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El Diablo El Tren y El Gato

A las tres de la mañana de un ordinario y atipico jueves ,en la region central noreste del pais, parte el ultimo tren desde Villa Ballester ,que, luego de sortear varios kilometros enrevesados por puentes,estaciones y mitos de almas en pena, logra convertirse en un ciudadano màs de Zàrate que descansa sobre los frios y nobles rieles de hierro oxidado a la espera de un viernes que traera consigo una nueva jornada.
Alli sentado, en los incomodos y ya obsoletos bancos de la estaciòn, bajo un techo de arquitectura colonial de madera que jamàs ha sido remodelado,desecho por el tiempo y el mal tiempo, permanece "el diablo",un viejo en harapos,deambulante, atormentado por los años que se fueron y sin ninguna identidad màs que su apodo.
Acurrucado a èl esta un despeluchado gato gris, ensimismado por su ebriedad - se ha vuelto alcohòlico desde el año 97, cuando los hinchas del Club Atlètico Defensores Unidos, fueron dejando desechos de bebidas alcohòlicas en la estaciòn ,al comenzar a utilizar este transporte para viajar a los partidos de fùtbol.
Faltan diez minutos para las cuatro de la mañana ,nadie queda en la estaciòn desde hace varias horas ya, no hay personal ni personas, no hay sombras ni figuras sombrìas, el viento mudo ,aunque sin embargo tenaz de una tormenta que se avecina, azota las antiguas maderas de una desolada estaciòn que se encuentra a merced de los misterios y crueles encantos de la noche, entonces, repentinamente en tonos elevados que irritan al tren "Gral.Bartolome Mitre" ,recien llegado de Ballester, "el diablo" comienza a gritar:

"...Lo sigo a CADU a todos lados, de la cabeza, descontrolado
no van al frente son tira-bala
piden custodia son los putos de Campana..."

Mientras que el gato ebrio,con su maullar entonado parece corear aquella canciòn.
Y sin màs, se siente una reververante y estrepitosa queja proveniente de las entrañas metàlicas del todavìa humeante tren Bartolome Mitre ,como si aquellos cànticos hubiesen interrumpido su inmortal sueño,
acongojados, "el diablo" y aquel gato se recuestan contra la humedad de antaño propia de las paredes de la estacion de tren Zarateña y conciliando su moribundo sueño, una vez màs esperan a que
vuelvan a ser las tres de la mañana del dìa siguiente, donde nuevamente como ya hace trece años se repetirà esta secuencia propia de un cuento.
Juanmjuanm31 de mayo de 2010

4 Comentarios

  • Serge

    Juan:
    Me gusto el relato, nunca habia escuchado de un gato alcohólico, me sorprendio.

    Saludos.

    Sergio.

    31/05/10 05:05

  • Achachila

    Extraño felino ese...

    Saludos!!

    31/05/10 05:05

  • Donsimpatico

    Pense que los únicos animales que tomaban cerveza eran mis perros, que maravilloso es aquel gato!!!

    Saludos

    08/06/10 05:06

  • Puter63

    Yo tengo tengo ese cuento en el celular leído por su autor, y lo escucho, claro que lo escucho... cuando no puedo dormir y necesito de una voz que me calme y me dé paz, paz, paz... Jiji :)

    Te quiero Juancete!

    30/09/10 06:09

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