Me olvido de que no estás, ya, por las mañanas.
Demasiadas veces me olvidé.
No es fácil darte cuenta, que el pasado inutilmente ya no tiene ningún sentido.
Simplemente no hay que mirar hacia atrás, suficiente tengo con mirar hacia adentro.
La vida es dura, como lo es,el triste absurdo de las lamentaciones.
Y en verdad, yo me pregunto, cuanto hay de idealización en un sueño que no existe. Más de lo que creemos, seguro.
Seguro que no estoy tan sola como pienso, y hay más, que no veo.
Me sobra pasión para rebuscar más pero la dignidad se siente ocupada.
Al menos he aprendido que no eras más que algo al que le dí un valor demasiado determinado. Con menos fondo, con menos huella que la que ofrecía tu sombra.
¿Que más das? Das la gran lección de la vida. La de los sentimientos que se esfuman, los recuerdos que queman, las promesas olvidadas.
Los momentos....esos momentos....los momentos que no significaron nada.
Y me permito darme alegria, la de uno mismo, la del carpetazo. La del se acabó.
Tu canción ya no motiva ni lágrimas, ni una mirada, la uso, la utilizo para hacer algo bueno, como tú usaste nuestros momentos. Y cuando acaba sigo mi vida y ya no importa.
Como no importan, eso, las cosas, que increiblemente, ya no están.
