a Stupid girl, buena o mala elección, así será a partir de ahora. Sigo viendo el cielo, nubes que me mienten y figuran ser algo cuando en un parpadeo se convierten en otra cosa; un trago más y agrego un movimiento a mi pierna derecha con el ritmo musical. Pienso en mi mujer quien salió hace un rato ya, ha tardado, se habrá encontrado alguna amistad en el centro comercial, espero que se le haya esfumado el enojo por no querer acompañarla, pero cómo dejar escapar un momento como éste, hubiese sido un desperdicio de existencia, dejar pasar perfección, aunque me equivoco, siempre falta un cacho para la perfección, aquí el cacho es mi morena que tal vez está enojada, o tal vez no; de cualquier modo sé que no me extraña tanto, o al menos no piensa que estar a su lado dondequiera que esté, haría de su momento perfecto, no como ella me lo haría a mí, o no lo sé, tal vez sí. Entra a mi escena de pensamientos otra obra de los Stones, ››Lady Jane‹‹, teniendo en ella el recuerdo de una tarde en Junio, el cielo no era muy diferente al que veo ahora, nubes en él, caía una que otra gota anunciando una posible lluvia, pero no llovió, se quedó en el aviso solamente, no sé por qué recuerdo ver por la ventana del auto mientras conducía a casa, sonaba la canción y desperté de mis ensoñaciones al escuchar el claxon del carro de atrás, el semáforo estaba en verde, pensaba en algo pero lo olvidé por completo. Ahora ese recuerdo ser mezclaría con éste nuevo, serán amigos y compartirán la misma nube que se me aparece mientras la melodía avanza. Beber solo tiene varias observaciones, la cerveza dura más, tienes pensamientos más lucidos, escuchas lo que quieres escuchar de parte de las bocinas, con la indicación de hacerlo con lapsos de tiempo largos, es una soledad saludable cuando te das cuenta que lo necesitas, tal vez sea algo de hombres, pero beber sin compañía dos veces seguidas en un lapso corto, es una muerte lenta que debes evitar. Ahora que recuerdo, mi morena puede que se asuste al ver que saqué el sofá de la sala, después su susto se convertirá en enojo al enterarse del por qué no la acompañé a hacer las compras, odio pensar en el clímax, pero el desenlace será que terminará sentándose encima de mí, hablando de los acontecimientos de su día, contándome a quien encontró, y como casi estuvieron a punto de chocarla unas siete veces, habrá un silencio y sonará alguna canción legendaria como las anteriores, y dirá algún comentario quitándole encanto a la melodía. Claro que sí, quien no ama los desenlaces, es la parte del si o no, donde o pasó algo bueno o algo malo, en ese momento ya lo sabes, y solo tienes que ver como suceden las cosas. Pink Floyd y su magistral ››Shine On Your Crazy Diamond‹‹ había aparecido, por dios, la música es el combustible de la mente para viajar en el tiempo, con ésta canción fácilmente puedo viajar a mi preparatoria, que buenos momentos , clases sistemáticas, profesores, una juventud que no puede comprarse, el deseo de ser alguien, no sé si ya lo sea o no, pero si fuera joven otra vez, me pusiera de meta estar en este mismo lugar, con este mismo aspecto, observando las maravillas del cielo y pensar en todo ese montón de cosas que por mi mente transitan tratando de salir. Y me pongo reflexivo al pensar en aquel tiempo de joven, no había cosa de la que me preocupara, cada día era una fiesta en ese lugar, dios, no puedo decir que no disfruté esa etapa, no la recuerdo como un momento al que quisiera volver y hacer más cosas, la recuerdo como un momento al que quisiera volver y volver hacer las mismas cosas. Cuando mi morena y yo tengamos un hijo me encantaría que él viviese una etapa tan memorable como la mía, y así, él algún día use sus palabras para describir sus recuerdos.
››Julia‹‹, The Beatles, aparece de pronto con ese encanto del que estoy enamorado, bendito sea el día en que éste colosal grupo se cruzó en mi camino, gracias a mi padre en todo caso.
Si hoy muriera, sería un placer hacerlo de ésta manera, con tanta felicidad producto de mi devoción a la vida.
Jaquez20 de diciembre de 2013

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