Cristales pintados con corales verdecinos,
De turquesa fueron teñidas las oceánicas aguas.
Rojo los labios que me alientan al juicio del perjurio,
Pasiones prohibidas en tu hechicería de morena gitana.
Tacos que redoblan sobre los tableros de madera suelta,
Castañuelas que en tus dedos con firmeza se enlazan.
La caída sensual de tu saleroso vestido de flamenco
A mis noches febriles de amores eternos reclama.
¿Qué tenéis gitana de piel tostada por el sol de los caminos?,
Habéis robado mi razón con la gloria de tus infinitas gracias.
Viviendo me he quedado en la prisión de tus encantos,
Habéis pintado mis días de lluvia de imposibles y de desgracias.
Eréis nómade en la extensión de la sagrada y prolifica tierra,
Lleváis en un carromato tu vida y la intimidad de tu casa.
Vagando me quedo en la orilla de tu vía marina navegada,
Buscando el suicidio en el pielago turquesas de tus aguas.
