Noches de Insomnio
Mi inquieta mente fue juez y enemigo
de inmensas noches con el sueño al vuelo;
¿cuantos ojos esquivos desde el cielo
ocultaron su luz sin darle abrigo?
Fue la luna quien descubrió el ombligo
de este, mi insomnio, que me batió en duelo;
con mi llanto y cansancio fue su anhelo
y lo peor de todo es que aún soy testigo.
Cuanto oscuro me ocupa el pensamiento;
que silencio amigable y generoso
me mantiene despierto, nauseabundo.
Cada noche es traición, resentimiento
que extermina mis ansias de reposo.
¡Que morir de mi sueño tan profundo!