Llorar, llorar, llorar, ahogar mi vista,
hundir la realidad en propios mares,
sumergirme y no hallar los despertares,
asfixiar con un sueño una conquista.
Sufrir la pena, ser protagonista
de afligidos recuerdos a millares
y seguir decidido en los andares;
al agua del pesar seguir la pista.
Llorar, llorar, llorar, perder los ojos
y ciegos dar la espalda a lo que veo;
en mi mar arrojar el sentimiento,
asomarme y así caer de hinojos:
que mis lágrimas cumplan el deseo
de morir respirando mi lamento.
Salir a flote del mar pese a quien le pese, apretar los puños, lágrimas que resbalan y el dolor pasado ganas de morir por no hundirse en el mar siempre.