Pasamos mucho tiempo pensando, mucho tiempo averiguando el porqué de las cosas, mucho tiempo mirándonos en un espejo, queremos estar guapos, nos rayamos y nos rayamos, e intentamos averguar cual es el motivo de la felicidad, y no nos damos cuenta, de que para ser feliz tenemos que dejar de pensar, no mirarnos en un espejo, no saber el porqué de las cosas, solo quererlas tal y como son y disfrutar de todo lo que nos ofrece este mundo: Un día soleado, un día de lluvia, una tarde en el campo, bañarte en un río o en el mar, salir a pescar, observar las mariposas, estar tumbado en el césped, plantar lentejas en un bote de arcilla, o simplemente estar con tus amigos.
No hay porqué llorar, cuando tienes muchos más motivos para reír, solo tienes que observar cada pequeño detalle que esté alrededor, os propongo que miréis por la ventana, y que lo observéis todo con mucha atención, y os daréis cuenta de lo bonito que es todo, y que había muchas cosas que aunque las veis todos los días no os habíais fijado, y puede que todo lo pinten gris oscuro, pero vosotros tenéis día a día que sacar vuestros propios colores y pintarlo todo, hacer un abanico de colores, pintar una sonrisa, un te quiero.
Así que ahora tenéis que poner todo esto en práctica, mirar cada detalle, dejarse de peleas, porque.. ¿para qué? hay que llevarse bien y ser feliz

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