En noches perfumadas de aroma,
duermo tranquilo al saber
que solo tu habitas mis sueños.

Dulce melodía tu voz
que relaja mis sentidos
y me adormece como
a un niño pequeño.

Cada amanecer me rejuvenece
tras la pasión y placer vividos
en mis sueños contigo.

Siento en mi cuerpo tus caricias
y tu presencia en mi mente,
una delicia que me empapa de felicidad
en cuanto cierro los ojos.

Princesa de mi cuento, de mi sueño
del cual no quisiera despertar
y si despierto que sea para verte
a mi vera, mecida en mi pecho desnudo
convirtiéndome en realidad
al sentir tu respirar en mi rostro.

Dulces sueños me provocas
de mi corazón no te vayas,
de bellas imagenes tuyas
se alimenta mi cuerpo.

Sueño real sería tenerte en mis brazos,
despertar envuelto en llanto de alegría.

Solo tu velas mi sueño,
me elevas al cielo de la mano
y cuando amanezco
vuelvo a cerrar los ojos
para pensarte, imaginarte, soñarte,
quererte y tenerte...

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2 Comentarios

• 

  Serge

  Kapy:
  Sin lugar a dudas es un sueño hermoso el que nos relatas en tu poema.
  Esa musa debe de estar dichosa por tener un admirador como tú.
  
  Un gusto leerte.
  

  14/09/11 07:09

• 

  Antares

  Hermoso, manifiesto de intenciones amorosas, precioso decir,que dulces y hermosas palabras, me encantan tus versos, tu prosa.
  
  Eres un alma sensible y de exquisitas maneras. Que feliz estará esa musa, dueña de tan bella poesía.

  15/09/11 06:09