Ellos me consideraban poeta. Quizá no se hubieran equivocado, quizá no. Quizá sea el poeta un mentiroso pasivo. ¿Existe una línea que indique el límite de lo poético con lo no-poético? ¿Qué, sino la propia convicción, oxigena la frágil constancia de un poeta? Pero hay exámenes, vivisecciones, cuestionarios a responder, perfiles en los que encajar, la persecución permanente de la sospecha. Yo me dejaba hacer, resignado a que el embrollo se descubriera a sí mismo. Un mentiroso sin iniciativa. Un verdadero poeta.
Mi mentira consistía en no confesarles mis dudas mientras no me preguntaran por ellas. Normalmente recibimos explicaciones sobre temas en los que no hemos pensado jamás, explicaciones siempre categóricas y que no resuelven las verdaderas preguntas, explicaciones que no hemos pedido. Yo no tenía respuestas, por ello decidí no hablar del vacío con quien no lo percibiera. Las explicaciones van unidas a las preguntas. La mayoría de las explicaciones categóricas son respuestas que son ciertas hasta que llegue otra explicación que resulte ser más cierta, así es el Método Científico. En realidad, el descubrimiento es la pregunta sintética. A través de la explicación nace, flamante, la nueva pregunta, y se conforma así una esfera cerrada y perfecta. Así también el Estructuralismo Metodológico, el Capitalismo Metodológico, tejen redes imaginarias llenas de remiendos que navegan a la deriva, sin rumbo ni destino conocido.
Sin embargo, a nadie se le ocurriría mostrar su ignorancia sin una pregunta previa. Esa es la naturaleza del clásico “no lo sé”. Y hay enormes vacíos que sólo surgen ante determinadas cuestiones, y el poeta descubre que tiene que formularse él mismo esas preguntas para describir sus dudas, para conocer su vacío. No puede esperar a que los demás se las formulen. Necesita hablar de ello. Ese vacío de grandes magnitudes fascina al poeta. No hay respuestas, tan sólo un catálogo de inseguridades. Nadie te ve de lo insignificante que eres. Preguntas y respondes en voz alta y conformas así el perfil de una duda perpetua. Y, de pronto, todo es objeto de comentarios, de preguntas, de reacciones, de enfados o de indiferencia. El que habla solo inflama el interés de los demás simios. Los chimpancés se descojonan de nosotros.

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1 Comentarios

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  Kandy

  poeta... aquel que siempre ha sido despreciado por los dem?s al princpio de nuestra era...
  aveces no todas las preguntas tienen respuesta, pues en ello se encuentra lo l?gico de la vida...
  poeta... otra forma de pensar y de vivir...
  no comprendida por la mayoria de los seres humanos...
  interesante escrito!!!
  me ha gustado.
  
  

  03/07/08 01:07