Pensar durante mucho tiempo una idea. Algo sólido, invariable.
Creer en eso mismo. Pensar que, aunque el mundo se consuma esa idea permanecerá y nunca desaparecerá. Tener fe y pensar que por todo el mal que pase, será inmune y conseguirá un ser más fuerte. Aunque los caminos de la vida te separen de tus creencias, volverán a unirse como si el tiempo no hubiera pasado entre ellas.
Una llave a la utopia individual o la locura colectiva que se reencuentra ...eso me ha sugerido tu lectura. Las mil posibilidades abiertas,que las hay,hacen una belleza este texto.
Un abrazo
Carlos