Al Tiempo.
Cuán ligero pasas, disimulando
en la brevedad de torcidos días
que con remordimiento nos confías,
de la vida, el timón tomas el mando.
Aunque lento vas, muy de vez en cuando,
siempre lleno de esperanzas vacías
creando heridas tan mortales y frías
que silenciosamente van matando.
Que poco te dejas aprovechar,
un suspiro, un latido, mas bien nada.
Quien pudiera atravesar las barreras
que divide la muerte del morar
y cuánta eternidad asegurada
que en un cuerpo inmortal, valor tuvieras.