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Seiko 3000 - Capitulo 50 - Sorpresas Inesperadas

Un comando de ODISEUM llego en primer lugar a Námeca del Sur a eso de las 7 de la mañana del 13 de Marzo. Iban de incógnito pero eso no impidió que cortaran el paso en torno a un lugar bastante prominente, La Casa de los Ustules o El Patíbulo de los Ustules, como lo conocían los aldeanos. A eso de las 9, un enorme helicóptero ballena descargo a hombres armados y se dirigieron directos a la casa.
El director de ODISEUM, en Ferder, conoció la noticia al momento.
- La casa ha explotado. Todos los hombres movilizados han caído
Doxyo, aquella vez, no dijo nada. Desconecto el comunicador con el comandante y se reclino sobre su asiento. Alguien sabía de antemano hacía donde se dirigían. Sólo pensó en una persona capaz de ello. Víctor Vacío. Habían llegado informes de que La Fuerza estaba siendo más discreta en la operación de dar con los Aimier, sobre todo, cuando pasaron 3 semanas desde el contacto con el presidente. Y la Fuerza iba a recurrir a fuerzas únicas y especiales. Víctor reunía esas preferencias.
Otros 13 hombres y mujeres habían fallecido para inspeccionar la pista de Fran sobre los ustules. Como los otros 15 fallecidos al explotarles el ARCA al intentar apaciguar y llevarse al grupo de Salvador en Jamber. En lo que llevaban de año, Doxyo había perdido a casi 30 de sus camaradas en misiones que no debían de ser arriesgadas, pero alguien se había empeñado a no hacerle cumplir con sus obligaciones en Ramber. Tras un tiempo varado en sus pensamientos, el teléfono sonó. El teléfono blanco estaba sonando. Era la 1ª sede en Balcania. Doxyo descolgó el auricular. Paso un tiempo hasta que la voz de su hermano llegase.
- Lo acabo de oír ¿Qué harás?
- No debería irme de este país. Los habitantes demandan justicia...
- Doxyo, ese país se ha convertido en una olla a presión desde que saliera aquel chaval de la Delta Valley. No encontraremos una solución hasta que no reunamos todos los libros de Pandora.
- Hoxyo – replico el director de Ramber – No voy a salir del país ni aunque tu me lo mandes. Los Aimier irán a Balcania. Tu encargarte de cuidarlos y yo actuare aquí mismo. Si dejamos que ellos lleven la razón, puede que hasta nos acaben quitando este lugar.
En ese momento, el teléfono rojo comenzó a sonar. A Doxyo le empezó a sudar todo el cuerpo. El 1º asesor, JM Ustul, le estaba llamando.
- He de dejarte. Me llama el ministro Ustul.
- Siento que lo tengas que hacer tu solo. No te preocupes. Sigue en el cargo y allí. Todos te necesitamos en tu puesto. No dejes que nadie te lo arrebate.
Despidiéndose cordialmente de su hermano gemelo, colgó y volvió a coger el teléfono rojo. Ésta vez, no hubo tiempo de espera.
- ¿Qué osa inmiscuirse en un recinto sacro para los Ustules? ¿Tienes miles de soldados dispuestos a sacrificarse por tus ordenes y misiones dementes?
- Quien no debe inmiscuirse con mis asuntos, es usted. Recuerde que trabajamos por cuenta ajena al gobierno.
- ¡Una Mierda! ¡Sigue recibiendo subsidios del gobierno Kastor! – exclamo JM Ustul
- Se trata de donaciones. Y de miembros Kastor ajenos a SU gobierno. Déjeme decirle que a última instancia, sólo el presidente Antonio Kastor puede prohibirme que haga mi trabajo.
- Soy el asesor presidencial, él no....
- Él PUEDE realizar sus labores con normalidad. Solo que los ustules no le dejareis nunca que lo pueda hacer. Si no ¿Por qué te importa tanto que investiguemos un poco a los ustules?¿Acaso teme que podamos encontrar algo que les cese el poder?
JM colgó repentinamente, dejando ver un atisbo de estar muy enfadado.
Por esta vez, Doxyo había repelido el ataque. Encendió el ordenador y se dispuso a redactar cartas de condolencia a las familias de las victimas de sus soldados.
Fue al mediodía cuando el presidente de Ramber se puso al corriente de la situación vivida en Námeca. Por lo visto, al entrar los miembros de ODISEUM en misión secreta en el Patíbulo, este exploto hasta reducirlo a cenizas con los soldados dentro de él. ODISEUM ya llevaba dos misiones con fracaso absoluto y habían perdido a una treintena de hombres y mujeres. JM Ustul se había adelantado al presidente y había contactado con el director Doxyo de Ferder. Aunque no le dijo, exactamente lo que había sucedido en realidad.
Doxyo había admitido su culpa e iba a desmantelar ODISEUM en pocas semanas.
Antonio estaba defraudado. Primero, consigo mismo, por no poder esta en buenas condiciones para hablar con él personalmente. Luego, por la repentina noticia de la marcha de ODISEUM de Ramber. Sabía que algo pasaba y decidió tomar medidas desesperadas. Pero sólo las usaría cuando aquel asesor desapareciera de su vista.
A la una del mediodía llamo desde su despacho, en línea segura al propio Doxyo. Dado al secretismo. Sólo el director pudo saber las pretensiones del joven y marchito presidente. Y cuando hubo terminado la conversación, Doxyo puso en alerta a todos sus hombres. Preparándose para lo peor.
Antonio, solo esperaba un golpe de poder en Ferder, pero cuando llegaron informes y cuando los informativos comenzaron a emitir en todas las televisiones de lo que hubo ocurrido en la Vía Campeona, se le cayo el alma a los pies.
Un espantoso incidente había acabado con el grupo Salvador que hacía semanas había conocido. Un guardia, uniformado con ropa de gala se dirigió a él.
- No se preocupe, Salvador no es capaz de morir de esa manera
- Jonás... – dijo el presidente a su nuevo protector
- Sólo el imbécil de JM tiene la culpa de todo esto. Esta tratando de ganar tiempo para seguirles buscando sin que nadie lo detecte. Diciendo que están muertos, hace pensar que el asunto esta erradicado. No debe caer en la trampa. En SU trampa...
La joven Icíar había crecido en aptitudes y en proporciones. Una escultural figura sobresalía en su uniforme celeste y tenía una mirada fija hacía el televisor donde cámaras aéreas mostraban el inmenso hueco donde debía estar parte de la Vía Campeona, a unos kilómetros de la isla Libertad. Miraban la televisión en la habitación del presidente, que acusaba unos días nefastos para su enfermedad.
- Tengo la corazonada de que Salvador sigue vivo, nos enseñara el camino de los libros y podremos claudicar a los Ustules del poder
- Cuidado, Icíar – advirtió Antonio – Los Ustules siguen teniendo el mando, y no sólo aquí. Si llegase a prosperar su recurso para el monopolio energético de Seiko en Balcania, La Fuerza tendría una representación fija y podrían ir descaradamente a por el grupo salvador, donde quiera que estén...
- ¿Cree en sus palabras, presidente? – pregunto Jonás con serenidad
- Seré un héroe para todos si ellos nos liberan de nuestras cadenas con la que los ustules nos atan. No hay un deseo mayor que este para mi pueblo...
A miles de kilómetros de allí, una figura solitaria que bebía al fondo de un bar, recibió una llamada a su móvil. La femenina figura iba asintiendo según la hablaban. Tras la corta conversación salio del bar, pagando su refresco. Era una tarde oscura en Vialetaria. No advirtió de que unos pandilleros, armados y de mirada lasciva, la acorralaron en un sombrío callejón. La pidieron que satisficiera los apetitos carnales de los forzudos letales y sudorosos pero, no sabían con quien se habían metido. La mujer saco una pistola y antes de que los atónitos ojos de la mayoría de ellos se posasen sobre ella, la mujer ya había vaciado su cargador.
Un hombre, herido en una pierna, balbucía mientras la siniestra mujer avanzaba a culminar con su tarea de castigo. Le encañono con su Colt Master a la cabeza.
- No.... No me mates... Yo solo les seguía el juego. Además... Yo solo quería pedirte un....un....
- ¿Un qué? – pregunto la mujer. Tendría poco más de 20 años, pero, denotaba más
- Un autógrafo... Sólo eso... ¿No eres.... la piloto de Almindrens, Inés van Utter?
- No. Un disparo retumbo en la ciudad de Vialetaria, a los pies de la Vía Campeona
Keitaro10 de agosto de 2009

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