Acercarme y sentir.
Pensar cosas que vienen, que rechazas.
Me cuesta mirarte a los ojos cuando me avergüenzo.
Me avergüenzo si te miro y desgraciadamente me encuentras.
No nos queda otra que mirarnos.
Pienso que puedes descubrir algo.
Y sin embargo, evitándolo, lo que hago es que descubras, que no puedo aguantarte la mirada.
Aguanto unos segundos y miro a otro lado.
Siento, cuando miro, que ves algo.
La verdad, me siento una impostora.
Parece que te vas, y me tocas, como si nada, y no parece casual, no por nada, pero algo fuerte me lo dice.
No lo es.
Algo me dice que todos lo ven y me pregunto de que hablo, pero vuelve a pasar, y ya dejé de hacerme esas preguntas.
Nada se encauza en tu vida, y la mía sigue igual y mientras tanto, siento lo que no quiero ver ni aceptar.
Inaceptable es, que me desnudases.
Inaceptable es, que me guste que te acerques.
Una revolución que ya conozco.
Ocurrió una vez.
Cuando alguien llegó y revolvió todos los papeles y los sentimientos de una sacudida.
Y mandé todo a la mierda.
Era capaz de todo, y lo hicimos, nos escondimos en una calle, y nos besamos, tan cerca de todos, no podíamos más. Volé con él y volé lejos. Y sé lo que pasa, cuando esto viene, sino lo paras, destroza, levanta, sacude, daña, excita, recuperas luz.
Esta vez es distinto.
Es peor, puede, o mejor, no lo sé.
En un momento de la vida que admito que no puedo definir ciertas cosas porque la vida es caprichosa.
Esta vez hay barreras. Hay cordura. Hay edad. Hay situaciones. Pero aún así, sale. Viene y no para de volar.
Esta vez todo está y estará en el pensamiento.
El pensamiento parece inofensivo pero le tengo respeto.
A veces lo que pensamos, crece, así que intento como hacer para que no lo haga bajo ningún concepto, entonces sé que crece más. Y lo he aceptado, para no darle más fuerza.
Me pareces estúpido tantas veces, arrogante, altivo, y eso me da más miedo, porque lo no perfecto se vuelve más real.
Otras veces, estamos de acuerdo, y eso claramente me incomoda.
Moriremos sin saber si eran ciertas cosas que un día pensamos, o deseamos. Y nunca sabremos si ocurrieron, si eran verdad, o si eran tonterías.
Recordaré estos años, como años caprichosos, de dolor, con aprendizajes interminables.
Nunca estuve tan cerca de la muerte, de que el tiempo me advirtiera que todo dura un segundo. La vida, me está avisando:
"Soy terrible. Espera cualquier cosa. Todo. Todo. Todo puede estar por pasar. O quizás no. Quizás sólo quede un segundo, y estés muerta. En cualquier momento, todo termina, en cualquier momento, una sacudida".
No quiero ni pensar en ti, cuando me miras, y siento que flirteamos. Porque es claramente absurdo, pero no sé porqué a veces siento que pasa.
A veces pasa que pienso que si hablasemos a solas, habría tanto que decir.... creo que me gustaría tiritar junto a ti, cerca de la almohada, que no te entendería nada a veces y aún así..... ocurriría.
