Conducía a una velocidad despiadada, sentía como el acelerador se incrustaba en el piso de mi
pequeño auto. Las lágrimas inundaban mis ojos y caían a borbotones de ellos recorriendo mis
mejillas, una ...
Conducía a una velocidad despiadada, sentía como el acelerador se incrustaba en el piso de mi
pequeño auto. Las lágrimas inundaban mis ojos y caían a borbotones de ellos recorriendo mis
mejillas, una ...