Hoy mis ojos miran distinto. No se como lo hice, pero aposté contra ti. Cuando había perdido toda esperanza, encontré el momento, el hueco.
Algo pasó esa mañana.
El silencio me ayudo. Me llevaba de la mano. Nunca imagine que había llegado la hora.
Y salí.
Como salen las gaviotas de las jaulas.
Como salían mis gritos por dentro. Estallaba.
Pero nunca se oían.
Los tapaba la falta de luz.
Y es verdad que llegan los finales. Los finales dulces. Llega la luz.
Salí con promesas en mi alma.
Promesas de no volver a bajar la cabeza.
No volver a callar.
Hay un antes y un después en esas cajas.
Son recuerdos que queman.
Que aún no sabes...
Que nunca volveran
Que nunca volveré.
Me despiste con la nostalgia.
Me sentía perdida.
Pero ni lo más oscuro, nunca oscurece lo esencial.
Las ventanas se han abierto de golpe.
Última traición hacia mis gritos que no salían.
En silencio, te estaba diciendo adiós.
Nunca me viste, gracias, así todo fue más fácil.
Es verdad, todo tenía un final.
En el momento preciso y en silencio

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6 Comentarios

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  Regina

  UUaau, con fuerza, me ha encantado como te has enfrentado en este texto, a la tortura.
  Magnífica!!
  Saludos cordiales Lau927.

  21/04/19 09:04

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  Lau927

  Mil gracias Regina :)

  22/04/19 09:04

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  Diegozami

  Muy pero muy intenso. "El silencio me ayudo. Me llevaba de la mano. Nunca imagine que había llegado la hora."
  
  Muy sentido.
  
  Saludos.
  

  23/04/19 11:04

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  Lau927

  Muchas gracias Diegozami, un abrazo

  24/04/19 07:04

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  Polaris

  Las ganado porque posees luz, las sombras huyen cuando se les enfoca.
  
  Pol.

  03/05/19 06:05

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  Lau927

  Que bonito Polaris. Muchas gracias :)

  03/05/19 12:05