Se ha acabado la ilusión de los lunes por la noche, por ver un episodio más de Juego de Tronos. En mi opinión, la dos últimas temporadas no están a la altura de la serie y el final carece de la esencia del mejor Juego de Tronos. Cuesta entender que habiendoles ofrecido más episodios y un presupuesto descomunal hayan creado un final sin alma.
No digo que no se haya acabado como yo quería, si no que parece un final pensado para contentar y si algo distinguia a esta serie, era que nos daba lo que NO queríamos, tan bien hecho, que nos dejaba cada temporada más atados a su mundo. O és que alguien deseaba que le cortarán la cabeza a Ned, o que degollaran a su mujer, matarán a su hijo y a su nuera le dejarán la barriga de embarazada como un colador. ¡No! Nadie lo imaginaba pero fue tan inesperado, tan bien escrito y realizado, que no podías más que admirar y alucinar con ello.
Todos los episodios te tenian en vilo y provocaban variadas emociones, mientras que el final te deja más frío que las despedidas de Bran.
Así que no me digan que no nos ha gustado por qué no se ha terminado como deseábamos, el problema ha sido la poca coherencia del fin de las tramas y fallos de guión tremendos, que incluso para profanas como yo han sido más que evidentes.
En mi caso, des de la primera temporada hasta la sexta, en algún momento me he emocionado hasta el punto de la lágrima. Es imposible comparar la escena donde John mata a Ygritte, el dolor que nos muestra, las emociones que te traslada nada tiene que ver con la muerte anunciada de Danny, donde no sentí nada, salvo cabreo. Seguida por un incredulidad al ver que eran capaces de vendernos la incongruencia de que Drogo al ver a su madre muerta no pase a John por la parrilla, sino que el dragón razona y decide que el culpable de la situación es en último estancia...¡El Trono! ¡Por Dios! Por si fuera poco, Gusano Gris, que lleva fuera de sí des de la muerte de su amada, se mantiene en calma y decide hacerlo prisionero. Totalmente fuera de lógica. Podría seguir con 50 ejemplos más, como y sobre todo, no aprovechar una enorme acrtiz como Leana Headey, no darle más que 4 escenas casi sin diálogos y sin coherencia con su personaje. O hacernos creer que si se te cae encima un castillo de piedra, te encuentran levantando tres piedras y luces un hilillo de sangre en la mejilla.
Tan solo me he emocionado, al ver a una Briene enamorada rediminendo a su admirado Jaime, explicando al futuro, que no fue solo un matareyes, que hizo cosas buenas y honorables y recordándonos también que la historia es de quien la escribe.
Juego de Tronos nos contaba que solo en contadas ocasiones( Bolton, Jofrey y pocos más) la maldad es total, y que el resto, como todos nosotros, bailamos entre el bien y el mal. Nos han hecho odiar a personaje que luego hemos amado y a la inversa, el giro más bestia lo hemos visto en Khaleesi.
Pobres madres que ilusionadas le pusieron a sus hijas ese nombre, poseedor de grandeza y bondad.
Esta última temporada ha sido decepcionante, pero nadie me quita el fantástico viaje que ha sido llegar hasta aquí.

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