Más de 300 muertos en Haiti tras el paso del huracán Mattew. Y decenas de miles de haitianos han perdido su casa. España es hoy el tercer donante de Haiti tras los compromisos adquiridos tras el terremoto del 2010 y la herencia de décadas de subdesarrollo.
Según la ONU, más de 2,1 millones de haitianos fueron afectados por el meteoro y al menos 1,4 millones necesitan asistencia humanitaria urgente.
Cinco días después de que el ojo del huracán tocase tierra en el oeste de Haití, las cifras de víctimas que ofrecen el gobierno haitiano y autoridades locales son dispares.
Según el último balance provisional dado a conocer hoy por Protección Civil, Matthew dejó a su paso por Haití 336 muertos, cuatro desaparecidos, 211 heridos y 61,537 personas en albergues.
Unido todo ello al cólera, el Sida y la desnutrición.
Parece gente de otro planeta en el que la vida no tiene valor. Y que puede dejar paso a la muerte en forma de variadas formas.
Cuando estaban aún recuperándose del terrible terremoto de 2010 la madre tierra vuelve a quejarse, esta vez en forma de huracán.
Comentaba un conocido que la gente en Haiti -sobre todo los varones- ni siquiera trabajan -pues no hay-. Y que se limitan a estar sentados viendo pasar el día a la espera de otra fatalidad. Eso sí las mujeres como siempre son las que no paran quietas ni un minuto, cocinando con lo poco que hay o lavando la ropa o haciendo las chapuzas que los hombres no hayan de su menester hacerlas.
Revueltas, guerras, golpes de estado, terribles dictaduras, corrupción e invasiones militares extranjeras han hecho de Haiti un Estado débil, en el que la vida carece del sentido que los países avanzados le damos.
300.000 víctimas mortales se cobró uno de los seismos más devastadores de la historia reciente. Cifras que se dispararían con el huracán Mattew.
Parece en fín que la fatalidad existe y que siempre se ceba con los más pobres.
