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Seiko 3000 - Capitulo 46 - El Mal y Sus Vasallos

Fran les llevo hacia su guarida, un poco más arriba de la montaña, cerca de la nieve y del nacimiento de un pequeño arroyo. Aunque fuera totalmente de piedra, gracias a las pieles y plumas, la hacían calida y acogedora. Se dispusieron en círculo esperando que Fran volviera a aparecer. Traía consigo dos cuadernos, uno antiguo y otro más actual. Ambos, como aquel que vieron en la sede de ODISEUM tenían cordones como sujeción.
- Este es el original – dijo Fran alzando el más viejo – No conozco el aimierano antiguo ni el ancestral por lo que tuve que recurrir al más nuevo – dijo alzando el otro cuaderno – que data del 2980, sin embargo, supongo que ya lo sabréis.
No hubo más que un silencio expectante.
- Bien, si habéis ido a ODISEUM y os habéis encontrado con el primer libro, Doxyo os habrá contado que está incompleto…
- ¿Conoces a Doxyo? – pregunto Alcoida rápidamente
- Claro, fue él quien se encargo personalmente en buscarme. Un tío majo.
“¿Tío majo?” pensó Salvador “¿Qué relación existirá entre estos dos?”
- Pero de momento, centrémonos en el libro…
“Es bastante claro y concuerda con los fragmentos perdidos del primer libro de Pandora. Dice en resumen que los vasallos son seguidores del mal exhibido por los Héroes Oscuros. Éstos son familiares directos de los líderes (los Aimier) que una vez fueron héroes normales pero sin ver suficiente sus poderes, quisieron ser más fuertes que los elegidos por Gea, la entidad de este mundo.”
- Con razón son familia de los antiguos Aimier… -dijo Salvador en voz alta.
- ¿Y quien es Gea? – pregunto Casandra.
- Gea es el espíritu que rodea este planeta – dijo Fran, resolviendo la duda de Kas – Con ambos libros sabemos que cada planeta está imbuido de este espíritu sacro que es capaz de decidir si la vida domina una tierra fértil o si la soledad impera por terrenos inhóspitos. Y Gea es nuestra líder. Como sólo los aimier son sus veladores, sólo ellos pueden tener comunicación directa. Pero eso son simples especulaciones tanto de ODISEUM como mías, pues, vuestros antepasados – les dijo, señalando a los hermanos aimier – nunca nos aclararon aquello. Aún no sabemos si es cierto o no, nos basamos en torno a un rumor. Es como un placebo.
Cundió el desánimo en el grupo. Mientras continuaba, Alcoida se detuvo a pensar.
“Siguiendo con la idea de los Héroes Oscuros, parece evidente quienes lo son… Pero su red de familias no se queda solo en los ustules, hubo y existen aún quienes permanecen en nuestras sociedades, tanto en Ramber, Balcania, o los países al Este de Las Partidas. Os sorprenderá si os digo que la familia Aimier, desde Karlos Aimier, tuvo huestes que se convirtieron en vástagos de los Héroes Oscuros, como la Familia Sol, una de las primeras y parte de los Olocia…”
- ¿¡Qué!? – Exclamo un sorprendido Roberto - ¿Incluso en la familia de Bonser?
La familia Olocia era para Bonser como la familia Aimier para Agreste, las familias natales de esas ciudades. ¿Incluso a un linaje respetado como ese se había contagiado de mentes perversas como la de los ustules? Parecía imposible.
- Mucho me temo que si han conseguido eliminar públicamente a los aimier y los de mi estirpe (montepez) lleguen a conseguirlo en toda Las Partidas – sentenció Fran.
- No esta todo perdido… - dijo en voz baja Alcoida. Se había acordado de algo.
- Salva, tú también lo habrás advertido, en tus sueños… habrás visto a Gea. El espíritu del planeta ya ha contactado alguna vez con nosotros, y si seguimos sus pasos, acabaremos con toda esta conspiración contra ella y nosotros…
La sonrisa de confianza y convicción parecía contagiársele a una hermosa mujer de bucles negros. Su mirada reposaba en un gran lago en el que se veía la escena.
- Me alegro de que por fin os dieseis cuenta, chicos. Queda mucho por andar…
Tras pasar la tarde discutiendo el texto. Se hizo de noche, cenaron y se acostaron pronto. Al cerrar los ojos, Salvador ya sabría lo que le esperaba al “otro lado”
- Me alegra volver a verte… Gea
La mujer sonreía amablemente. Seguía manteniendo su túnica gris pero su cabeza ya exhibía su pelo azabache y rizado hasta su cintura. Unos ojos que parecían dos soles enormes le penetraron hasta lo más profundo de su cuerpo.
- A mí también me alegra que decidieras ponerte en contacto conmigo…
- ¿Qué yo me he puesto en contacto…?
- La medicación además de borrarte de tus recuerdos te sellaba los sentidos y poderes de un autentico líder como aimier. ¿Recuerdas la batalla en Námeca?
Su segunda misión, los tiros, su equipo y aquella visión se le vinieron de repente al momento. Sintió una punzada conocida… ¿Miedo? ¿En un momento como éste?
- ¿De que lo tienes? ¿Crees que te voy a matar?
Salvador descubrió, que por muy poderoso que fuera, para una “diosa” como ella, ningún humano podía resistírsele a sus poderes para indagar en su mente…
- ¿Harías algo así? – preguntó con valor, el aimier.
- No. Por supuesto que no – No parecía vacilar con aquello – Si bien tú me ves como una diosa, bien te digo que sois vosotros quienes os matáis entre sí…
- Discrepo con eso – dijo Salvador. Gea le miro examinando sus argumentos - ¿Qué sucede con los terremotos o con las inundaciones de la naturaleza que sesgan la vida de varios miles de personas? ¿Qué sucede con la vida de quienes sufren un accidente? ¿Acaso no eres tú quienes las matas?
Gea permaneció impasible antes de hablar.
- Lo de antes, era una condición. Si para “ti” soy una “diosa”, “vosotros” os matáis entre sí… No des vueltas en balde. Muchas veces lo haces y ni te das cuenta…
Salvador comprendió. Se equivocaba con respecto a Gea pero mantenía la duda…
- ¿Qué eres entonces? ¿Un fantasma? ¿Una alucinación?...
- ¡Aimier! – chillo Gea. Se la vio por un instante enfadada con su súbdito - ¡No importa lo que sea! ¿No te lo deje implícito? ¿A esto se ha quedado relegado el linaje de un líder?
- Lo siento,… hasta hace menos de un mes no tenía ni idea de que fuera un Aimier Directo. Me siento tan perdido, que dudo que seas un sueño producido por la medicación que me implantaron los ustules hijos de perra… o seas Gea de verdad…
En los ojos de Gea brillo la compasión y la piedad, pero siguió con su tono estricto.
- Debes afrontar eso. Todo hombre libre de ser un héroe o líder, sirve a su país y a su hogar para obtener felicidad y nunca lo obtiene preguntando pormenores. Debes actuar como la parte de tu corazón, que no adviertes que está limpia, te dicte. En eso me fije cuando los primeros de los tuyos empezaron a afincarse en Ramber tras el desastre causado por sus congéneres.
- Pero…
- Debes madurar, Aimier. Ya te lo dije, mientras pienses que soy una “diosa”… no habrá un futuro libre de esencias malignas.
- Entonces…
- Habla contigo mismo, Salvador. En ti se halla la solución. Sé que darás con ella…
Salvador se despertó. Para no interrumpir el sueño de nadie, salio de la caverna y se asombro de la luna casi llena del cielo oscuro como el pelo de Gea…
- Encontrarme a mí mismo… Mi corazón…
Recordó que al ir a la COGESEK, al ir al ARCA… no era su corazón quien le dirigía. Buscar aquello por lo que deseaba la restauración era lo que anhelaba. Gea…
Entonces lo halló, en un lugar recóndito dentro de su ser, la verdadera esencia del bien.
Era la esperanza.
La esperanza de recuperar su sitio.
La esperanza de encontrar a su madre.
Y la esperanza de demostrar, a todos, que la dinastía Aimier sobrevivía.
Su corazón, ya limpio, le señalaba, como una brújula señala al norte, su destino. Salir del país de Ramber.
Keitaro15 de abril de 2009
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