Le he puesto tu nombre al viento
para sentir tu frío en cada momento.
He convertido un susurro en brisa
para que con un soplo borre tu sonrisa.
He sembrado un sentimiento en el hielo
para que al crecer elimine mi miedo,
que la lluvia despeje mis pensamientos
y que al amainar el sol lo seque al viento.
Le he puesto tu nombre al viento
para compararlo contigo, temiendo
que mi amor se ahorque en el aire
y que mis esperanzas no dependan de nadie.