Hasta que no vi ese momento encima,
no me daba cuenta de todo lo bonito que tenía,
cuando te fuiste decidí acabar con mi vida,
ya que te habías ido y contigo te habías llevado parte de la mía.
Yo era Polifemo y tú mi Galatea,
tú eres ninfa y yo un celoso de mierda,
Y es que aún veo como por mi cama gatea,
que narices, es hermosa pero solo yo puedo verla.
Y es que sin tu pelo rubio me siento comprimido,
como Ganesha en Nueva Delhi perdido,
como un cuerpo inerte y poco vivo,
y es que te siento y te escribo.
Y es que me se tu nombre:
...Antes no te lo decía.
...Nunca te maldecia.
...Desmoronaría por ti toda mi vida.
...Rezo para notarte en sintonía.
...Evaporó las lágrimas de cada día.
...Ahora todavía todo lo diría.
Y es que tambien se tu apellido:
...Rompería esto que decido.
...Estaré esperando deprimido.
...Y cuando vuelvas volveré a estar vivo.
No hago caso de poetas que hablan con egocentrismo,
prefiero mantener activo mi modo creador de neologismo,
para tener un punto y un mundo y de mi mismo,
y mira prefiero seguir amándote desde mi tumba en este cataclismo.