Jana
Conocí a Jana, la preciosa hembra de raza labrador, en la estación de autobuses; ese desangelado patio de recreo donde juegan al escondite las despedidas y los encuentros, en una competición de sentimientos enfrentados que nos emocionan según la ocasión. Caminaba libre y sin ataduras junto a su dueña, sujeta solo por la correa de la confianza, y por la forma en la que se acercó a saludarme, intuí que seríamos grandes amigos; no me equivoqué.
Jana es buena y obediente, tierna y grandota, rubia como una nube de algodón de azúcar moreno que reconforta abrazar; y además de ladrar, como todos los perros, se diría que sabe hablar, o al menos lo intenta, a pesar de que su dueña la regaña cariñosamente cada vez que lo hace: "Jana, que los perros no hablan". Pero a menudo, cuando la desbordan los sentimientos de gratitud o alegría, ella se empeña en comunicarse imitando el lenguaje humano; lo que hace con un marcado acento canino, como es natural, pero que no impide que disfrutes del sentimiento universal que quiere hacerte llegar con los sorprendentes sonidos que es capaz de producir su bondad.
Tiene en los dos cosmos confusos de sus ojos la mirada noble de los buenos perros; mirada limpia y cierta, en ocasiones conmovedora, y sabe utilizarla muy bien cuando te sientas a comer..., pero nunca pierde la compostura, siempre educada y cortés, como una señorita ilustrada.
Nos acompañó en todos los paseos y alguna excursión que hicimos, y creo que su presencia intensificó la belleza de los lugares que conocí. Todo me gustó, en especial la desembocadura del Nalón, en San Esteban de Pravia, un hermoso rincón de la costa asturiana donde el caudaloso río se estremece al hacerse mar en un abrazo rizado y ondulante con el océano, en una rendición rebosante de fuerza y de vida, como una tormentosa mar gruesa a escala que, encauzada, busca alcanzar la eternidad salada ofrendando su sangre dulce y fresca ante el altar cóncavo, donde se confunden la luz del agua y del cielo.
Me despedí de Jana en otra fría estación de autobuses; en esta ocasión estaba sujeta a una correa de la que su dueña tiraba a la vez que de su cariño hacia mí. Mientras se alejaban, no dejó el animal de volver la cabeza en mi busca hasta que la perdí de vista; y con cada mirada se llevó prendidos en sus ojitos trocitos turbados de mi corazón, agradecido.
Gracias por todo, chicas, os quiero.
©EFG/la redacción-2012
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Beth
Me has emocionado, Esteban, y por varios motivos: primero porque el relato es bueno y emotivo; segundo, porque adoro a los perros. Y tercero, porque hace menos de un mes yo también tuve un encuentro muy especial con un perro y su dueño, y también fue una bienvenida y una despedida en esa tierra de nadie que son las estaciones de autobuses
14/01/12 12:01
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Laredaccion
Gracias, Beth.
Resulta sorprendente el paralelismo de las historias; entiendo que te haya tocado especialmente. Un placer haberte emocionado, el deseo de cualquier escritor ¿verdad?
Un beso.
14/01/12 01:01
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Endlesslove
No me cansaré de decirte la dulzura que trasmites en tus letras, esa manera que tienes de comunicarnos lo que sientes, ¡nos contagias!, terminamos contigo y a través de ti amando tus personajes. ¡Jana debe ser hermosa, cuantas palabras lindas le has dedicado! Al final la he visto volteando su cabeza, con sus ojos tristes porque te despedías pero llevándose pedacitos de tu corazón con ella.
Gracias Esteban por compartirlo, Un placer es leerte
Un beso
14/01/12 03:01
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Libelle
Que envidiaa sana hace tiempo que me meresco ese viaje y no llega nunca besos
14/01/12 06:01
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Buitrago
Como lo entiendo, me ha gustado mucho D. Esteban
Mi Pipo tambien habla... Sobre todo sentada la familia a la mesa sin haberle prestado atencio.
Un abrazo
Antonio
14/01/12 09:01
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Laredaccion
SUSANA
Desde luego que Jana es preciosa; fue un amor mútuo a primera vista.
La despedida fue muy emotiva, quizá demasiado...
Me encanta que disfrutes con mis escritos, siempre es un placer que me lo digas. Gracias por estar siempre.
Un beso fuerte.
LIBELLE
No desesperes, mujer, que todo llega. Seguró que te encantará, como a mí.
Un beso.
ANTONIO
Sí, dicen que a los perros solo les falta hablar, pero a veces ni eso.
Me alegra que te guste.
Una caricia para Pipo y un abrazo para ti.
14/01/12 12:01
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Sandalonaranja
QUerido Esteban,
Te envidié un poquito. También ando yo esperando ese viaje, tan improbable como deseado, el mismo que tu hiciste, aunque eso sea una medio tontería, porque los viajes nunca son los mismos :-)
Un bonito microrelato, en que todos sentimos que el amor por Jana es la expresión del profundo afecto que la brujita del Nalón nos inspira...
Felicidades, de verdad...Precioso y conmovedor!
14/01/12 02:01
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Asun
Esteban como te dicen todos los anteriores, es un relato con tu sello de la casa, el de la ternura, sencillez y complicidad que despiertas al leerte.
Yo solo te tengo que decir una cosa, falta que nos describas ese mismo viaje, encuentro y despedida desde el punto de vista de la otra dama, la dueña. Yo como tento muuuucha imaginación, ya le he puesto nombre y hasta cara a la dama, fíjate.
Besos.
15/01/12 04:01
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Laredaccion
JOSÉ
Seguro que ese viaje acabará llegando; hay más días que longanizas.
Un placer contar con tu presencia y que el relato te guste. Un abrazo.
DEMOCLES
Gracias amigo, los perros son un regalo de la naturaleza.
Celebro que sigas por aquí.
SETE
Hermosa Janita, ya lo creo, una buena perra: y hermoso todo lo que dices de las damas.
Gracias, guapi, siempre un placer.
otro abrazo larrrrgo para ti.
ASUN
Pero esto solo es un relato, jejeje, no el comienzo de una saga. Despertar la imaginación del lector es un objetivo del escritor...
Gracias, supongo que te gustó.....
Un beso
17/01/12 12:01
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Alpana
Tanto Jana como su dueña merecen estas líneas, y muchas más.
Precioso texto, como todo lo que sale de tu pluma.
Un abrazo.
19/01/12 09:01
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Laredaccion
ALBERTO
Sin duda que se lo merecen las dos.
Un placer verte por aquí.
Yo también últimamente entro menos; ando de mudanzas y con mucho lío.
Un abrazo.
19/01/12 06:01
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Agora
Tus letras siempre impregnadas de corazón y belleza...
(y parece que la rubia-cuatropatas lleva también el corazón en la boca...)
Gracias Esteban! muchas gracias por ser tan gran transmisor de emociones!.
Escribe siempre, mereces que lo tuyo llegue a un mundo grande
24/01/12 08:01
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Nemo
Me ha emocionado mucho!... Hace algunos años me despedí de una perrita labrador (negra) después de cuatro años de convivencia, siempre con el cariño a flor de piel por parte de ella. Seguro que mi corazón ya no está completo.
Un abrazo Esteban!! y guardo tu relato para mi.
27/01/12 04:01
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Laredaccion
NEMO
Muchas gracias, amigo. Los perros labradores tienen algo especial, ¿verdad?
Un placer verte por mi rincón.
Un abrazo.
28/01/12 11:01
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Laredaccion
AGORA
Gracias, mi brujita del alma.
La rubia de cuatro patas es mucha rubia...
Encantado por transmitir emociones, un placer.
Besos.
28/01/12 11:01
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Catorce
Amigo, los que conocemos a Jana sabemos de lo que hablas pero tu texto va más allá. Es tierno, cariñoso y muy bello, todo un despliegue de sensaciones y emociones, en tu línea. Gracias y un fuerte abrazo.
07/02/12 02:02
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Laredaccion
CATORCE
Se te echaba en falta, amigo. Veo que sabes de lo que hablo...
Gracias por tu visita, un placer.
Otro abrazo fuerte para ti.
Esteban.
07/02/12 04:02
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Jandri
Esteban, ya nos tienes acostumbrados a estas delicias pero sin dejar de sorprendernos.
Sintetizas el momento con sus matices y sensaciones, lo envuelves en un relato emocionante, emotivo, lleno de ternura y lo adornas con ese encanto que se llama Jana, un lazote enorme de color del azúcar moreno.
Precioso...
15/02/12 07:02
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Laredaccion
JANDRI
Pues espero que no te acostumbres nunca y los sigas disfrutando.
Un abrazo.
18/02/12 10:02