Antes de que el grupo salvador volviera a despertarse, en Novo y con una hora de retraso con respecto a Halaria, una línea telefónica, echaba humo.
- ¿Cómo has podido consentir un crimen así? ¡Era mi hijo! ¡Mi único varón!
- Puedes tener más… ¿Qué te importara?
- Maldito perro Ustul. Sabes muy bien con quien estas jugando y que puedo ser una baza perjudicial si llego a desvelar secretos de la COGESEK a los asesores o, incluso, a la misma ODISEUM…
- No llegaras a hacerlo. Te arriesgas tanto como yo… Recuerda lo del descubrimiento. Y recuerda quien está desaparecida desde hace 24 años…
Kladius van Utter tuvo desagradables recuerdos de aquella noche. Aquella noche en la que se hizo cargo de la COGESEK. La misma noche en la que el Seiko demostró su potencial destructivo. La misma noche en la que sólo una persona podría desbaratar todo el entramado de poder existente en Ramber, la cúpula de asesores y la COGESEK, por decir la verdad. Por decir que, de haberse llevado a cabo el deseo de Yuri y Nicolae, el Seiko pertenecería a manos de los Aimier.
- Así que cállate y dale órdenes a tu querida hija. Además, quien debería estar muerto es tu vasallo de pacotilla aunque hace más bien que mal. El general van Utter era el último en mi lista de “prescindibles”
- Te arrepentirás de haber hecho esta purga. Ahora son sólo dos.
- Pero tienen el apoyo de “papaíto” ¿No?
Kladius rabió y gruño. Sabía que lo que le decía Jey Marie era cierto. Contaban con el apoyo de La Fuerza, por supuesto, clandestinamente. De repente, se ilumino la línea 2 del despacho de Kladius en Yastrai. Aquello no eran buenas noticias.
- Debo dejarte. Llamada urgente – Pero antes de colgar, JM Ustul le advirtió
- Sabes lo mucho que te arriesgas con que digas una palabra más de la cuenta…
Kladius colgó con firmeza y atendió al otro teléfono. Una asistenta preguntó
- ¿Es usted el presidente de la COGESEK?
- Sí, ¿Qué quiere a estas horas?
- Le paso con el inspector Morrell del distrito nº 6 de Halaria.
- Oiga, espere… - antes de replicar ya estaba escuchando una melodía.
La voz, de un desagradable tono ronco, le llamo por su nombre completo.
- ¿Es usted Kladius van Utter von Biscarm?
- Sí – dijo entre dientes. No se esperaba nada bueno. Menos si preguntaban eso.
- Su hijo a aparecido muerto en un sótano, en los suburbios de Igleral. De un disparo en la frente.
- Sí…
Aquello no se lo esperaba el inspector Morrell. Aunque le fuera aclarando las posibles motivos de la muerte (Un boicot, un secuestro, un ajuste de cuentas o una simple venganza, entre otras causas) Kladius bien sabía que su hija le había dejado un “bonito” cadáver de un miembro de La Fuerza en un país que renegaba aún de la COGESEK. Si los medios de comunicación se enterasen del crimen, COGESEK vería mermada la sentencia a su favor que el consejo de Jueces de Balcania iba a promulgar en Agosto. En el peor de los casos hasta podrían obligarle a desmantelar los Convertidores instalados en zonas menos restrictivas con la nueva energía.
Mintió diciendo que fue un secuestro y que la patrulla de rescate no pudo evitar lo peor ya que tuvieron problemas en la Vía Campeona (algo que agradeció a los fugados) y ordenó que fueran lo más discreto posible de cara a la prensa. El policía dijo que no tendría problemas en que el juez encargado dictase “secreto del sumario”. Aún así, le pidieron que estuviera disponible si averiguaban algo más.
Cuando Kladius colgó, ya era de día y unos pajarillos piaban en su ventana.
Llegado el momento, se cargaría a su hija como hizo con uno de los pájaros.
En cambio el ambiente en Ramber estaba crispado tras el atentado en Vía Campeona. El gobierno había dado pie a la urgencia en reparar los daños y tendrían reconstruido el puente (o más bien, parte de él) en 3 meses. Los principales asesores como los Olocia o los Tercer discrepaban sobre la tardanza en las obras y dieron dinero de sus propias cuentas para que fueran más rápidas. Cosa que no le gusto a los Ustules dado a que ya habían aumentado el presupuesto con el aumento de ferrys que enlazaran con Balcania y de mejoras en el sector portuario. Además del puente, había dinero invertido en la reparación del ARCA de Jamber y en las casas afectadas por la explosión del patíbulo Ustul en Námenca del Sur.
La inflada cuenta presupuestaria, llena de gastos por doquier, traía de cabeza al presidente Kastor. Además de que la eficiencia del gobierno se viera mermada y carente de rumbo, la COGESEK estaba peor todavía. Habían explotado 2 recintos pertenecientes a Ramber, se habían fugado criminales peligrosos de Yastrai, se había perdido por completo el ARCA, el fichero general donde guardaban archivos confidenciales y habían dejado escapar al otro continente a unos fugitivos de los que les recaían casi todos estos atentados. Ahora, se había enterado por su principal asesor, que el general van Utter, jefe de operaciones de La Fuerza, había fallecido en extrañas circunstancias en Halaria, presuntamente, por un secuestro pro-minero de Balcania en contra de la COGESEK.
Todo esto, hubiera desquiciado al maltrecho presidente, si no hubiera sido por el alistamiento de su guardia personal a la brigada (casi al completo) de US Alfa de Delta Valley. Gracias a la entrevista con Salvador, había ganado unos aliados fieles y diligentes que le advertían que los atentados no eran sino una treta urdida por la propia COGESEK para inculpar a los fugitivos Aimier. Era la una del mediodía cuando Jonás Verdiú, con traje oscuro, entro en el pequeño despacho del presidente donde habitualmente redactaba informes y esgrimía su firma para las inversiones en infraestructuras. Estaba bastante estresado en aquel momento
- Enseguida te atiendo, Jonás – dijo alzando la mano – Termino de firmar y…
Jonás se sentó automáticamente en uno de los sillones que había delante.
- Bien – suspiró aliviado Antonio, dejando una pila colosal de papeles firmados.
- ¿Qué es lo que precisa tanta atención, Jonás?
- Su salud, señor – dijo en un tono neutro
- Pero, este es el deber de mi cargo. Si no lo hiciera, un Ustul lo haría por mí.
- Exacto. Siembre la duda
- ¿Cómo? – no lo entendió muy bien
- Haga como si no pudiera hacer más que leer debido a su salud. Si no, lo más seguro es que su afección empeore y… acabe muriendo. Como ellos quieren.
- Pero si no cumplo el cargo, me destituirán…
- No lo crea ni lo de por hecho. El consejo de asesores dará comienzo de un debate interno sobre quien debería desempeñar las funciones. Créame – dijo guiñándole un ojo – no todos son ustules. La actual tensión política hará que el río se controle y se nombre a otro miembro como primer asesor. Otro que no será Jay Marie Ustul
Advertido, el presidente optó por el cambio entre los asesores. El debate se fijo al día siguiente y antes de que se acabara el mes, Ramber tenía un nuevo cargo asesor.
El sobrino del general Axión Tipoca, Bernardo Delta Tipoca de 40 años fue nombrado asesor provisional. Miembro de la familia Delta desde los 13 años había estudiado derecho y empresariales hasta los 28 consiguiendo ser el primero de su promoción. Obtuvo el título de líder de Delta hacía escasos meses y se había obcecado en conseguir ser el 1º asesor del presidente durante aquellos 3 meses.
Y una de sus primeras medidas fue invadir definitivamente Námeca del Norte.
El 1 de Abril se elimino a los sly del norte, y se comenzó a repoblar la zona cero.
Una persona en Las Partidas estaba dispuesto en disfrutar sus “vacaciones anticipadas” buscando a los causantes de la primera caída de poder Ustul desde sus inicios. Ahora sí.
Los pormenores que había causado el grupo en sus apariciones y visitas, le había costado el cargo al Ustul más poderoso y, también, a uno de los más peligrosos.

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