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Seiko 3000 - Capitulo 58 - Vuelta al Pasado

Nadie hubiera creído que Mirella Galia Medio fuera tan cruel, tan mezquina y tan negativa como la conocieron, hacía ya 15 días. Mirella era una chica pequeña de pelo largo y abundante, morena y con unos ojos azul profundo que hipnotizaban.
Por lo visto, había pasado una temporada fatal por un resfriado agudo. Y, desde aquello, también parecía echarle la culpa a su hermano por dejarla en aquel frío apartamento a menudo.
Para solucionar el problema que tenían de espacio se decidió que Roberto y Salvador durmieran en el salón. Y también Fran, aunque no sin que se quejase de que cogía costipados a menudo. Aunque realmente las chicas pensaron otra cosa, como que un chico con las tendencias excéntricas hacia las chicas, durmiera con ellas. Los tres chicos dormirían con mantas y en sus sacos durante su estancia en el 1514 del barrial de Mocasín.
Aparte de los inconvenientes propios de un grupo numeroso en un espacio tan pequeño (generalmente por el baño) había que añadir a la pueril Mirella en la ecuación. Sus despectivos comentarios y sus negativos a colaborar en algo habían conseguido que los del grupo la llamasen “La Vacua”. Además, la chica problemática no consiguió trabajo hasta el día 28 en el que los 14 días anteriores se veían auténticos suplicios por parte del mayor para que se pusiera a trabajar. Cuando salió por la puerta de su segundo día, a las 3 de la tarde del 29 de marzo todos los que se quedaron en la casa respiraron tranquilos. El Dandi cogió ropa de abrigo y salió a su habitual búsqueda vespertina de trastos utilizables. Los cinco se quedaron al fin tranquilos y solos. Tumbados en el suelo se pusieron a hablar.
- ¡Por fin! – Dijo Fran – No conocía la faceta horrible de algunas mujeres…
- Y que lo digas, cuando nos marchemos de aquí, será un gran alivio. Por cierto – Dijo Roberto. A cada día se parecía más a un oso furioso y peludo - ¿Cómo es que no nos hemos ido ya?
Alcoida se enfurruño al recordárselo
- Porque en los 15 días que llevamos viviendo aquí, ninguno ha conseguido saber nada sobre esa familia Niala. Ni siquiera este tontaina – agrego, pellizcando a Fran.
- ¡Ay! Que sepas que no es culpa mía el salir del país 20 años después de que lo hicieran ellos… Que no haya nadie con algo más de 40 años “disponible” no es más que un inconveniente.
- Un inconveniente… ¿eh? ¡Más bien parece una contrariedad seria! – exclamó Alcoida. Pronto se enzarzaron en una batalla a pequeña escala reducida a llaves y agarrones. Cassandra desvió la vista hacia el mugriento techo y divago un poco.
- Ah… medio mes y sin respuesta ¿No crees que se trata de una treta de los Ustul, Salva?
- Sinceramente, no lo dudaría
En el tiempo que convivió con los hermanos Medio, Salva había entablado una enemistad feroz con Mirella. Despropósitos e, incluso, amenazas salieron de la boca de ambos en contadas veces (pero no pocas por ello). Era entrar por la puerta alguno de los dos y empezar a discutir.
Alcoida llego a pensar el marcharse al tercer día mas el mayor de los Medio intento retenerlos más tiempo, acusando a un aumento de vigilancia en Halaria.
Cassandra llego a pensar en fugarse los dos pero eso pondría en el punto de mira a Alcoida, muy preciada por cualquier caza recompensas que pululaban en las tierras de Halaria. Y esa era otro motivo por el que refugiarse en el 1514 del Conárgel.
Alguien había puesto un precio descomunal por sus cabezas.
Y solo alguien podría ser capaz de hacerlo. Además acababa de ser destituido.
Jay Marie Ustul y sus lacayos de La Fuerza acaban de poner toda la carne en el asador para capturarles de una vez por todas. Al precio que fuera posible.
Al mismo tiempo vieron como se solucionaban los problemas en Halaria: el mazazo.
Durante su estancia allí, comprendieron que no todo era el contraste de edificios sino la crudeza con la que se acababa con edificios conflictivos para la seguridad o higiene. Se desalojaba el edificio al completo y luego lo destruían. Esto sería lo común en lugares similares o antiguos que no tengan uso pero los matices eran lo que realmente marcaban al “Mazazo”. Al ser generalmente edificios de pobres, éstos les costaban más encontrar otro edificio que quedarse y morir en éste. Así de cruel. Y además, la pérdida de todos los bienes tras precintar el edificio (por si se te olvido algo valioso) era común denominador dado a que los bultos con los que abandonaban la casa eran tan grandes que cualquier roce precipitaba su contenido.
- Si esta es la justicia de los Jueces de Balcania, que venga Dios y lo vea
Fue el único comentario que dijo Salvador al ver como un edificio cercano caía como un castillo de naipes. En vano sirvieron los motivos discutibles que esgrimo El Dandi a favor de este método. Muchos más en contra, obtuvieron los otros cuatro salvadores. Por sorpresa, Mirella no participó en aquel acalorado debate que duró dos días. Como ganadores, los cinco invitaron a los Medio a una copiosa comida al día siguiente del debate.
Aunque solo fuera por un momento, Alcoida y también, su hermano, vieron un deje de enfado en la perenne cara sonriente de Dando.
Estaba pensando en el pasado cuando, Salvador, notó el calor agradable de la mano de Cassandra sobre su hombro. Le sonreía y se esforzó por imitarla.
Fue en ese preciso momento cuando, El Dandi, entró en la casa exhausto y pálido.
- ¡Eh! ¿Qué pasa tío? – Bramo Roberto – Tienes un careto como si fueran a tirar esta casa de inmediato.
- Nada más lejos de la realidad… - dijo El Dandi temblando.
De buenas a primeras, nadie le entendió. Pero fue la valiente Alcoida quien hablo.
- ¿Qué van a tirar el Conárgel?
Ahora todos palidecieron cuando Dando asintió avivadamente. De inmediato ordeno que cogiera cada uno SUS cosas, que no se preocupasen por la comida o lo propio de la casa y que se dieran prisa porque en menos de 20 minutos el Conárgel estaría hecho ruinas. Rápidamente se pusieron en marcha y en 10 minutos cada uno tenía sus cosas enfundadas en su equipaje. Dando salio con un abultado equipaje con cosas suyas y de su hermana. Tras salir por la puerta bajaron en dos tandas por el ascensor. Para cuando Alcoida, Salvador y Cassandra hubieron salido por la puerta del ascensor en la planta baja, dando les comunicó que la puerta principal ya estaba tapiada.
Sin duda, alguien había forzado a que se hiciera de inmediato. Llenos de temor empezaron a forzar la puerta Roberto y Dando, sin buenos resultados.
- Dando ¡Dando! – Exclamo Salvador agarrándole del hombro – Como sigas así te vas a romper el hombro.
- ¡Hemos de salir de aquí! – Y vio el pánico en sus ojos. Los demás estaban pávidos
- Escucha, ¿Hay otra salida? ¿Que sea lateral o por el estilo?
Dando solo dudó una fracción de segundo.
- ¡Claro! ¡Seguidme!
Y tras unos requiebros salieron por una puerta mugrienta trasera. Afortunadamente no estaba tapiada ni tampoco vigilada. Ágilmente saltaron el mural que separaba el aparcamiento del vetusto edificio, sin ningún coche hasta parar en el solar de un edificio en construcción.
La detonación tuvo lugar a las 15:30 del 29 de Marzo sin ninguna victima entre sus escombros. Solo restos de ropa y otros productos variados.
Al leer el informe al día siguiente, Jay Marie Ustul se maldijo a sí mismo y partió a un lugar desconocido mientras durasen sus vacaciones “anticipadas”.
A quien le dejo el cargo de líder Ustul lo había estado esperando durante mucho tiempo.
Para Carlos Taraca Ustul era como volver a los viejos tiempos
Para Inés fue otro fracaso absoluto.
Y para el topo del grupo, otra oportunidad más para hacerles caer en la trampa.
Keitaro18 de agosto de 2009
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