No inspiran los versos
que juré escribir por ti,
ni canciones que borraste
para conseguir dormir.

Se oye el viento chillando
lo que tu y yo callamos,
cansado de resistir
sueños para tantos labios.

Ella feliz, yo rendido,
a las inclemencias del tiempo,
a los latidos del viento
y al sentir del sin sentido.

Cuantas flores he perdido
por cuidar de aquella rosa
para que después se vaya
con otoño de soplidos,
cuantas noches he vendido
oyendo esa nota hermosa
hasta que se hizo el silencio
que taladró mis oídos.


Y cuando quema el hielo
y la luz se torna oscura...
se oye tu voz a lo lejos
sorda, bella, muda.

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2 Comentarios

• 

  Delofe

  Me transportaste al momento en que me olvida. Era de noche y hablamamos casi con estallidos y tijeras cortantes. Al final desidimos hablar por ultima vez... Y sucedio. Ahora me tiene aquie hecho un poeta sencible ( que llora mientras escribe.... Buen poema...

  15/10/12 06:10

• 

  Javi3

  créeme, siempre hay un faro en el mar tormentoso o una flor en el desierto... todo se va antes o después. Más que irse se esconde para que puedas seguir feliz. En noches en las que vuelve a aparecer, en esas noches, simplemente se escribe.

  27/10/12 04:10