La Queja Del Río San Juan
Soy uno de los más importantes,
hasta se pelean por mí.
Escucho debate sobre debate
y yo siempre atento aquí.
Una lección quisiera yo dar,
pero no tengo el poder,
como vía de comunicación fluvial
cumplo con el tratado "Cañas-Jeréz".
La codicia y el egoísmo están reinando
mientras fluyo a caudales
quisiera en mis ondulaciones,
desbordarme por mis márgenes.
Del hombre me siento avergonzado,
ocultarme quisiera al volver a mi cause.
Muchas,muchas gracias, tiene el hombre que dar,
porque todavía por mis cristalinas aguas puede navegar,
oh! estúpido hombre, ¿no te das cuenta?...
mares y ríos han generado contaminación y grandes mermas.
Yo nací en los altos montes, mi alimento proviene de ellos:
Sarapiquí, Sapoá, San Carlos y río Frío
y muchos más, sus aguas aportaron
formando así sus largos brazos.
¿Cuándo me he negado a regar sus orillas,
como aquella mano, con sus dedos largos,
en los días de verano?
Ahí vamos, con ese fluir desenfrenado,
cambiando nuestro curso,
experimentando grandes crecidas,
me desvío de los campos,
abriendo nuevos caminos
al mar llegamos...
Ustedes todavía me tienen,
¡recompénsenme con creces!
pues mucha es la bondad y bendición del cielo
yo siempre ofreceré ventajas, tan solo sean benévolos.
Disfruten de mi existencia,
arrojen en mis agitadas aguas
sus intrigantes proyectos y querellas.
Soporto el furor de los vientos,
el fragor de los truenos y
del relámpago su fuego,
pero el mortal, el mortal me produce miedo,
éste destila veneno.
Aquí seguiré ondulando mis aguas con el viento,
mientras que de las altas montañas, vienen bajando.
Espero existan recursos, para que el tirano
no interrumpa su curso, por ahora, con ustedes el Lago.
¡Sólo la naturaleza les dará su consigna!
Autora: Alicia Villalobos Rodríguez
Key01 de abril de 2008
