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El Preámbulo de Lo Desconocido

Año 3018 DC. Mes 4 de 12 según el antiguo calendario terráqueo

Yonomasy miraba su colgante con cierta tristeza. Había olvidado ya el motivo por el cual era su único recuerdo de sus padres que le abandonaron en una escuela de pilotos espaciales. Ignoraba tantos hechos de su pasada niñez y los médicos que le atendieron nunca supieron cual era el motivo por el que no recordaba nada de sus 5 primeros años.

Ahora, con casi 25 años dirigía una pequeña flota de apoyo de una alianza mediana en los confines de la galaxia Fortis. Era una de las galaxias más alejadas del Sistema Solar de lo que se conocía como el cuadrante Uni-Fornax. En ese cuadrante se habían vislumbrado decenas de galaxias con cientos de sistemas solares adecuados para la supervivencia de los colonos hacía ya 520 años.

Y 500 años después de la caída de la Tierra a manos de los Ionfes. Unos extraterrestres aparecieron cuando el planeta Tierra ya no estaba tan habitado como en los albores del siglo XXIV (con casi 10.000 millones de personas) sino que se encontraba en una guerra civil debido a diferencias étnicas y conspiraciones del pasado que se resistían a extinguirse.

Su venía parecía la solución a esos conflictos más cuando se descubrió su verdadera ambición, la de someterlas a su pueblo, todavía más avanzado que los humanos, el grito desesperado de los habitantes de la Tierra se oyó lejos y varias estaciones, con sus alianzas militares en cabeza, dentro del Sistema Solar acudieron a su recate.

Para cuando llegaron los refuerzos de las cercanías exteriores al sistema 0 (sistema solar) lo que vieron fue dantesco. Los miles y miles de efectivos del sistema 0 fueron reducidos a escombros por el inmenso poderío de los Ionfes.

Los pocos que volvieron de la refriega obligaron a establecer un vado estricto en tal sistema para evitar que los Ionfes llegasen al cuadrante Uni-Fornax y que ninguna alianza insensata despertase más las iras de los Ionfes.

Los malditos Ionfes. Todo había decaído al tratarse de ellos. Muchas Alianzas se disolvieron y optaron por masacrarse unas a otras con tal de conseguir que sus almacenes estuvieran llenos por la previsible llegada de los Ionfes.

Fue cuando Yonomasy llego a una academia de pilotos de la Noble Rodesia, sucio, empapado y con un colgante con un cristal azul curvado. Una inscripción reciente versaba “Cuando más falta te haga, úsalo”

No sirvió de nada en sus momentos de apuros en la academia. Durante 15 años recibió una instrucción durísima y, finalmente, para su desgracia, jamás pudo superar el último examen. Expulsado de allí tachado de débil marcho por el planeta haciendo trabajos de guerrero (dando caza a ladrones o bestias que acosaban granjas) y sobreviviendo a la intemperie.

Fue un día cuando unos maleantes, conociendo su fama de defensor de la ley y del débil, le acorralaron bajo una jugosa recompensa de un tal Zero que quería vivo o muerto al joven Yonomasy. Pudo salvarse gracias a la ayuda de una guerrera talentosa llamada Victoria.

Victoria, a pesar de que blandía una temible espada, era una ingeniera que, debido a una severa crisis acabo por quedarse sin dinero como para volver a su antiguo planeta, Ariel, donde su comunidad de ingenieros aún la esperaba.

Fue el comienzo de una amistad que duro 5 años lleno de aventuras con diferentes amigos que fueron separándose o cayendo en el olvido para conseguir llegar a Ariel. Una vez allí, una repentina desaparición de Victoria hizo que las cosas cambiaran radicalmente.

Yonomasy, que nunca dejo de buscarla, acabó por engrosar en una alianza para ganarse un sueldo como miembro de la tripulación del Micenas. En pocos días se ganó la confianza de su capitana Marielle Yugul y le sucedió tras su muerte tras un misterioso asesinato en una misión.

A la alianza, a pesar de que aún albergaban dudas sobre el chico, le encantó tenerlo en sus filas y le ascendió como comandante de la flota del pequeño planeta de Eva, un bastión alejado de la alianza que servía como punto de observación en la galaxia Fortis.

Mientras se dedicaba a mirar en el panel cientos de datos de las flotas que entraban y salían del planeta con destino a planetas colonizados bajo su mando, jugueteaba con su colgante.

¿Sería aquel colgante algún recuerdo de que poseía un espíritu maligno? ¿Alguien había maldecido a su familia? ¿El karma estaría equilibrando alguna época de felicidad? ¿O sería algún recuerdo valioso? ¿Algo que pudiera cambiar su suerte?

Su comité le informaba puntualmente de acciones de sus departamentos respectivos cada día. Su que hacer se limitaba en seguir las órdenes de la alianza. Nada salía de su boca. Era un títere con mente atado a las sogas de un mandato opresor en cuanto a lo comercial y marcial en cuanto al juicio de las personas.

Yonomasy no quería ver a la gente de su planeta al igual que él un día. Sin padres porque delincuentes les hubieran matado por la despensa de la cocina, o por una mala vida.

Saliéndose de las normas de la alianza comenzó a dictar normas de convivencia en sus mundos y códigos éticos. Traslado la sabiduría de veteranos a través de sus escuelas interplanetarias y muchos de ellos eran la élite en cuanto a estudios nos referimos.

A la Alianza no le gustó en un primer momento, pero, las grandes manifestaciones en contra de las normas generales y en apoyo a la política de Yonomasy, les hizo cambiar de parecer y quisieron aún más al “prodigioso vagabundo”, con el que se dirigían a Yonomasy.

Un día de tantos, mirando como no su colgante y maldiciendo su laguna de 5 años, su secretario entro y le informó de algo inusual.

Una nave completamente desconocida (no la reconocían bajo ninguna bandera) apareció cerca de una de sus colonias a la deriva, al parecer sin conocimiento del sistema donde se encontraban.

Alarmado por que fuera una nave Ionfe, puso a toda su flota más rápida en marcha y se dirigió con ella hasta aquel punto.

No se imaginaba que aquella “visita” le respondería a tantas preguntas que tenía en su cabeza.
Keitaro03 de octubre de 2010

2 Comentarios

  • Zubufer

    me gusto esto que otros trabajos tuyos, la verdad espero mas de este trabajo, la verdad hiciste un resumen de la historia a mi parecer, trabaja en esta parte de la historia mas detalladamente, la escuela de pilotos (y hablando de ello se me hizo una reverenta fumada eso de abandonarlo en una escuela de pilotos espaciales) me hubiera gustado mas que su sueño era entrar a esa escuela, en fin, me gusto pero creo que le tienes que sacar mas jugo a la historia, y eso trabajar en los nombres que pones a los lugares, nada mas esa es mi recomendacion. pasate y dame tu critica a mis textos si eres tan amable, (auque duela, se despiadado) en fin saludos y buena suerte.

    25/10/10 04:10

  • Keitaro

    Gracias, hacia meses que nadie comentaba mis textos.

    Realmente, este texto es un interludio de una segunda parte. No puedo dar muchos detalles sobre que versara esta historia pero creo que si has leido mis anteriores textos, te oleras algo.

    Sobre lo de dejarlo en una escuela de pilotos tiene su explicación. Uno de sus padres fue piloto y no quiso que cayera en otras manos que no fueran las de profesionales pilotos.

    El caso es que, al fin y al cabo, les salio rana y acabo por formarse él solo cuando le expulsaron.

    Comentare tus textos enseguida. Un saludo!

    01/11/10 06:11

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